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Otra vez dentro de las instalaciones del hospital, esperando no toparse con el monstruo de Zonic, después de meditarlo por un gran tiempo, se dió a la idea de esta ocasión no ir en contra de sus hijos, si no ayudarlo, y ya sabía cómo, Fleetway.

Ese erizo la podía ayudar, solo debía darle más dinero que la vez anterior y luego un poco más para que se fuera, ya que si lograban descubrir su sucio y endemoniado plan, ella pagaría los platos rotos, un error que la alejaría definitivamente de sus hijos, cosa que nunca sucedería mientras ella siguiera de pie.

Al llegar a dicho lugar, en este caso habitación, tocó varias veces la puerta hasta que alguien del otro lado le dió el pase.

Una vez dentro, su mirada poso en un adolorido Fleetway.

Aleena: Te ves pésimo querido, por lo visto Scourge si que es mas fuerte que tú

Fleetway: No menciones a ese infeliz, mucho menos en mi presencia ... ¿Que quieres Aleena?, Por qué dudo mucho que está visita sea solo para saber mi estado de salud

Aleena: tienes razón, no vengo a ver qué tanto has mejorado si no para un nuevo trabajo

Fleetway: *levantándose de su cama* ¿Que clase de trabajo?

Aleena: *poniendo dinero en la mesa* quiero que mates a Zonic y después desaparece de mi vista, hasta aquí termina nuestro trato

Fleetway: *tomándola del brazo* esto termina cuando yo digo señora, y esto terminará cuando su hijo Manic sea solo para mí *apuntando un arma hacia su cabeza*

Aleena: ¡¿Cómo es que tienes una arma aquí?!

Fleetway: se le olvidó que soy un rufián de la ley señora ... ¡Más le vale no terminar nuestro trato si sabe lo que le conviene!

Aleena: *soltando se del agarre de Fleetway* ¡Nunca te entregaré a mi hijo, bastardo!

Fleetway: ¡Eso yo lo decido! ¡NADIE ME ALEJARA DE MANIC!

Aleena: ¡Sigue soñando! *Apunto de abrir la puerta*

Fleetway: *dispara a la pierna de Aleena* ¡Ni creas que te libras de mi eriza!

Aleena pego un grito de dolor antes de caer al suelo, intentando parar la hemorragia de su pierna ante la atenta mirada del ojos espiral.

El disparo junto a el grito, fue escuchado por todo el hospital alertando a médicos con enfermeras. Fleetway sabía que le quedaba poco tiempo antes de ser atrapado, por lo que tomando sus cosas personales y su arma a mano, se subió a la ventana que daba a la calle, solo que primero tendría que saltar desde una altura de cuatro pisos.

Fleetway: este no será nuestro último encuentro Aleena, nuestra próxima visita, tu hijo será mío

Y sin más salto de la ventana, dejando a una Aleena al borde de la muerte por la sangre perdida y a la vez preocupada por su hijo menor, de una u otra forma, protegería a su niño de ese bastardo.

Y sin más salto de la ventana, dejando a una Aleena al borde de la muerte por la sangre perdida y a la vez preocupada por su hijo menor, de una u otra forma, protegería a su niño de ese bastardo

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[Manourge] Un criminal enamorado de un ladrón, Temporada 3Donde viven las historias. Descúbrelo ahora