Dear Manjiro || Sano Manjiro || Tokyo Revengers

│ ✐; Pʀᴏ́ʟᴏɢᴏ.

—¿Eres consciente de que no habrá forma de revertirlo?— le pregunto la entidad viendo con emoción a aquella fémina delante de sus ojos. Verla temblando de miedo, pero con la mayor determinación para continuar le parecía sumamente excitante.

Mitsuki asintió en respuesta, desconocía si su elección seria la correcta, pero esperaba fuera la que les diera la oportunidad de vivir a aquellos que no pudo salvar. Esperaba que fuera la oportunidad en la que la persona que amaba pudiera redimirse. Llorosa dirigió su mano temblorosa a su vientre disculpándose con aquel al cual le niega la oportunidad de nacer, aun siendo lo que ella más anhelaba.

—Lo siento, mi niño— murmuró entre sollozos —Te niego la oportunidad de nacer ahora, pero siempre te amare. Traerte en este futuro incierto, de sangre y peligro seria la mayor condena que podría darte. Y es algo que ni en mi egoísmo puedo permitirme—.

La entidad acerco su mano a la joven invitándola a cerrar el trato —Es hora...— le dijo. Mitsuki lo vio por unos segundos, limpio sus lágrimas y tomo la mano que le estaban ofreciendo. El trato se había concretado y ya no había lugar para el arrepentimiento.

Sintió el rozar del viento contra su rostro y el murmullo de la gente inundar sus oídos, se encontraba en la estación de tren. Miró a su alrededor hasta observar su reflejo débil en una ventana de la tienda de conveniencia dándose cuenta que ya no tenía aquellos elegantes pendientes o su lujosa vestimenta habitual, en su lugar había un simple vestido blanco junto a una capucha negra que impedían ver su rostro.

Sin perder más el tiempo caminó hasta la parada del tren buscando entre la multitud la particular cabellera azabache de la persona que necesitaba. Al visualizarla se aproximó al joven hasta estar lo suficientemente cerca de él, para esperar a que el tren se acercara.

—Lo siento— le susurro al azabache quien no tuvo la oportunidad de darse la vuelta para ver a la dueña de la voz porque sintió como su cuerpo era empujado a las vías del tren. No había forma de que alguien lo ayudara pues el tren ahora se encontraba a metros de distancia. Iba a morir junto ahí, como un simple cobarde y con más arrepentimientos que metas en la vida. Para ambos todo se tornó negro.

Kadenokiji Mitsuki se desvaneció con el viento y dejo de existir.

Hanagaki Takemichi regreso en el tiempo para volver a vivir.

Pero ambos con una sola misión, salvar a quien más amaron.