- Capítulo Único. -

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—Te dije que no tocaras nada pero debí suponer que eso sólo te alentaría a hacerlo. — Stephen suspiro abatido. —¿Sabes lo mal que se pondrá James cuando sepa que ahora sí tiene razón para llamarte kotenok?

Porque en efecto, eso acontecía, se había convertido en un gato.

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Esta historia inicia con un Tony Stark enfurruñado que al verse desplazado por los deberes de uno de sus novios, husmeo sin permiso entre las reliquias mágicas del Sanctum mientras Strange terminaba de hablar con Wong sobre el último evento mágico que había controlado.

—Eso es dar un maldito informe. — se quejoneo el bien llamado genio, mientras sostenía una urna cómo si esta no fuera nada especial y se tratara de otra más de las tantas que había visto en su vida. —No tengo tiempo para los vengadores y sus juntas interminables. — imitó la perorata que le había dado su amante tiempo atrás, de forma infantil. —¡Estás haciendo justo eso, en nuestro aniversario!

Stephen ignoro los berrinches de Anthony mientras se dirigía con Wong a otra habitación, al menos hasta que un estruendo y muchos maullidos histéricos se escucharon al otro lado de la puerta que recién había cerrado dejando sin supervisión a su castaño.

Sólo unos segundos.

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—El jarrón de Bast. — el hechicero supremo se carcajeo ante la ironía, mientras observaba la vasija rota y el minino que suponía era su pareja. —Si regreso, tan sólo unos minutos en el tiempo, tal vez... — su compañero le miro de mala forma, negando y sin dejarle refutar siquiera.

—En realidad, ya sabes que hacer Stephen, busca el agrado de la diosa. — Wong tomó al gato café del piso para entregárselo. —De preferencia, lejos del santuario.

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Cuando abrió el portal en su hogar, fueron recibidos por un exquisito olor.

De pronto, se sintieron avergonzados. Bucky seguramente había acabado de cocinar para ellos y en lugar de aparecer para disfrutar su esfuerzo, llegaban con su peculiar sorpresa.

Tony se removió ansioso por ir donde su supersoldado pero incluso siendo un gato, evito usar las uñas para no lastimar las manos de su hechicero.

—Detente, tengo que hablar primero con él. — los maullidos ofuscados llegaron cómo respuesta. —¿Me estás haciendo caras?

—Stephen. — escucharon los pasos de su otro novio aproximarse. —Tony fue a buscarte, ¿no se encontraron? — Bucky se quedó perplejo al ver lo que sostenía el hechicero. —¿Nos conseguiste una mascota?

James miro enternecido al minino, que antes sus palabras parecía dramáticamente ofendido.

Era cómo ver a su kotenok.

Un momento.

—Stephen, ¿dónde está Tony? — y antes de siquiera preguntar vio para su sorpresa cómo el minino era levantado hacia él. —No puede ser.

—Si puede. — comento el otro hombre mientras dejaba que sus dos novios se reunieran por fin. —Le dije cómo siempre que no hiciera algo y cómo siempre, así lo hizo. — detuvo su charla para sonreír y ver cómo Tony usaba sus encantos, ahora felinos con Bucky.

Sea la situación en la que estuviere, si les parpadeaba con inocencia, él siempre se salía con la suya.

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—Bueno, esta no era los forma en la que imagine celebrar nuestro aniversario. — menciono Bucky mientras alimentaba a Tony en su regazo.

Si, al final habían terminado comiendo juntos cómo el genio quería al principio.

"Felino divino."Donde viven las historias. Descúbrelo ahora