Tenemos que hablar

26 7 0
                                    

A las cosas que siempre les tengo miedo son a perderte y a los muertos, pero si debo enfrentarme a uno, con tal de recuperarte, seria capaz de hacer eso y mucho más, por eso desde muy adentro de mi corazón te pido nunca te alejes de mi.

En ese instante el pobre de Rusia no sabía que hacer solo reaccionó automáticamente y con una sonrisa le hablo, mientras que su corazón sentía que en cualquier instante se pararía por el miedo latente -claro ¿de que quieres hablar?- tenía en su mente varias alternativas la primera, le darían la regañisa de su vida por hacer algo tan imprudente o le agradecería por su acto -necesito que te sientes para hablar mejor- su voz imponía ese liderazgo que tanto me sigue gustando pero con un toque de amabilidad, afirmó con su cabeza se dirigió a la sala del lugar para luego sentarse en los sillones de colores opacos, creía que su compañera se sentaría en otro sillón pero no fue así ya que ella se sentó a unos pocos centímetros de él, mostrando síntomas de comodidad al tenerlo a su lado ella volteo al igual que él, ambos observando con detenimiento los ojos del contrario hasta que la mexicana volvió hablar -necesitó que resuelvas todas mis dudas- hablo sin rodeos alguno logrando que me tensara nuevamente -no comprendo- hablaba dudoso de si mismo -eres el único que puede ayudarme, necesito resolver todas las preguntas de mi mente antes que me mude, pero si no puedes o no quieres lo comprendo- aparto su mirada de sus ojos un tanto confundida -no...si puedo ayudarte lo haré pero ¿cuando partiras?- al igual que ella aparto su mirada mirando sus manos con su corazón hecho trizas -te lo agradecería mucho y mi vuelo saldrá mañana a las tres de la tarde- de nuevo dirigió su mirada al de tierras heladas -okey, ¿cuando terminemos con esto te podré preguntar algo?- tomo un pedazo de valor para preguntarle -claro- le sonreía y él inconscientemente correspondió la sonrisa -¿Fuiste tu el quien me envió las flores con poemas, verdad?- se voltio apenado para luego responder -si, fui yo pero deje hacerlo cuando iniciaron con tu relación con Alemania- no dijo nada solo volvió a preguntar otra duda -el hijo que espera la hermana de Alemania, ¿es tuyo?- en esta ocasión lo dijo un poco triste pero sereno -no, es de Eslovenia, solo una vez la bese- lo conteste al instante, ella después de unos segundos exalo una gran cantidad de aire algo que me preocupo bastante -las últimas dos preguntas- volvió a despejar sus ojos de los míos era oficial me puse nervioso -¿me fuiste infiel con mi hermana?- pregunto directo y seria -nunca, quería proponerte que nos casaramos el mismo día en el cual terminamos- solté un suspiro decaído y ella lo noto pero no preguntando nada al respecto -Rusia, ¿porque nunca me dijiste nada, nunca se lo dijiste a la ONU, porque nunca me advertirte lo que sucedía en realidad? Rusia... me preocupaste...- soltó una pequeña lágrimas que recorrían sus mejillas rosadas como una rosa roja -me amenazaron, era mi felicidad o tu vida...tengo entendido que estabas en constante observación de ellos, me dijeron que si hablaba seria peor para ti, no fue hasta el día antes de mi boda donde ellos te atraparon por si me arrepentía, allí fue donde me arte, haciendo lo que ya conoces, perdón por no cuidarte lo suficiente y permitir que Canadá te disparará y también por preocuparte- le sonreí de lado cuando ella voltio a verme sorprendida por lo que había dicho anteriormente hasta que volvió hablar -no te preocupes, eso quedo en el pasado y ¿que era lo que me ibas a preguntar?- sonrió un poco -¿aun seguirás siendo novia de Alemania?- la mire con duda -él rompió conmigo el mismo día de tu boda- continuo con su sonrisa -no sabe lo que se pierde- mire a otro lado después de decir eso -no importa de igual manera lo iba a romper, de lo contrario estaría en tenotlitlan ahora- bromeo un poco -¿te gustaría ir al parque, para aprovechar al máximo este día antes que te marches?- estaba inseguro de preguntarle a lo mejor debía de empacar sus maletas pero no fue así -claro pero me ayudaras a empacar cuando volvamos ¿de acuerdo?- me miró con una sonrisa y una ceja alzada -trató-

Sabían que el tiempo pasaba rápido por cual seria aprovechado por completo, al llegar fueron por nieves,  pasaron tiempo en los juegos del lugar, se subían al bricolin y en la tarde fueron a un restaurante cercano a la zona fue un día inolvidable donde posiblemente pasarían la última vez juntos antes de volverse a separar, en la noche fueron al centro donde la mayoría los veían extraños y más a Rusia ya que nadie se les quería acercar o simplemente los evitaban por miedo a que les hicieran algo, cuando volvían a la casa era al rededor de las 12 de la mañana por todo el camino eran risas y bromas pero fueron paradas de repente por el galopar de un caballo que se acercaba rápido a ellos donde era galopando por un hombre vestido de charro negro al igual que su caballo, esto hizo que México tomara la mano de Rusia sin pensarlo para empezar a correr llegando a la casa más rápido de lo esperado cuando llegaron México cerro bien todas las posibles entradas relajándose cuando había completado la tarea callendo rendida en el sillón por la adrenalina del momento era tanta  sus sentidos de alerta que cuando Rusia le llegó por detrás tocándole la espalda está reaccionará aventando un golpe el cual por fortuna nunca recibió porque reaccionó a tiempo -México ¿está todo bien?- le preocupo mucho el extraño reaccionar de la amante del picante -disculpa Rusia, creí que el charro negro había entrado a la casa- recuperaba poco a poco el color de su piel -¿Quién es el charro negro?- preguntó curioso -Es un hombre que vendió su alma por dinero porque era muy pobre, pero cuando el diablo vino a tomar lo que es suyo, este se negó corriendo al bosque con su caballo pero fue atrapado por el diablo y su condena es recolectar las almas de los avaros como una vez fue él- sonriendo respondió la duda -que increíble- -de echo hay una película de ellos, ¿la vemos?- aunque Rusia odiaba admitirlo pero no podía aceptar se le iba a hacer más noche pero si ese era el problema México lo invito a quedarse a dormir hoy lo cual acepto, pusieron la película aunque sus ganas de ver la película recomendada era muchas las ganas de dormir era más fuerte lo cual en menos de veinte minutos cuando muchos, ambos se quedaron dormidos en el sillón de la sala mientras eran observados desde la ventana por el charro y un grupo de personas más, que después de un minutos se marcharon del lugar felices chocando los 5 cada uno -le dije que la idea de vestirme de charro sería una gran idea- hablo con orgullo colombia -es verdad y gracias Estados Unidos por prestar el caballo- hablo Ecuador -es lo mejor que puedo hacer después del incidente- hablo apenado -también fue una gran idea seguirlo- hablo Perú que al igual que su pareja estaba apenado, todos se iban a marchar hasta que Venezuela empezó a contar cabezas exaltando se en el proceso haciendo que volviera a contarlas lo que provocó  miedo entre los íntegrantes iban a preguntarle hasta que dio un grito del miedo -¿¡Dónde esta Cuba y Argentina!?- fueron a buscarlos hasta que los alláron perdidos casi llorando, asustados y con frío en el parque, quedando les como lección dos cosas la primera: jamás se pararce del grupo y siempre cargar con tu celular, pero por el descuido fueron invitados a cenar para olvidar el incidente lo cual aceptaron por el hambre y miedo del momento.

Últimos capítulos

-¿espera como me dijiste?- un tanto sonrojada
-guardaña ¿porque?- confundido
-me agrada ese apodo- sonriendo
-entonces siempre seras mi amor en secreto- sonriendo mientras conducía
-awww- le dio un beso a la mejilla para volver a observar el camino

Las palabras incorrectas, con lleban a situaciones erróneasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora