Se conocían desde los 8 y 10 años, cuando la madre de Beomgyu decidió, tras un desastrozo divorcio producto de una infidelidad y muchas deudas en su contra gracias al mal manejo de las empresas de su ex esposo, mudarse de ciudad y empezar una nueva vida donde ella y su pequeño pudieran optar por una mejor calidad de vida, con más tranquilidad, estabilidad y menos problemas, por supuesto.
Yeonjun aún recuerda cómo Soobin y él se quedaron mirando con curiosidad el gran camión de mudanza que se estacionó frente a su casa y de ahí bajó una bonita mujer rubia de la mano con un niño que parecía ser un poco más pequeño que ellos dos. Un nuevo niño en la vecindad, pensó él, con ganas inmediatas de ir a saludar pues si algo le sobraba cuando era niño a Yeonjun eran sus ganas de hacer amigos; él era amigo de prácticamente todo el mundo.
Beomgyu en cambio era todo lo contrario, reservado y tímido eran sus mayores defectos, para muchos otros niños, y siendo nuevo en la ciudad su madre sabía que a su pequeño le costaría mucho hacer nuevos amigos... si es que lograba hacerlos en un corto período de tiempo y ella rogaba porque así sea pues no quería verlo llorar por su soledad o siendo un blanco perfecto para que otros niños le molesten.
Los niños eran muy crueles, pensaba ella en su mente mientras veía a un Beomgyu de 8 años mirar con cautela la casa y luego a los alrededores.
–¡Hola! –Escuchó ella una voz aguda e infantil a su espalda, rápidamente dándose la vuelta para encontrarse con dos niños mirándola con dos gentiles sonrisas.
Ella sonrió.
–Hola, niños –Saludó ella, amablemente. De pronto recordó a Beomgyu, quien se escondía detrás de ella, tomándole por inercia la mano.
Uno de los niños estiró el cuello, intentando ver a Beomgyu. Hyomin sonrió más, haciendo un poco de fuerza para tirar a Beomgyu delicadamente hacia adelante, poniéndolo a un lado de ella para presentarlo.
Ambos niños fijaron su mirada en Beomgyu, sonriendo aún más.
Esta era la oportunidad perfecta, pensó ella, algo aliviada de que su hijo tuviera suerte y que podía desde ya empezar a trabajar en hacer amigos. Un niño nunca debe ser solitario y Beomgyu tenía tendencia a serlo, ella no quería eso.
–Este es Beomgyu, yo soy Hyomin, su mamá. Saluda, cariño –Dijo ella suavemente a su hijo.
Beomgyu tardó unos cuántos segundos pero luego hizo lo que su madre de pidió, haciendo una pequeña reverencia.
–Hola...–-Susurró el niño, sin levantar la mirada. Ella suspiró, desviando su mirada a los dos niños nuevamente.
–¿Cuáles son sus nombres?
–Yo soy Yeonjun y él es Soobin, mi primo, mi casa es la de en frente. ¡Gusto en conocerlos!
Que niño más dulce , pensó ella, encantada con la simpatía del niño.
–¡Oh, que bueno saberlo! Beomgyu y yo acabamos de mudarnos y él no tiene amigos aquí aún, pronto viene el colegio y la verdad estoy algo asustada de que no haga amigos, él es muy tímido.
Hyomin estaba decidida a ayudarle a su hijo con su timidez, y si para esto tenía que ser intermediaría entre su hijo y estos niños, lo haría.
–Justamente nos pregúntabamos si podíamos jugar con él, solo si usted nos da permiso. –Dijo el otro niño más alto, dando un paso al frente.
Ella sonrió más, tomando a Beomgyu por los hombros.
–Gyu, cariño, creo que te hará bien distraerte un poco y hacer amigos nuevos.
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Blue Tears || YeonGyu
FanfictionPara Yeonjun la sonrisa de Beomgyu era la más radiante de todas. Y sus ojos...sus ojos eran angelicales y fascinantes, le hacían perder la cordura, de algún modo. La mirada de su mejor amigo se volvió una de sus cosas favoritas en la vida de Yeonjun...