Pequeño Secreto | ErenMika ✓

Capítulo Dos

— Tu piel es bastante suave.. Es agradable y además huele bien — Susurro Eren pasando su lengua por los prominentes pechos de Mikasa.

Esta jamás había experimentado tales sensaciones en su vida, nunca imagino que un hombre podría hacerla sentir en las estrellas. Ni siquiera con las chicas que había estado se había sentido de esta manera, ni con Annie.

Ambos acabaron en una habitación de un motel, algo que Mikasa jamás pudo haber imaginado.

Resumiendo todo lo que sucedió, ambos habían tenido sexo todo lo que restaba de la noche. El teléfono de Mikasa se mantuvo apagado todo el tiempo, evitando el molesto ruido de las llamadas que hacía su esposa.

Mikasa se encontraba abrazada en los varoniles brazos de Eren. Se sentía protegida.. Ambos habían terminado el sexo, faltaba una hora para que el sol saliera y ellos estaban completamente agotados.

La Ackerman no tenía palabras para explicar lo que sintió o mejor dicho, lo que estaba sintiendo con respecto al hombre que conoció hace tan solo unas horas antes, no sabía si esa fue su reacción al tener un pene dentro o Eren era especial.. Siendo realistas a Mikasa le seguía disgutando la idea de un hombre teniendo relaciones con ella, sin embargo, si imaginaba que era Eren, las cosas cambiaban por completo.

No podía imaginarse con un hombre que no fuera Eren, pareciera que su gusto por las mujeres desapareció inesperadamente, ahora sólo podía imaginarse en todas las situaciones posibles junto al castaño. No había duda, este tipo le tiro algún hechizo o alguna basura de ese tipo para que se pusiera de esta manera... Estaba bromeando.

Tampoco podía pensar correctamente, le fue infiel a su esposa.. A la que juro amar toda su vida, Annie era una buena mujer no merecía esto en absoluto.. simplemente había sido un desliz.

— Estas pensando mucho las cosas ¿Cierto? — Pregunto el castaño, Mikasa sintió escalofríos — Nunca antes había estado con una mujer casada y mucho menos lesbiana.. No soy esa clase de hombres que se acuestan con mujeres comprometidas. También es algo nuevo para mi — Trato de hacerla sentir mejor y bueno.. Digamos que lo logro un poco.

— Fue una estupidez.. — Mentira — Nunca debí aceptar esto, arruine mi matrimonio por completo.. Se supone que soy lesbiana, Dios.. — Apretó sus cabellos levemente.

— No creo que se haya arruinado por ésto, tu aceptaste así que significa que su matrimonio ya estaba roto desde antes, además, me gustó y volvería a respetirlo si tuviera la oportunidad —  Mencionó con una sonrisa burlona y coloco sus manos en las de Mikasa, evitando que esta siguiera apretando su cabello.

— ¡No! ¡Claro que no! — Se levantó de la cama de inmediato — Olvida todo esto, jamás pasó nada, no te conozco ni tu a mi.. ¡Aun puedo arreglar mi vida! — Se dijo así misma desesperada.

— ¿Estas segura? — Pregunto con el ceño fruncido el de ojo esmeralda.

— Sí — Mintió.

— Lo que sea.. — Eren se levantó de igual forma, se coloco sus boxers y después toda su ropa — Yo pagare, fue bueno mientras duró — Dijo Eren

Mikasa no respondió, se quedó callada observando como Eren se alistaba para irse.. Se estaba arrepintiendo, no quería que todo terminará así, no sabía cómo, pero ese tipo había echo algo, Mikasa no era de las personas que se encariñan rápido o cosas parecidas. Pero Eren había llegado a su vida a cambiar eso..

De pronto, se dio cuenta que estaba completamente desnuda, su cara se puso de un inmenso color rojo y cubrio su cuerpo sonrojada.

— En caso de que te arrepientas.. Puedes buscarme en el mismo lugar a la misma hora. Comúnmente paso por ahí seguido — Dijo con seriedad y salió de la habitación.

— Lo lamento, Annie. — Susurro para si misma.

———

— ¿Donde estabas? — Pregunto con molestia su esposa.

— Lo siento por no avisarte. Me encontré con un viejo amigo y fui a su casa.. Comenzamos a beber y olvide avisarte — Tocó su cabeza frustrada.

— Me preocúpaste toda la noche, Mikasa — Mencionó en un tono serio, cruzándose de brazos.

— Lo sé — Respondió aturdida.

———

Las cosas con Annie, se volvieron horribles, la rubia no sabía nada sobre la infidelidad por parte de la pelinegra, pero la distancia que Mikasa había creado con Annie era notoria.

Leonhart notó ese cambio, sabía que algo andaba mal. Evitando los pensamientos negativos, decidió pensar que sólo se trataba de ideas locas que se estaba creando ella sola..

Mikasa no podía parar de pensar en Eren, una noche fue suficiente para ¿enamorarla? No lo sabe. Pero olvidar sus hermosos ojos, su bien formado cuerpo y su bello rostro era todo un desafío.

Sin darse cuenta, estaba en el mismo lugar a la misma hora, en el cual conoció a Eren.

— Esto es una coincidencia.. o realmente viniste a buscarme — Pregunto el castaño con burla acercándose a la Ackerman..

Continuará..