Parte Unica

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El alto español le estrechó la mano. Su agarre era firme y confiado. Lando se tomó un momento para estudiar su expresión. Carlos Sainz estaba tranquilo, pero decidido, su postura traslucía firmeza, algo que Lando inmediatamente le envidió.

"Entonces tú debes ser Lando, es un placer conocerte finalmente" Su voz era amistosa pero sus ojos no lo eran, ni su expresión. Lo miró sin verlo realmente y Lando se sintió inmediatamente confundido.

"Encantado de conocerte Carlos, es un placer trabajar contigo"

Los hombres a su alrededor parecían bastante contentos con su intercambio. Lando podría intentar adivinar el estado de ánimo de Carlos ahora mismo: siguió suficientes rumores de la última temporada para saber que Carlos se había arriesgado a quedarse sin asiento para 2019. La oferta de Mclaren llegó en el momento perfecto, y ahora el español quería demostrarle a su nuevo equipo que pensaron bien cuando lo eligieron.

Carlos era bueno, realmente bueno en opinión de Lando, pero de alguna manera nadie parecía reconocerlo, desde sus ex equipos hasta los medios.

"Espero que trabajemos bien juntos" Carlos volvió a hablar, y una vez más sus palabras sonaron vacías.

Todos a su alrededor parecían felices, los ingenieros les dieron a ambos hombres una linda palmadita en el hombro y todos siguieron su propio camino.

Lando sabía que Sainz no era su amigo, no era más que un colega para él, pero aún así se sorprendió cuando vio que el hombre mayor simplemente se dio la vuelta sin decirle una palabra más, dejándolo solo en medio del salón.

Cálmate, hombre. ¿Qué demonios está mal con él?

***

Lando decidió que no le gustaba Carlos Sainz. Había sido demasiado grosero con él la primera vez que se conocieron, cuando Lando tenía toda la intención de ser amable y acogedor.

Vamos a ser compañeros de equipo, no significa que me tenga que agradar. Todo era muy cierto, pero aun así... no podía dejar de pensar en la mirada que le había dado el español. Como si ni siquiera estuviera allí, como si ni siquiera existiera. Como si ya hubiera entendido todo lo que necesitaba saber sobre él a primera vista y no estuviera interesado en saber nada más que le preocupara.

Lo hizo enojar, y por eso no podía dejar de pensar en eso.

Así que un día, sin siquiera darse cuenta, se encontró sentado frente a Carlos mientras miraba pensativo por los grandes ventanales de la cafetería.

"Es genial, ¿no?" dijo Lando, mirando el hermoso paisaje

Carlos se congeló en su lugar, no lo había visto venir y por primera vez Lando sintió sus ojos sobre él, realmente sobre él, como si no fuera solo una mosca frente a él, sino un ser humano vivo y que respira.

"Sí, bastante impresionante" dijo con un fuerte acento español.

"Sabes, hay un lugar genial cerca, tal vez a veces podamos ir allí y divertirnos un poco..."

"¿Por qué estás aquí, Lando?"

Lando se quedó sin palabras, a pesar de sí mismo había intentado dar el primer paso para formar una amistad con su compañero de equipo y lo único que recibió fue una mirada fría.

Decidió que realmente tenía suficiente. Se puso de pie y decidió irse.

Carlos lo agarró del brazo con suavidad pero con fuerza.

''Espera... ¡Mierda! Escucha... no tengo nada contra ti, puedo ver que eres un tipo amable y gentil, pero no puedo dejarme encariñar''

Lando nunca se habría detenido, pero el dolor que vio en los ojos de Carlos casi amenazaba con romperle el corazón.

"¿Qué quieres decir?" preguntó Lando, sentándose tranquilamente de nuevo.

''¿Cuántos años tienes?''

''Yo tengo diecinueve"

Carlos sonrió, era la primera vez que Lando lo veía sonreír. Era una sonrisa triste, pero aun así logró calentar el aire lúgubre de la cafetería y traer luz en el clima frío de ese lluvioso invierno.

''Era como tú a los diecinueve años, todo sonrisas cálidas y alma amable. Pero este no es un deporte para almas gentiles, tomarán todo lo bueno que llevas dentro y lo usarán en tu contra. La única forma en que puedes sobrevivir es si logras no encariñarte"

''¿Así es como sobreviviste? ¿Siendo malo con tus compañeros de equipo?"'

"Ser compañeros de equipo no significa nada, Lando. Tu compañero de equipo es la primera persona de la que debes cuidarte, porque si lo santificas para que te gane aunque sea por un segundo, tu carrera se acaba. No hay amistad en este deporte, solo rivalidad a alta velocidad y sangre fría, y el que es más genial que todos gana el título mundial"

Lando se quedó sin palabras, su compañero pasó de no hablarle a desnudarle el corazón en la mesa de una cafetería desierta. Su corazón se rompió con las palabras de Carlos, porque podía sentir todo el dolor del que debían haber venido.

"Lamento que alguien te haya hecho sentir que esta es la única forma de sobrevivir" Dijo con una voz pequeña y controlada, sin levantar los ojos de la mesa frente a él.

Carlos se movió en su asiento, Lando sintió como su mirada intensa se fijaba en él, la sentía perforar su cabeza como si estuviera tratando de decidir si hablaba en serio o solo se burlaba de él.

Cuando Lando levantó la mirada vio a Carlos sacudir la cabeza y dejar escapar una sonrisa de incredulidad. Esta vez fue más cálida y dejó a Lando hipnotizado por su belleza, partía de los labios pero iba directo a sus ojos, que brillaban con renovada luz.

Lando volvió a hablar. ''No creo que para brillar debas eclipsar las luces de otras personas, todos podemos brillar en nuestros propios términos. Hay miles de estrellas en el cielo, y hay lugar para todas ellas. Quiero ser tu compañero de equipo, no me interesa ser tu enemigo"

Carlos volvió a negar con la cabeza, pero seguía sonriendo y Lando instintivamente supo que no tenía nada de qué preocuparse.

"Por supuesto que trataré de ganarte cada vez que pueda, de lo contrario no sería gracioso" quiso especificar Lando.

"No esperaría menos de un joven novato como tú, pero trata de que no te den una paliza".

Lando se encontró sonriendo tanto que casi le dolían las mejillas.

"¿Qué estabas diciendo antes, sobre un lugar cercano donde deberíamos pasar el rato juntos?"

La sonrisa compartida en sus rostros fue el trato tácito que selló sus amistades para siempre.

Miles de estrellas en el cieloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora