Jeong Min

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La escritora es *arysa* es una buena escritora asi que disfrutenlo


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Me desperté como todos los días a las 4:30am, me levanté de la cama 5 minutos más tarde y me dirigí al baño. Tardé 15 minutos en bañarme, después tuve que vestirme y secar mi cabello. Tardé 20 minutos más en arreglarme y después de eso tendí la cama. Como todos los días.
Salí de mi casa y tardaba 7 minutos en promedio para hacer arrancar mi viejo auto, una vez que lo conseguía me dirigía a la pintoresca cafetería en la que trabajaba.
Aquella ocasión estaba lloviendo. Había comenzado como simples gotas aleatorias sobre el asfalto de la calle pero ahora era un diluvio. Me puse el uniforme del trabajo y me dispuse a limpiar el mostrador, aún faltaban 10 minutos para abrir la cafetería.
-Vaya, con este clima no creo que venga nadie-dijo Ji Eun, asomando su rostro por las ventanas del local. Ji Eun era asombrosa, tez blanca, grandes ojos y cabello largo y obscuro, además de tener una voz increíblemente dulce con la cual entretenía a todos los que trabajábamos ahí cuando no había clientes.
-Ji Eun, cuando hace frío o llueve es cuando más personas vienen, el café llama, siempre lo hace-la chica hizo un puchero demasiado tierno para su propio bien o al menos esa era la impresión que le daba a Donghyun, mi mejor amigo.
-¡Hey, en vez de quedarte ahí parada ayúdame a limpiar la mesa, no esperes que yo haga todo el trabajo sucio, no seas abusiva-se quejó mi amigo desde el otro lado de la habitación. Ella no dijo nada más y se apresuró a terminar todo. Eran justo las 7:00am cuando colocamos el letrero de "abierto" en la entrada de la cafetería, esperando que algún universitario con prisa entrara a comprar una taza de café o algún panque lleno de azúcar, mismo que sería su primer alimento del día, lo cual era muy inapropiado ¿Acaso no sabían que los niveles de glucosa se verían altamente afectados? Después de 6 horas de ayuno, los niveles de glucosa en el cuerpo son mínimos y si lanzamos una bomba de azúcar al organismo, aquellas cantidades de glucosa se elevarían rápidamente para poder compensar lo que se ha consumido, muy mal. Por suerte ahí estaba yo, tratando de hacer sugerencias un poco más sanas a los universitarios y muchas veces resultaba aunque a Donghyun no le parecía correcto que yo hiciera tal cosa.
-Mira, si a alguno de ellos de la diabetes por tu culpa no vendrán ya a comer panqués, mejor que compren otra cosa aunque sea más barata y que sean sanos a que...
-Cállate, nosotros solo tenemos que vender lo que está en esas vitrinas, si ellos quieren comer eso, tú solo se los das, Wen. Para eso te pagan-me regañó el chico pelinegro aquella mañana.
-Ve a poner algo en la entrada para que los clientes puedan limpiar sus zapatos-le dije sin quitar los ojos de la caja registradora.
-Mira, ese chico se ve apurado y un tanto preocupado-Ji Eun señaló a un joven fuera de la cafetería. No era muy alto y tenía el cabello castaño. Llevaba una gran mochila abrazada, la cual intentaba cubrir de la lluvia torrencial-Es guapo-pude ver como Donghyun miraba con recelo al chico al otro lado del cristal, era muy tierno que no pudiera ocultar sus sentimientos por mi amiga.
-Yo también lo estaría, si su primer clase es a las 7:00am, a lleva 20 minutos de retraso.
-Además sus cosas se están mojando-la puerta de la cafetería se abrió de golpe, haciendo que la campana sobre ella girara por completo en 3 veces.
Todos alzamos la vista para ver lo que sucedía, era el chico de la mochila enorme. Él joven de cabellos castaños estaba empapado de pies a cabeza y soltando maldiciones cada que se daba cuenta de que las cosas se ponían peor para él, aproximadamente cada 3 segundos.
-Bienvenido a Caff...
-Americano-respondió a secas, ni siquiera lo pidió por favor y además de eso me había interrumpido. Lo miré un segundo para memorizar su aspecto, de hecho era bastante atractivo-¿No escuchaste? Un café americano.
-Yo no tengo la culpa de que te hayas levantado con el pie izquierdo ni que tu día haya comenzando siento una mier...
-Ya le entregan su café-Ji Eun me jaló del brazo y me mandó a preparar el café del niño grosero. Una vez que terminé le entregué su orden y me dio el dinero.
-A pesar de todo espero que tengas un buen día. Ya no seas tan amargado que te hace daño-después de decirle esto, el chico dio un sorbo a su café y como si no se lo hubiera esperado se apartó del café inmediatamente.
-Está caliente-se quejó dejando el vaso desechable sobre el mostrador.
-Bueno, si no recuerdas me has pedido un americano y obviamente está caliente.
-¿Por qué atiendes tú si no tienes la paciencia para tratar con clientes?-dicho esto, el chico se sentó en la mesa más apartada a esperar que la lluvia cesara al menos un poco para poder salir de ahí. Sacó una libreta de su mochila y después sacó una cámara preciosa de su mochila.
-Ve a disculparte, el pobre chico tuvo un mal día y tú solo le tratas mal, anda-me empujó Donghyun.
-Yo no tengo la culpa.
-Tú también te habrías puesto así si tu cámara carísima se hubiera mojado. No seas así, eres demasiado visceral en ocasiones.
Si me dirigí a la mesa del chico con una rebanada de pastel de chocolate en la mano (el cuál por supuesto saldría de mi monedero) fue porque sabía que era cierto. Siempre pensé que si una persona tenía un día malo, yo debía ayudarlo a hacer ese día un poco mejor pero hice todo lo contrario a esa creencia.
-Oye-dije con un poco de duda. El chico se veía demasiado angustiado, como si quisiera llorar y me sentí terrible por haberle hablado así-oh, vamos, no llores por favor-sentí que mis ojos se llenaban de lágrimas también. Odiaba ver llorar a los demás, pero sobre todo, odiaba que me vieran llorar a mí-me haces llorar a mí también, por favor.
-¿Qué necesitas?-preguntó bajando la mirada a su cámara Canon y soltando un poderoso suspiro.
-Vine a darte esto-coloqué la rebanada de pastel frente a él. Me miró inseguro unos instantes-me siento mal por hablarte así, tienes razón...lo siento, supongo que yo estaría igual si mi guitarra o mi cuaderno dibujos se mojaran. Digo, obviamente tu cámara es mucho más cara que mi cuaderno pero...
-Gracias-sonrió de lado y miró el plato con el pastel-necesito una cuchara...
-¿Es tu primer comida del día?
-Eso creo...
-Ten esto-le entregué un sándwich, era mejor que el pastel.
-No voy a pagar por eso.
-Te diría que es por parte de la casa pero eso sería una mentira, lo pagaré yo a modo de disculpa-rió fuertemente, incluso me asusto.
-Pensé que dirías cualquier cosa menos eso.
-Al menos estás riendo, pero...¿Por qué ibas a llorar?
-Me asusté, pensé que se había muerto mi cámara y eso significaba que mi proyecto final estaba arruinado y por tanto, mi calificación semestral igual.
-Oh, vaya, lamento eso.
-Está bien, no pasó gran cosa gracias a Dios pero, no es necesario todo esto, yo también fui grosero y tú no lanzaste esta lluvia sobre mis cosas...a menos que tengas el poder de controlar el estado del tiempo-Hablar con él me hizo darme cuenta que no era tan grosero como pensaba, solo lo conocí de la manera incorrecta. Sonreí cuando él lo hizo y me levanté de la mesa para seguir trabajando. Después de un rato, el chico salió de la cafetería.
Sorprendentemente el chico regresó a la cafetería al medio día, no esperaba verlo ahí y siendo honesta me hizo feliz que regresara. Desde la mañana había tenido ganas de verlo de nuevo porque ni siquiera sabía su nombre.
-Has regresado a pesar de que la chica que atiende es una grosera-dije al momento de entregar su orden.
-Sí, ella no es tan mala-miró su plato y sonrió de lado al verlo-pero he venido porque no sé su nombre-me sonrojé violentamente y me di la vuelta para ir a recoger alguna orden. Tomó mi muñeca, obligándome a girarme.
-WenQian.
-¿China?
-Sí, Hunan.
-No lo pareces.
-¿Tú cómo te llamas?
-Jeongmin-soltó mi brazo y me alejé de la mesa.
Al final del día tuve la oportunidad de hablar más con él, cosa que se nos hizo costumbre a lo largo del semestre. Nos volvimos muy cercanos, tanto que comenzó a preocuparme.
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Estaba lloviendo de nuevo, con la misma intensidad que el día en que conocí a Jeongmin. Me encontraba en mi casa, sentada frente a la ventana, con una taza de café sobre la mesa, al lado de mi celular. Miré la hora, faltaba poco para que dieran las dos de la madrugada y yo aún no tenía sueño y tomar café a esa hora no ayudaría mucho.
-Wen, ve a dormir ahora-dijo mi mamá desde la puerta de mi habitación.
-No tengo sueño-miré mi libreta de dibujo y sonreí ante mi obra casi terminada. Había quedado hermosa.
-Dame esa taza de café, así menos podrás ir a dormir, hija-mamá se acercó a mí y se quedó a mi lado unos momentos antes de suspirar.
-¿Es este el motivo de tu insomnio?-preguntó señalando mi libreta-¿El famoso Jeongmin?
-No es famoso, madre, casi no...
-No hablas de él conscientemente quizás, pero tu padre comienza a sentirse celoso-se burló de mí. Cerré mi libreta para que ella no pudiera ver más el retrato de mi amigo (para mi mala suerte) pero ella metió la mano en la libreta antes de que la cerrara-Es guapo ¿Le has dicho cómo te sientes?
-¿Cómo podría madre? Eso es atrevido, además es demasiado lindo, quizás tiene novia, apenas lo vi con una amiga suya...¿Bomi? Ni siquiera recuerdo, probablemente ella es su...
-Dijiste que era su amiga, no te imagines cosas, Wen. Ahora ve a dormir, no creo que soluciones nada estando aquí despierta, será mejor que vayas a dormir y mañana podrás pensar eso. Es tarde-obedecí sin más y me metí en mi cama.
A la mañana siguiente me sentía muy agotada, afortunadamente no tenía que ir a trabajar pero sí había quedado de ver a Jeongmin ese día a la hora de la comida. Estaba ansiosa, él me había dicho que tenía algo importante que contarme, probablemente fuera sobre la tal Bomi. Ella era muy bonita y se veía linda. Ese era el problema, que era muy linda y me caía bien. Si Bomi fuera menos linda y tierna, si me cayera mal sería más sencillo consolarme, ese era el gran problema, no podía decir nada malo contra ella.
-Wen, vamos a desayunar ahora, tu madre dice que tienes cosas que hacer y debes tener energías-mi padre jaló las cobijas para sacarme de la cama pero al ver que me oponía a ir a desayunar optó por cargarme hasta el comedor-Lyn, tú hija no se está comportando.
-Debe estar cansada, anoche se ha desvelado haciendo dibujos.
-¿Qué has hecho esta vez? ¿Vas a ir a una exhibición de arte de nuevo? No me dijiste.
-No es eso, solo lo estaba haciendo porque sí, no voy a exhibir este, es mío. Solo quiero tenerlo y guardarlo hasta que se haga viejo y amarillo-mamá sirvió un plato con Yongzi para todos. Tomé uno y comencé a comer.
-¿Pasa algo? Te ves distraída y me preocupas, Wen-mi padre dijo con la boca llena de arroz y carne de cerdo.
-No, estoy bien, estoy bien-¿Por qué me afectaba tanto que Jeongmin saliera con otra persona? "Porque te gusta" me dije a mi misma. Aunque sabía que eso era muy cierto, no quería aceptarlo abiertamente, eso solo haría el asunto más grande y más difícil de manejar.
Un par de semanas atrás Jeongmin y yo habíamos ido al parque de diversiones. Mi amiga JiEun, o IU como prefería ser llamada, me dijo que eso era una cita pero para mí solo eran dos amigos buscando pasar un buen rato.
En el parque de diversiones habíamos subido a una montaña rusa, no quería admitirlo pero me daban miedo las alturas, me costó trabajo no gritar como una niña pequeña cuando él me dijo que subiéramos pero accedí a subir con él. Estando en la fila él me había abrazado para "tranquilizarme", quizás no era muy buena ocultando mis emociones. Ya en el juego, tomó mi mano todo el trayecto, siendo honesta eso me había dado esperanzas en mi relación con él pero después de ver lo cercano que era con la otra chica, no quería ilusionarme mucho.

BOYFRIEND ONE-SHOTSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora