Una Semana con mi novia || Dahmo

02

Ya era martes, aún faltaba para que Momo se fuera así que aprovecharian el día al máximo. Dahyun fue al cuarto de su pareja para dejarle el desayuno y vio que estaba dormida, la escena de dio gracia y la despertó moviendola suavemente. Escucho un quejido, Momo la miró con sueño.

—Dahyun.. ¿qué hora es? —preguntó mientras se removia los ojos.

—Las nueve y punto, es temprano pero quiero que vayamos al centro comercial para pasar el rato. —Momo le dio un beso y empezó a comer, Dahyun sonríe y sale para dejarla sola.

Pasó una hora y Momo bajó para dejar la bandeja y lavarla, la coreana sonríe al verla con una ropa que casualmente le había comprado por su aniversario.

—Con que te pusiste la ropa que te regalé, ¿eh? —dijo burlona. —Oye.. no me ignores.

—No lo hago, es solo que se siente diferente ya que ahora estaré una semana contigo y no en esa gran casa.

Terminó de lavar la bandeja y buscó su tarjeta de crédito, Dahyun no se sorprendió tanto porque ya conocía como era la Japonesa. Salieron de la casa y fueron en bus, Momo no estaba acostumbrada pero así llegarían más rápido.

—No hay asientos, ven agarrate de las barandas. —indicó Dahyun.

—Porqué siento que se me hace similar.. —susurró mirando al fondo —¡Mina!

Mina escuchó su nombre y vio a Momo, va hacia ella y la saluda aunque no venía sola.

—Momo, cuánto tiempo ¿cómo estás? —miró a Dahyun que miraba a Chaeyoung. —Oh, Hola Dahyun.

—Hola Mina, no sabía que tenías esos gustos —se refería a Chaeyoung ya que era bajita, notó la mirada de Momo encima de ella —. Digo, gusto en volverte a ver.

—Por lo menos yo no bailé de pequeña como una loca. —murmuró bajo Chaeyoung pero Dahyun la escuchó.

—¿¡Que dijiste!? —habló alto llamando la atención de todos.

Momo se despidió y bajaron, la tenía agarrada del brazo como una niña. Dahyun se quejaba de que mataría a Chaeyoung.

—Ya calmate, ¿por qué no vamos a comprar comida? —la molestia de Dahyun se esfumó cuando Momo le pidió eso. —¿Es un sí? —asintió la coreana. —Pues vamos.

Compraron varias cosas además de la comida como ropa, joyas, zapatos y cosas así. Momo pagó la mayoría de las cosas para que Dahyun no gastara tanto. Aveces aunque no parezca, la japonesa no era presumida por tener dinero y eso, menos lo gastaba en cosas innecesarias.

Terminaron de comprar pero había un producto que no pasaba por la caja y la fila era enorme. Dahyun fue de regreso para agarrar otro del mismo producto dejando a Momo sola.

—Señorita.. ya que su amiga se fue, si es tan amable, ¿nos da el paso? —dijo una señora y la japonesa se sintió ofendida, ¿cómo que amiga? Y que le de el paso en la fila. Ni loca.

—Lo siento señora pero mi novia no tarda solo sea paciente. —le respondió en un tono normal para no sonar grosera.

—No sabia que era su novia, bueno entonces esperaré, es que mi hija está apurada. —su hija era de catorce años y estaba como muy apresurada.

—¡No puede ser! ¿Eres Hirai Momo? —preguntó la chica adolescente.

—¿Sí? Soy ella —se sintió un poco apretada por el abrazo. —. Wow, ¿me conoces?

—¡Pues claro! Tu hermana es una gran idol muy reconocida y te he visto en varias ocasiones con ella. —Momo se sintió halagada con eso.

—¿Te hago un favor? —la chica asintió confundida. —Te regalaré una llamada con mi hermana ¿bien?

La adolescente gritó de felicidad porque hablaría con su idola, Momo le dio su teléfono para que hablara con su hermana.

—¡Momo! Ya llegué, perdón me tardé un poco. —llegó Dahyun y le dio el producto a la cajera y le dieron las bolsas. —¿Por qué esa chica está con tu celular y llora?

—Es fan de mi hermana y le regalé una llamada con mi hermana. —vio como la mamá de la chica la abraza. —¿Señora?

—Gracias por darle esa oportunidad a mi hija de hablar con su idola. —la madre consoló a su hija que le devolvió el celular a Momo.

—Qué lindo, ¿no? —dijo Dahyun mirando con ternura la escena.

—Sí, vamos a la casa. Ya estoy agotada. —la coreana se ríe y se va junto a ella con las bolsas.

Llegaron y dejaron las bolsas en el sillón para tomar un vaso de agua. Momo terminó y fue directo a la cama pero no de su habitación.

—Momo, esa es mi cama. —Momo se metió dentro de ella. —¿Ahora dormirás en mi cama?

—Sí, si no te agrada ve al sofá y punto. —la coreana iba a decir algo pero Momo se queda dormida.

—Descansa Momoring. —le dio un beso en la frente y cerró la puerta, sin antes arroparla bien.

(Llegaron a las dos de la tarde pero Momo tenía sueño)