12

1.6K 180 59
                                    

Un poco de brisa entraba por el hueco que ayer se había quedado abierto en la ventana. Aún así no tenía frio, me recoloqué mejor en la cama y fue ahí cuando note en que posición estaba. Mi mano se apoyaba en el pecho de Carlos y mi cabeza se situaba entre el hueco de su hombro y su cuello, el me abrazaba por detrás mientras que su mano me apretaba mas hacía el.

Abrí los ojos asustada por lo mucho que me gustaba estar así con el e intenté retirarme al instante pero el me retuvo con calma.

— No te vayas que hace frío —Su voz ronca me estremeció.

Aún permanecía con los ojos cerrados y me había apretado contra el. No se muy bien porque me quedé abrazada a el, pero volví a ponerme en la posición anterior. Se erizó cuando noto mi respiración de nuevo en su cuello.

— ¿Qué hora es? —Miré hacía la ventana, lo máximo que me lo permitía su cuerpo.

El abrió los ojos y se estiró a duras penas, seguramente habíamos dormido en esa posición unas cuantas horas sin movernos. Alzó su mano izquierda, que estaba apoyada sobre mi hombro izquierdo y miro su reloj de reojo sin apenas levantar la cabeza.

— Las siete

— ¿¡Las siete!? —Me senté de un brinco en la cama y el bufo divertido

— Se acabo lo bonito —Poso sus dos manos sobre su cara desesperado

— ¿¡Que bonito Carlos!? ¡Tenemos que volver a Madrid! —Me levanté de la cama

— Madrid sigue en el mismo sitio independientemente de la hora a la que lleguemos, lo sabes ¿verdad? —Se sentó en la cama con pausa.

Lo miré unos segundos obligándome a parar a mi misma. Estaba sentado en la cama bostezando mientras se rascaba un ojo adormilado. Mi mirada bajó un poco más para ver su torso desnudo. ¿¡Va sin camiseta!?

— ¿Te has quitado la camiseta para dormir? —Lo señalé con mi dedo índice

— Tenía calor —Me mira intentando abrir los ojos torpemente debido a las legañas.

— ¿Y has dormido conmigo sin camiseta?

— Cuando me la quité aún seguía la almohada en medio y tu roncabas como un suricato —Me sonrío y sus ojos se achinaron débilmente, pues aún los tenía hinchados de dormir.

— ¡Yo no ronco! —Le tiro una camiseta que tengo cerca y el me mira divertido

— Si que lo haces

Junté mis labios enfadada y elevé las cejas molesta.

— ¿Pues esta mañana no decías que tenías frío? ¡Normal! Te has quitado la camiseta

— Cuando duermes con una persona pasa su calor por la cama y es normal que te de calor, pero si esta mañana has decidido llevarte la sabana para ti sola....

— ¿Y no se te ha ocurrido cerrar la ventana? —Lo corté

— ¿Y perderme la oportunidad de abrazarme a ti? —Elevó sus cejas burlón

— ¿Has quitado tu la almohada? —Lo miré por unos instantes acusadora

— La has quitado tu Lara, yo solo no iba a rechazar una posición taaaan cómoda

— Yo no he podido quitarla —Lo miré obvia

— Quizá haces inconsciente lo que tu conciencia quiere que hagas cuando estas consciente pero no lo haces porque estas consciente entonces lo haces de manera inconsciente cuando no eres consciente de lo que haces. —Me sonrió y lo miré aturdida

Tan predecible [Karchez]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora