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Mini maratón (2/2)

Lo bien que había congeniado con Carola e Imantado no había sido normal. Después de que Carlos y yo comiésemos y hablásemos y yo me diese cuenta de que me gusta mas de lo que yo pensaba. Llegaron ellos y nos quedamos hablando un buen rato, después volvimos a salir y me reí con ellos un montón.

Estaba orgullosa de que formasen parte de la vida de Alex. Y me sentí bien cuando dejaron caer que yo podía formar parte del grupo.

Es genial cuando sientes que te llevas bien con determinadas personas y te integran en todos sus planes.

Esta mañana nos habíamos despedido, pues habían quedado con mas amigos en una casa alquilada. Aunque me han insistido para que vaya se que ese no es mi lugar, no es mi grupo. Ambos me habían dicho que pasarían a despedirse el Domingo antes de irse a sus respectivas casas.

Entré al baño para echarme un poco de agua en la cara, la charla con Armando no había sido del todo fructífera y las prácticas de esta mañana en el laboratorio me habían dejado completamente exhausta. Así que solo necesitaba un poco de agua en la cara para despejarme antes de coger mi coche.

Me puse frente al espejo y suspiré mientras dejaba mi bolso sobre el amplio lavabo del baño. Bajé la mirada y cuando la subí, vi a través de mi reflejo a una chica detrás mía.

— ¡Joder que susto! —Me sobresalte y ella sonrió algo apurada

— Perdona, no quería asustarte. He salido del baño y he intentado no hacer ruido. —Sonrió inocente mientras sus increíbles ojos azules se achinaban.

— No te preocupes

Recordé que era la chica que aquella vez se sentó conmigo en la biblioteca. Ella se puso a mi lado para lavarse las manos en el lavabo colindante. Miró fijamente el grifo, como si le diese miedo tocarlo y fruncí el ceño.

— ¿Como te va? —Pregunté abriendo el grifo.

Ella se giró hacía mi sonriendo. Sentí que estaba agradecida porque había sido yo la que había empezado conversación.

— Genial, estudiando y eso.. —Sus ojos bailaron por todas mis facciones.— ¿Y tu?

— Igual, algo cansada —Me encogí de hombros mientras metía mis manos a remojo.

— Enseguida tendrás las prácticas ¿no?

— Si, bueno —Bufé mientras echaba jabón en mis manos.

— Uy no pareces muy contenta —Sonrió dulce y yo la miré negando

— Es que no me gusta la clínica que me ha tocado, pero no pasa nada —Le sonreí dulce yo también.

— Bueno, seguro que todo tiene su lado bueno —Elevó las cejas sonriente.

Y yo recordé la promesa de Carlos. Y sonreí nerviosa, ella se dio cuenta y sonrió más ampliamente.

— ¡Ves! Siempre hay algo bueno

— Si, supongo que sí —Asentí mirándola.

— ¿Qué tal está Karchez?

Su pregunta me dejó un poco anonadada. Giré mi cabeza hacía ella y fruncí el ceño extrañada.

— ¿Que?

— Oh.. por el puñetazo de ayer —Se cruzo de brazos algo tímida.

— ¿Como lo sabes?

— Me temo que Roberto ha ido contándolo hoy a todo el mundo, dice que se puso hecho un loco —Luchi negó algo pesada

Tan predecible [Karchez]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora