La verdad nunca eh sido un chico muy enamoradizo ni romántico, más bien, solitario y frio. Pero aquel momento cuando habló pude darme cuenta de que su voz era algo... linda no sabría como explicarlo pero fue como si claramente algo hubiera impactado en mi ese momento. Me senté a su lado, tan pronto lo hice ella se puso de pie y tomo su mochila café claro y se largó a caminar. Decidí ir tras ella.
-Hey, ¿Me das tu número del móvil....?-Tan pronto lo dije me quedé congelado mientras me decía a mí mismo mentalmente "Estás loco, eres un imbécil." ,No la conocía, pero algo en mi me hizo pedirle su número. Era estúpido y impulsivo... Por alguna razón me miró y sonrío sin decirme una sola palabra...Luego de unos instantes en silencio.
-Dame tu el número de tu móvil mejor.- Me dijo confiando en mí.
No supe que hacer hasta que reaccione y le di el número de mi móvil. Quería hablarle pero tan pronto iba a decir una palabra llega Martín corriendo.
-¡Marshall! ¡HUYE, CABRÓN! - Dice y pasa a toda velocidad con la bicicleta mientras a la distancia se divisaba unos guardias con la chica que Martín estaba coqueteando. Deducía de un momento a otro que lo había acusado pero ¿Y a mí?
-¡Mierda, Martín! - Tomé mi bicicleta y salí a toda velocidad del parque preguntándome el ¿Por qué rayos me perseguían a mí?. Tan pronto llegué a casa, Martín siguió su camino no quise preguntarle que había sucedido pero ya había pasado supongo que me habrá metido en algunos de sus fantásticos cuentos. Entre y fui a la habitación el piso estaba tan silencioso, encendí todas las luces y fui a mi habitación. De pronto el móvil vibra bajo el bolsillo de mi chaleco, veo el móvil y era un mensaje... Un número al cual no tenía en mi lista de contacto. Leí el mensaje.
-"Gran caída la de hoy"
Lo leí y comencé a pensar será Martín cambio de móvil, No ese imbécil no me hablaría así. Entonces... "¡Es la chica!" dije en mi mente.
-Eve, ¿Verdad?..- Escribí nervioso.
-Marshall ¿No?... -
Fue allí cuando me di cuenta de que era ella claramente, Pasamos hablando lo que quedaba del día era algo increíble. Luego miré la hora y ya eran las 3:00 Am. Entonces, decidí ir a a dormir. Al día siguiente lo primero que hago es mirar el móvil fue entonces que vi un mensaje de Eve.
-¿Aún duelen tus heridas?.- Mensaje de Eve.
La verdad sentí una preocupación de parte de ella como si hubiera un cariño algo aparte de ser dos desconocidos.
-Están bien fue una gran caída pero estoy bien.- Una gran caída en sus hermosos ojos pensaba en mi mente.
La conversación tomo vuelo de apoco y por la mañana empezábamos a hablar. Ya era Lunes, cuando debía ir a la Facultad. Cada mañana me iba caminando con Martín hacía la facultad. Cuando llegué, había un gran alboroto por todos lados fue entonces cuando intentado esquivar a los otros tipos para llegar al salón de clases. Era nuevo allí, tan pronto vi un cubículo libre fui a sentarme a este. Martín estaba en el campus solo desperdiciando el tiempo así que estaba solo y sin darme cuenta la clase ya había empezado. Comienzo a mirar hacía los alrededores porque la verdad después de unas cuantas horas ya estaba aburrido y logré divisar a una chica. Era Eve, no supe que hacer porque estaba en un cubículo más lejano entonces al terminar fui directo donde ella.
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Nuestro Propio Universo
Roman pour AdolescentsUn encuentro inesperado. Dos corazones uniéndose. Creando su propio universo.