Ah sh*t, here we go again [AMOLAD] [Reto "What if"]

Ah shit, here we go again - Parte 4

-¿Que hora es?

Muerte miró hacia abajo, divertido, antes de lanzar una rápida mirada por la ventana y ver que afuera aún todo seguía oscuro.

-Pronto. Muy pronto. Descansa un rato más. Te despertaré cuando amanezca.

-Esta bien. -Murmuró Vida moviéndose entre sus brazos, enterneciendo al otro hombre cuando le tomó por la cintura y lo apretó como si estuviese sujetando una almohada larga. -Pero duerme tú también. Va a ser un día largo y mis pequeños se merecen que estemos descansados y fuertes cuando tratemos de traerles de vuelta.

Y el creador calló en la placidez de una inconsciencia cálida y segura, ajeno a como sus palabras habían truncado la enamorada sonrisa de su pareja, tornándola de pronto en una mala mueca de pánico. 

"¡¿QUÉ HE HECHO?! "

Y aquello resonó cual alarido desgarrado dentro de su cabeza. 

El dios oscuro pasó entonces a mirar a su alrededor con horror. Como si acabase de toparse con toda aquella escena de golpe y por sorpresa, en vez de llevar horas en esa misma alcoba.

"¡¿PERO QUÉ HE HECHO?! "

Volvió a clamar mientras se cubría la boca con una mano, conteniendo la nausea que acababa de abordarle de forma violenta.

Se levantó del lecho de forma abrupta, ignorando como Vida lejos de despertarse, tan sólo se aferraba a otra almohada y se daba la vuelta para continuar durmiendo.

El cuarto había empezado a dar vueltas a su alrededor. 

Toda la felicidad y el placer que acaba de experimentar se tornaron de pronto como un mal chiste. Uno que le llenó los ojos de lágrimas. Y que le hizo sentirse enfermo y asqueado. 

La frenética sensación de vértigo que le zarandeaba finalmente le lanzó hacia delante. 

Cayó sobre una superficie fría, de textura cerámica, sobre la que sus pálidos dedos se sujetaron con fuerza. Allí vomitó de forma violenta, vertiendo lo poco que había en su estomago, pura bilis en realidad. Sin saber aún que se trataba de su propio lavado, en su mismo hogar. Al que se había transportado de forma inconsciente. 

"¡ESTÚPIDO!"  Le gritó entonces una parte de él mismo llena de rabia.

"¡ERES ESTÚPIDO!"

"¡MALDITA SEA!"

"¡¿CÓMO HAS PODIDO?!"

La garganta le ardía como el Nim y aún continuaba desnudo. Pero su cabeza continuó bombardeándole con todo tipo de certeras acusaciones:

"¡Médico te dio una sola misión! ¡UNA! ¡Llevarle a Vida!"

"¡Porque tenía razón! ¡Él no esta bien! ¡Su mente sigue sin estar bien! ¡Y TÚ lo sabías! "

"¡¿Cómo pudiste olvidarlo?!"

"¿Te gusto su dulce mentira? ¿Por fin un final feliz? ¿Tanta ganas tenías de tocarlo que hicisteis oídos sordos a todo lo demás?!"

"¿Cuánto pensabas que iba a durar?"

En ese punto se quebró, y rompió en llanto, pero las acusaciones dentro de su cabeza no cesaron:

"¡Él no puede perdonarte cuando ni siquiera ha sido capaz aún de recordar lo más importante!"

"¡Lo sabías! ¡Lo sabias cuando lo acompañaste a su casa! ¡Cuando entraste en su habitación!"