La novia sustituta del coronel He - PARTE 1

Capítulo 35. Pervertido

"¿Qué? Cariño, ¿por qué te detienes? Estás preocupado por mí, ¿verdad? "Al ver que Xu Yangyi bajó la mano, He Jingyan lo dijo con picardía, aunque ciertamente sabía la razón por la que Xu Yangyi no lo había abofeteado.

"Si estoy preocupado por ti, entonces debo estar loco. Simplemente no quiero que me culpes por haberte desgarrado las heridas."

Xu Yangyi miró ferozmente a He Jingyan, que estaba sonriendo y le hizo una señal para que saliera de su cuerpo. Sin embargo, He Jingyan acarició el rostro de Xu Yangyi mientras sonreía y luego lo besó en la mejilla.

No en vano, Xu Yangyi estaba irritado. Levantó la mano y estuvo a punto de abofetear a He Jingyan, pero la mano fue agarrada con firmeza. "Cariño, ¿y si realmente empeoras mis heridas? No olvides que ahora soy un paciente".

Ese era He Jingyan, un hombre astuto que siempre le recordaba a Xu Yangyi sus heridas para despertar su culpa por haberse roto las costillas.

Xu Yangyi torció la boca. "Pero tu bastardo no pareces un paciente en absoluto. En cambio, parece que no te pasó nada."

'¡Maldita sea! ¿Cómo puede ser un paciente si todavía está jodiendo conmigo de tan buen humor? Este maldito hombre solo usa mi culpa para amenazarme.'

"¡Esta bien! Confieso que yo te rompí las costillas, pero ¿por qué a menudo juegas conmigo? ¿Quieres que te lo compense con mi propio cuerpo?"

Xu Yangyi arrugó las cejas. Aunque estaba bastante enojado, dijo esas palabras con un toque de impotencia y mutismo en su tono.

"¿Tu cuerpo?" He Jingyan repentinamente repitió significativamente, y luego sonrió, "Esa es realmente una buena idea. Cariño, ¡tratemos de hacer un bebé ahora!" Sus manos comenzaron a correr ampliamente sobre el cuerpo de Xu Yangyi.

"¡Ve ... vete al infierno para hacer eso con tu cuerpo!"

Xu Yangyi tartamudeó y se sonrojó de inmediato debido a las acciones eróticas de He Jingyan. Considerando que, al instante se puso furioso y estaba a punto de golpear las manos de He Jingyan. En este momento, He Jingyan actuó patético y dijo: "Cariño, no me siento bien".

Como un niño inocente, Xu Yangyi no entendía lo que He Jingyan quería decir con "no sentirse bien". Se quedó atónito y dijo: "¿No te sientes bien? ¡Ve a buscar a tu médico! No puedo hacer nada por tu dolor." Luego luchó por deshacerse de He Jingyan. Sin embargo, He Jingyan permaneció impasible y presionó a Xu Yangyi, lo que hizo que Xu se enfadara e indefenso, pero no pudo vencer a He Jingyan por el bien de sus heridas.

He Jingyan le explicó seriamente a Xu Yangyi: "Querida, el doctor no puede ayudarme con eso. Solo tú puedes ayudarme."

Xu Yangyi estaba confundido y estaba a punto de preguntar qué podía hacer para ayudar. No obstante, en el segundo siguiente, finalmente se dio cuenta y maldijo ferozmente: "Vete al infierno, té vas al infierno. Maldito bastardo."

'¡Maldita sea! ¿Quién se cree que soy? ¡Qué maldita bestia es!'

Si He Jingyan no estuviera herido, Xu Yangyi definitivamente lo mataría a golpes.

Pero ahora, no podía hacer nada más que rugir, "¡¡Ah!! ¡Pervertido! ¡Canalla!"

'¿Cómo puede haber alguien como él en este mundo? ¿Todos los seres humanos van a morir? ¿Cómo puede un hombre así ser tan poderoso con tantas conexiones?'

"¿Escoria? Cariño, es tan hiriente. Fuiste tú quien me rompió las costillas, ¿verdad?" He Jingyan continuó recordándole a Xu Yangyi su condición miserable.

Sintiéndose culpable, Xu Yangyi no refutó, aunque todavía estaba furioso.

Xu Yangyi dijo enojado: "Así que ya me he disculpado contigo. ¿Qué más esperas que haga?"

'¡Maldita sea! ¿Quiere que me pegue a mí mismo? Debe ser tan doloroso.'

"Pero si la disculpa puede resolver el problema, ¿por qué necesitamos a la policía? ¿Tengo razón?"

"¡El trabajo de la policía es castigar a la escoria como tú!" Sin dudarlo, Xu Yangyi respondió y puso los ojos en blanco ante He Jingyan.

'¡Él realmente me considera una escoria en su mente!' He Jingyan torció la boca.