Capitulo 1

15 2 0
                                    


Observo con detenimiento cada punto de mi lista de "cosas por hacer" y observo con detenimiento mi habitación para asegurarme que nada se me olvide

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Observo con detenimiento cada punto de mi lista de "cosas por hacer" y observo con detenimiento mi habitación para asegurarme que nada se me olvide. Aunque esa parte es difícil porque, aunque me gradué de la prepa con buenas calificaciones, ingrese a una muy buena universidad al norte del país, era sobresaliente en mis clases...tengo el cerebro de Dory cuando se trata de cotidianidades como comer, sacar la basura (Aunque esto sería para mi madre pereza infinita), darle de comer a Capito, mi gato. Aunque es un gato, ellos son independientes, no necesitan de un ser humano para llegar a sus objetivos. Deberíamos imitarlos en cierto punto. Y digo cierto punto porque son algo perezosos. Bien, ahora divago ¿en qué estaba? Si, claro. Mi peculiar parecido con Dory. Una vez deje a mi hermano en una tienda de ropa. Me había emocionado con

Miro mi buró clásico lleno de notitas, fotos, libros y mi ordenador. Es la parte de mi habitación que más extrañare, es mi espacio. Donde descubrí lugares que quiero visitar, donde anoté las direcciones de estos y aprendí de culturas, donde tengo mis collages con lugares geniales y gente haciendo cosas geniales, simplemente es mi lugar. Creo que todos tenemos un lugar para inspirarnos, desde un espacio natural, una plaza, un amanecer una playa o lo que sea que inspire a las personas. El mío es mi escritorio, es mi refugio, donde escribo y despejo mi mente, donde investigo y descubro cosas o lugares geniales a través de un libro o mi ordenador. Y obviamente todo este amor a la escritura e investigación me llevó a una decisión, la cual es dedicarme a eso. Ser escritora y escribir artículos increíbles sobre ciudades, sobre personas que hagan un cambio en el mundo, lugares increíbles que valga la pena visitar.

Lo sé, soy algo aburrida. Pero es lo que quiero. Pero no los aburriré con mi pasión por las letras y los artículos de cultura.

- ¿Tienes todo, cariño? - mi papá se asoma por la puerta de mi habitación con un vaso de jugo de fresa.

-Si. Solo observaba a ver que me faltaba. Pero creo que tengo todo. - el levanta el pulgar y sale de la habitación gritando un "te esperamos".

Toda mi corta vida he añorado este momento. Es como un sueño. Me pellizco en la muñeca para comprobar que no estoy dormida y no, señores y señoras. Estoy muy despierta y emocionada. Desde que tengo memoria he querido este viaje, cuando salí de la preparatoria lo hable hablé con mis padres y decidimos esperar mi mayoría de edad; y luego que cumplí los dieciochos encontré un empleo para cubrir parte de los gastos del viaje. Creo que fue la etapa más esperanzadora de mi vida, cada día llegaba a Casa Burger a trabajar como mesera y créanme que tener a Carlos Bianté como jefe no es nada lindo, no había momento más estresante que aquel cuando se me olvidaba el pedido de un cliente (porque soy Dory es versión humana) y Carlos gritaba lo inepta que era y tenía que soportar sus ridículos disfraces de hamburguesa que nos hacía vestir. Pero, aun así, mi consolación era el viaje y los momentos increíbles cuando Marle, Gabo y yo robábamos del área de postres las deliciosas tartas de limón. Si, esperanzadores.

Vera no sabe su destinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora