"Más adelante, gira a la izquierda", Su mamá se sentó en el asiento del copiloto para indicarle a su padre el camino, "Después del cruce de más adelante llegarás".
Gu Zhong iba sentado en el asiento trasero, mirando por la ventanilla la escena de la calle; las diversas pequeñas tiendas de conveniencia, las cafeterías, los puestos de verduras a los lados de la carretera, y los cibercafés donde se podía ver el precio de un simple vistazo, un yuan y medio por hora, no mucho más.
Su destino era una universidad, y sólo cuando el coche estaba delante de ella, Gu Zhong vio un pequeño cartel en el lateral de la puerta, con letras negras sobre fondo blanco.
"Me siento un poco deprimido". Dijo.
"Normal, con tus tristes notas, sólo puedes ir a una escuela deprimente", dijo su madre, "Bájate".
"No me habéis pagado los gastos de manutención". Dijo.
"Cincuenta", dijo su padre.
Su madre sacó 50 yuanes y se los entregó: "Diez yuanes al día por comer y dormir en casa todos los días entre semana y comer y dormir en casa los fines de semana, es un precio justo, ¿no?".
"Estas represalias...", dijo, "¿Podéis darme lo suficiente para un mes?"
"¿Lo quieres o no?" Su madre agitó el billete en el aire.
Cogió el dinero y abrió la puerta del coche.
En la entrada de la escuela se reunieron varios alumnos, y una chica lloraba mientras gritaba: "¡Me quiero ir mi a casa! ¡Qué escuela de mierda! ¿Y esto se considera una universidad?. ¡Quiero ir a casa! Quiero repetir mis estudios...".
"Suena realmente impactante", dijo Gu Zhong mientras sostenía la puerta del coche, mientras divisaba las puertas minimalistas de la escuela y escuchaba los gritos lamentables y parejos con un sentimiento perfectamente trágico, lo acabaron por distraer un poco, "Mamá..."
"¿Entonces vuelves a repetir?" Dijo mamá.
"Adiós". Gu Zhong cerró la puerta del coche, tocó los 50 yuanes que llevaba en el bolsillo y entró en la escuela con los gritos de la chica sonando de fondo.
La voz despectiva de su padre atravesó la puerta en el momento en el que esta se cerró.
Eso es todo lo que tiene por ofrecer.
El proceso de orientación de la escuela era tan simple como sus puertas de acceso, y Gu Zhong sintió que no había experimentado adecuadamente lo que era ir a la universidad antes de estar sentado en el aula escuchando a la profesora de la clase.
Aunque tampoco estaba de humor para experimentarlo.
La profesora de la clase era una mujer de mediana edad de aspecto afable, y Gu Zhong escudriñó distraídamente sus oídos al escuchar que parecía hacer las veces de tutora, y no pudo evitar que un breve tsk saliera de su boca.
"Bien, pues vamos a presentarnos todos y a conocernos", dijo la profesora de la clase, "empezando por mi izquierda".
Todos en el aula giraron la cabeza al unísono para mirar a su izquierda.
Sólo cuando Gu Zhong se percató de que los ojos de todo el mundo estaban puestos en él, se dio cuenta de que estaba en el lado izquierdo de la profesora, y además era el primero.
"Mi nombre es Gu Zhong." Sintió que tener que presentarse era bastante aburrido, la última vez que recordaba haberse presentado así fue en su primer año.
"Tienes que subir aquí y decirlo", le dijo la profesora, "para que todos nos veamos claramente".
Gu Zhong no se movió.