Cartas de un dragon triste

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Las cosas no habían salido nada bien, al principio vio a Harry entrar bien y con seguridad al laberinto, deseando que el azabache saliera bien de allí, mientras pasaban los minutos esa sensación de que algo no estaba bien lo invadió, y lo confirmo cuando Harry apareció, Draco sabia  que algo no estaba bien, quiso correr hasta el pero sus amigos lo impidieron, vio como se lo llevaban y al cuerpo de Diggori, Draco bajo de las tribunas corriendo con desesperación

—¡¡Espera Draco!!— grito Pancy y lo detuvo

—Debo ir con el, tengo que ir con el —dijo con desesperación tratando de zafarse del agarre de sus amigos

—Draco no puedes, tu padre se enterara, hey, cálmate —pidió Theo sujetándolo, el rubio trato de calmarse  —vamos al cuarto, luego lo veras – susurro, el rubio  asintió y sus amigos lo llevaron, Draco estuvo inquietó  mientras pasaban las horas, cuando no pudo mas se escabullo hasta la enfermería, sabia que Harry estaría allí, entro en silencio y se acercó a la camilla del azabache entro cerrando las cortinas, noto los cortes y moretones  que el azabache tenia, y mordió su labio con fuerza, mientras sentía una opresión en el pecho

—Tu padre estaba allí— escucho la voz de Harry, y lo miro a la cara —el estaba allí – susurro – es un mortífago, Ron tenia razón, solo soy un juego para ti ¿verdad?— suspiro y se quito la pulsera lanzándosela  —largo, no quiero verte mas— susurro y se güiro dándole la espalda, Draco solo se quedo callado sin saber que decir, su padre habia arruinado todo, suspiro entrecortado  y se fue, al llegar a su cuarto sus amigos lo notaron

—¿Como esta?— pregunto Pancy, el rubio no dijo nada, no se movió eso asusto a Pancy y se acercó   — ¿Dray?— susurro y el rubio la abrazó  comenzando a llorar se aferro a la pelinegra mientras lloraba, Pancy lo ayudo a sentarse y el rubio siguio llorando aferrado a la pulsera, cuando se calmo le conto a sus amigos lo que paso, los tres abrasaron al rubio tratando de calmarlo.



Harry se levanto si ánimos, pero tenia que guardar sus cosas  para la vuelta a casa, no habia podido dormir desde lo de cedric, se culpaba por no haberlo salvado y por confiar en Malfoy, comenzó a guardar sus cosas en silencio para no despertar a sus compañeros,   tomo su ropa y comenzó a doblarla y guardarla hasta que vio la piyama de Draco, la tomo, mordió levemente su labio mientras acariciaba las letras grabadas del nombre del rubio

—Creo que el no sabia— hablo ron, Harry lo miro y este estaba sentado en su cama algo adormilado— esa noche cuando te llevaron, hermione y yo bajamos de las tribunas, yo mire a donde estaba Malfoy y el bajaba con rapidez se veía desesperado, sus amigos lo sostuvieron para que no corriera, repetía que tenia que ir contigo— hablo con calma

—Su padre estaba allí— susurro Harry, Ron suspiro, no podía creer que estaba defendiendo a Malfoy

—Pero tal vez el no lo sabia, Harry estuvo por mandar todo al demonio en cuanto te vio llorando, si no fuera por sus amigos ya todos lo sabrían, no defiendo a su padre, pero si a Malfoy creo que debes hablar con el – susurro encogiéndose Harry solo asistió y guardo la piyama en su baúl

—Lo pensare— susurro cerrando su baúl.



Por primera vez en mucho tiempo la vuelta a casa fue algo que Draco no quiso que pasara, Harry no lo miro ni cuando se fue de la estación, su madre habia ido a buscarlo y no se quejo de que su padre no estuviera, al llegar a la mancion se disculpó con su madre y se encerró en su cuarto,  miro la pulsera  la guardó  y se acostó en su cama mirando al techo, tenia que hablar con Harry pero sabia que los estarían vigilando. Los días y las semanas pasaron, tubo que enfrentar a su padre y actuar como todo un mimado, quiso crusiarce cuando tubo de hablar mal de Harry, no quería hacerlo pero tenia que guardar apariencias, luego de un mes se cansó, tomo pergamino y comenzó a escribir una carta para el azabache, cuando termino llamo a Dobby, el elfo apareció luego de un rato y lo miro con desconfianza


—¿Que desea el amo Draco?— preguntó, Draco se arrodillo frente  a el

—Por favor Dobby, dale esta carta a Potter— el duende lo miro mal y el rubio suspiro – no es nada malo, por favor solo dásela, necesito que se la des—pidió extendiendo la carta, el elfo la tomo y luego desapareció sin decir nada, Draco suspiro y cubrió su cara mientras se sentaba en la cama, necesitaba ver a Harry.



Pasaron semanas desde que empezó a recibir  cartas de Draco, Dobby las dejaba en su cama al igual que comida, en todas las cartas Draco le pedía que durmiera y comiera bien, el rubio le contaba las cosas que hacia, o lo que quería hacer, también le pedía perdon y le rogaba que contestará aunque sea una mandándolo al demonio, pero Harry no lo hacia, solo las leía y comía lo que el rubio le mandaba, a veces le enviaba  galletas que su madre hacia, o tarta de melaza, su favorita, y a veces pociones para dormir sin soñar, el azabache se la pasaba leyendo y releyendo las cartas, las tenia escondidas en una caja de zapatos debajo de su cama, era del único que recibía cartas, sus amigos no le enviaban nada, ni siquiera Sirius le enviaba  nada, espero algo pero ni siquiera para su cumpleaños llego algo, la carta de Draco llego en la noche, Dobby  dio un paquete, el azabache tomo la carta y la leyo


Querido Harry:

Se por Dobby que lees mis cartas, y se que no quieres contestar pero no importa, lamento lo que paso, nose cuantas veces lo dije, pero lo seguiré diciendo hasta que me creas, te quiero, en serio te quiero, no es un juego, y nunca lo será, hoy es tu cumpleaños, no sabia que regalarte, se que estas con los muggles, asi que aproveche  a la noche para enviártelo, espero te guste, e estado aprendiendo algo de cocina mágica, mi madre tenia razón es divertida, pide el deseo que mas quieras, te quiero.

Atte: un Draco Malfoy triste.



Harry sonrio leve por lo ultimo y abrió la caja, era un pequeño pastel eso le sorprendió, Harry soltó barias lagrimas, las velas se encendieron  alumbrándolo, el azabache suspiro cerro los ojos pidió un deseo y las apago, sonrio y comió algo del pastel, al parecer Draco era bueno cocinando. Esa noche Dobby apareció en el cuarto del rubio  mientras este hacia su tarea, el elfo le dio la carta y Draco sonrio al abrirla lo único que decía  era “te veo en hogwarts, despues del banquete en la torre.

Pdt: el pastel estuvo rico”, Draco suspiro sonriendo y guardo el pergamino, al menos era algo.


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