Capítulo 9 <> Mensajes De Texto📱

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Hagakure juraría que estaba en el cielo.

Todo a su alrededor parecía un sueño, algo irreal y totalmente irrelevante a comparación de quien ahora estaba frente a él.

Kuwata se veía tan hermoso ante su vista. El pelirrojo hablaba y hablaba sobre sus gustos y algunos temas musicales bastante buenos mientras que Hiro se dedicaba a observarlo y escucharlo atentamente. Era simplemente magnífico. Como si ambos fueran amigos de toda la vida, reían y comentaban juntos de las cosas que decían.

—entonces arrojé el bate al otro lado de la cancha y grité: "¡este no soy yo! Puede que tenga talento, pero eso no significa que quiero dedicarme al béisbol toda mi vida. Quiero explorar y conocer otras actividades que puedo realizar, y quien sabe, talvez tenga mucho más talento con otra cosa que con el béisbol. ¡Así que hasta aquí! ¡Renuncio! ¡No voy a seguir haciendo esto!" luego me di la vuelta y salí con mi dignidad intacta y un peso menos sobre mi—relata Kuwata con los brazos cruzados y el pecho inflado de orgullo.

—increíble. Debiste tener mucho valor en ese momento para haber dejado salir tus verdaderos sentimientos con respecto al béisbol—comenta Hiro mostrando una expresión asombrada

—no hombre, en realidad estaba casi cagandome del miedo. Pensé que a nadie le importaría y de igual manera me seguirían obligando a ser el beisbolisa estrella... Pero al final, decidí que estaba harto, así que simplemente... Salió y ya. Mi padre sí se molestó un poco cuando llegué a casa después, pero al final todos lo terminaron aceptando así que ¡todo bien!—dice Leon en medio de una risa y apartando la mirada. Hubo un momento de silencio en el que el pelirrojo seguía con la mirada hacia un lado mientras se mordía levemente el labio, pensando en lo que dirá a continuación —cambiando un poco de tema, ¿a qué hora termina tu turno de hoy, Hiro? —finalmente se atreve a preguntar, regresando la mira a los ojos color miel del contrario

—ah, bueno, mi turno ha sido el de la mañana así que hoy salgo a las 3:00pm. —Yasuhiro mira el reloj en la pared del local —y son las 2:26pm. Así que termino en... —el castaño comienza a hacer cuentas con los dedos —¡34 minutos! —responde al fin con una sonrisa

—genial, genial —murmura Leon. Es entonces cuando Hagakure notó como el chico parecía tener más que decir, pero había algo que se lo impedía. ¿Qué podría ser?

—¿por qué preguntas? —suelta Hiro sin poder aguantar la curiosidad, inclinando levemente la cabeza. Y parece que esas palabras eran las que esperaba Leon que dijera, pues éste sonríe levemente apoyando sus codos sobre la mesa

—oh, bueno, ya sabes... Hay veces en las que estas conversaciones quedan mejor en otros ambientes—dice Leon con una sonrisa que parecía llena de seguridad. Aunque el hecho de que sus piernas temblaban levemente no lo hacían ver del todo seguro —Así que pensé que podríamos-

—ah, Hiro. Ahí estas —una voz tras ellos interrumpe las palabras de Kuwata. Este mismo voltea a ver quien fue el que se atrevió a interrumpir su momento de valentía, cuando entonces se encuentra al jefe del lugar

Kiyotaka Ishimaru se acerca a ellos

—hey Taka, sales temprano hoy. Y tan elegante eh—Hagakure comenta con una sonrisa. Pero al ver la incomodidad en el rostro de su amigo, se da cuenta de lo que estaba pasando —espera... No me digas que tienes otra cita...

—lamento informarte que estas en lo correcto —Taka asiente con la cabeza, también se veía mortificado por ese hecho —ya sabrás lo que te pediré entonces

—por supuesto que sí —Hiro alza la mano y el azabache le entrega las llaves del local

—puedes pedirle al resto que el que quiera se puede quedar a ayudarte en la limpieza y demás. Para que no estés tan solo como la última vez —sugiere el azabache acomodándose un poco la corbata de su traje

Un Corazón Tan Dulce Como El Azúcar &lt;Hagakureon&gt;Donde viven las historias. Descúbrelo ahora