¡Date cuenta, idiota! (Mitsuba x Kou)

|02|

-JAJAJAJAJAJA ¡No me lo creo Mitsuba!- Un azabache reía sobre lo que su amigo le había contado, escandalosamente como de costumbre.

-Ya cállate, maldito enano de mierda...- Mitsuba estaba frustrado, fue el primer intento de "coqueteo" que hizo, y salió sumamente mal.

Kou había llevado a Sousuke a rastras hacia la enfermería, en la cual le dijeron que no tenía nada malo. Lo peor fue que el rubio comenzó a pelear con la enfermera para que lo revisaran de nuevo, ya que, según él, su amigo estaba enfermo.

Al final, terminaron castigando a los dos.

-¿Y ahora tienes que limpiar el salón con tu enamorado?- Preguntó Tsukasa burlonamente, ganándose una mirada asesina del peli rosa.

-Tsukasa, detente- Regañó Sakura al joven- Estás siendo sumamente molesto.

-Aww- Se quejó, haciendo un puchero.

-¿Es que acaso no entienden? ¡Estoy entrando en desesperación! Dije algo tan obvio y ese idiota ni cuenta se dio.

-Mitsuba, apenas y fue tu primer intento, ¿No deberías calmarte?- Sugirió la peli verde, mirando neutral a su amigo.

-Sakura-chan tiene razón, Mitsuba- Hablo el pelinegro, sonriendo de manera maliciosa- Además, puedes aprovechar esta ocasión para devorarle los labios.

-¡Cállate el hocico, mierda!- El peli rosa le dio un golpe seco al oji ámbar, para después salir corriendo del lugar, extremadamente sonrojado.

No era capaz de descubrir qué era lo que le ocurría, sentía tantas cosas, su mente era realmente un desastre. No había planeado nada de lo que estaba viviendo, y eso lo frustraba. Las cosas tenían que salir perfectas, en especial si se trataban de Kou. El solo quería que sus amigos mostraran un poco de empatía, solo eso. ¿O acaso él era el problema? ¿No era lo suficiente bueno como para merecer cariño?

Estaba tan concentrado maldiciéndose a sí mismo, que no se percató que llegó casi al otro lado de la escuela, justo al viejo edificio. Era un bonito lugar para estar solo.

Solo se sentó ahí, observando por la ventana las nubes que adornaban fugazmente el cielo. El sol alumbraba entre estas, cómo siempre.

¿Qué sería del cielo sin el sol? Normalmente, lo que más caracterizaba al manto azulado era aquella estrella que se encontraba alumbrando la vida de todos en las mañanas, y una leve parte de la tarde. Siempre se encontraba ahí, aunque no lo puedas ver, nunca se va.

Así mismo, ¿Qué sería del sol sin el cielo? Cuando piensas en el sol, siempre lo recuerdas rodeado de aquella capa azul, que pareciera que lo sostiene todo el tiempo, dándole alguna especie de motivo para existir.

Que cosas tan raras pensaba aquel joven. Él sabía perfectamente que no tenía oportunidad con Kou, y aún así quiso intentarlo, no de la mejor manera, pero lo intentó.

Supo que no se debía rendir, amaba a Kou, y no se iba a echar para atrás solo porque el primer intento de insinuación salió del asco.

En el momento más inoportuno, el timbre de la última clase resonó por las paredes del lugar. Mitsuba solo se levantó de su lugar, estirándose mientras se tambaleaba un poco. Poco después, empezó a andar hacia su salón, suerte que esa clase no le tocaba con Kou, así podría pensar un poco en paz.

° ° °

Por fin, el momento había llegado, tenía que limpiar el salón junto con Minamoto.