Capítulo 2 Gaia

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Maya era una chica de cabello rizado, muy hermosa, tenía su piel adornada con tatuajes de plumas haciendo alusión a que ella tenía como tótem a el ave emplumada. Llegamos a Gaia, una muy hermosa metrópolis, más hermosa que todo lo bello que había presenciado antes, la ciudad estaba situada en la copa de los árboles muy parecidos a las Adansonias pero más grandes y gruesos, calles y puentes de arbol en arbol asi era Gaia.

Al llegar a Gaia se me acercaron las tres  ancianas del pueblo, decían que las ancianas eran personas místicas seleccionadas por Gaia misma para ser su voz en la tierra. Yo me mantuve muy escéptico al escuchar, pero me dijeron que dos de las ancianas se quedarían al cuidado de Rutti mientras la más importante de las ancianas Ixchel respondería a todas mis preguntas. Caminamos por un par de horas, yo sabía que Rutti estaba en buenas manos porque a pesar de no estar con él físicamente si podía sentir todo lo que pasaba a su alrededor, sentía todo lo que pasaba como con el automóvil semanas atrás.

Así empezó su historia .-Hace mucho tiempo cuando nada más existía el cielo y la oscuridad habitaba una deidad la cual tenía por nombre Gaia, Gaia creó a todo y a todos los que ves a tu alrededor, creó las estaciones, el agua, el fuego, el cielo... Todo, todo tiene un principio en Gaia pero un dia creo a algo de lo que se iba a arrepentir por el resto de su eternidad, Izanami fue su creación, la única razón de la existencia de Izanami es crear el caos y la destrucción en todo lo perfecto que Gaia había creado. Tengo informada que ya conociste a los descendientes de Izanami... A esos que tú llamas zombies, no son como tales muertos, simplemente que no tienen alma ni libre albedrío, son usadas como marionetas por el alfa. Mas sin embargo aún hay otro tipo de criaturas que tu no has visto y sinceramente Bjorn espero que nunca debas ver ni enfrentarte a ellas. Nacidos como humanos más eligieron seguir a Izanami por la avaricia y el poder, criaturas que reemplazaron sus partes humanas por partes mecánicas, reemplazando su humanidad también. 

No pude contener mi intriga, así que  le pregunte,  porque Rutti tenía el dibujo de una montaña en la cabeza y también   controló  la tierra y que también porque yo había podido conectarme con aquel vehículo. Quería respuestas pero ella solo respondió una parte, según ella dijo lo que debía ser dicho.

 - Joven  Bjorn, tanto Izanami como Gaia tienen descendencia. Tu eres descendiente de Gaia y ese tótem al que tu llamas Rutti es la otra mitad de tu alma, por eso es que lo encontraste en una pueblo vacío sin ninguna señal de vida, el desperto primero así que probablemente el sintió que estabas muriendo de hambre ya que si  mueres él también lo hace. El que se haya transformado en su modo continental fue por tu comando, por eso sientes lo que él siente y ves lo que el ve.

Intuí que Maya también era otra descendiente de Gaia, cuando ella dijo que si yo muero Rutti también muere un sentimiento frío invadió mi ser ya que Rutti casi moría defendiendome de el alfa, pero estaba más tranquilo ya que al menos tenia mas respuestas y al fin podía recordar mi nombre Bjorn. Ahora entendía porque desde la sombra de Maya se manifestó Quetzalcoatl, quería volverme más fuerte para poder comprender a Rutti porque aun sabiendo que él era mi otra mitad yo aun lo veía como si fuera un amigo... Mi mejor amigo.

Pasaron varios días, las tres ancianas cambiaron mis ropas sucias y viejas por un kimono blanco con decoraciones árboles y montañas, Rutti seguía en reposo cada día iba a verlo, ahora entendía porque él me había salvado, mas no me explicaba qué era lo que había pasado, pensaba que al recordar mi nombre todo se me haría más claro o recordaría todo pero lo unico que me había dejado habían sido visiones, visiones de un hombre alto con barba, pelo castaño y con una larga cicatriz en la mitad de la nariz, no sabía quién era, simplemente aparecía de vez en cuando en mis sueños.

Había un sueño que me llamaba la atención, un sueño en el que ese hombre estaba trabajando moviendo pedazos de metal con la mente, o al menos eso parecía, sentía que lo que el hombre estaba relacionado con lo que había pasado con el automóvil aquella vez. Sabía que debía buscar a ese hombre para tener respuesta de lo que había pasado, porque de repente me había desvanecido y había tenido un tipo de conexión, pero más importante el hecho de porqué era que por más que lo intentara nunca había vuelto a suceder.  

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