Capítulo 3 Guerra

8 0 0
                                    

Esa misma noche todo se percibía pesado, no había ni un alma en la calle , como si el aire se hubiera convertido en vapor entrando por tu nariz y llegando a tus pulmones, como si hubiera ahogado a todo ser cercano a Gaia.. Pasaron varias horas, estaba caminando con Rutti como diariamente hacía desde que él había despertado , hablando con él, ciertamente eso me había ayudado para entablar y fortalecer una relación

con el ser que tenía la otra mitad de mi alma. -Sabes es gracioso, el saber de que lo que nos une es más fuerte que solo un lazo de dueño y mascota, si muero... si muero tu mueres también, supongo que eso es la vida. ¿no? Pero sabes que Rutti, tu y yo viajaremos por el mundo en busca de las ciudades de las deidades caídas, si algún día tu y yo iremos en busca de la verdad, la verdad que tanto anhelo, debo saber de donde saliste y que fue de mi antes de perder la memoria, debo recordar quién es ese hombre que me acecha en mis sueños.... Debo saber.

Al terminar de hablar hubo un silencio muy seco... ... ... y entonces fue ahí que desde el edificio más alto de Gaia salto el alfa, justo como en mi sueño pero tenía la boca cosida y se le podía ver una infección bacteriana repulsiva, pero eso no le evitó perseguirnos, tome a Rutti en brazos y empeze a correr por el temor de que no me siguiera como en el sueño, corri y corri hasta que sentí que mis pulmones iban a explotar, por más que sabia que tenia que seguir corriendo no podríamos sobrevivir lo único que pude ver fue la forma bestia de Rutti otra vez salvándome después me desvaneci.

Cuando recobre la conciencia me di cuenta que estaba en las faldas de los árboles que sostenían a Gaia, eran gigantescos, tan inmensos que apenas pude ver que la ciudad de Gaia estaba ardiendo.

Cuando voltee a mi lado estaba rutti en su modo bestia aun dándome calor como un oso adulto a su osezno, aunque aun veia todo borroso decidí subir a los hombros de Rutti y trepar hasta Gaia para buscar personas sobrevivientes al ataque. Al llegar a Gaia fue una imagen casi imposible de creer, de una ciudad llena de luz, vida y gozo pasó a ser una ciudad donde las cenizas y la muerte eran dominantes, camine y camine pero justo como en mis sueños no había ni un alma, ni de humanos ni de descendientes de Izanami, incluso Maya había desaparecido, lo unico que encontre de ella fue una escama con sangre de Quetzalcoatl pero nada más.

Fue ahí que Rutti escuchó algo que venía desde la capilla de las ancianas, había llegado muy tarde dos de ellas estaban muertas ya, una partida a la mitad y a la otra le habían quitado la cabeza con las manos, pensé que la última había tenido el mismo final. Escuché un quejido desde los escombros de las paredes, era la última anciana que parecía muy débil y desorientada, me pidió que me acercara -joven Bjorn, mi querido muchacho, la guerra de las 100 bendiciones a empezado, la ciudad de Gaia ha caído y todo lo que representa su nombre también, debes proteger a Rutti el es la llave a tus memorias, el poder de Rutti y el tuyo joven Bjorn se complementan de forma inimaginable. 

Después de decir eso se desvaneció en mis brazos no sin antes dejarme un dije con la imagen de una montaña para que siempre lleve un pedazo de Gaia a donde quiera que vaya. 

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Mar 24, 2022 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

GaiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora