Lectura: Desde el otro lado

Capítulo 11

Quería tomarme un tiempo y dar un saludo a todos los que me desearon un feliz cumpleaños, gracias fue muy especial. No sabes ser pero me calentó el corazón.

Volveré a las respuestas de revisión interactivas habituales para el último capítulo en el capítulo 12 con las revisiones de este. Así que, por favor, envíe sus reseñas y un atleta olímpico o semidiós representativo se comunicará con usted tan pronto como estén disponibles. Sus palabras son importantes para nosotros aquí en Muse Inc y servimos para asegurarnos de que obtenga respuestas calificadas. Gracias, disfruten el capítulo 11 .

(Para su información, Curious Kitsune654 me recordó algo que olvidé decir al principio. Este capítulo se estaba haciendo demasiado largo con más de 11k palabras, por lo que se dividirá en dos partes. La segunda parte estará conectada con el próximo capítulo).

El Sr. D, furioso y muy molesto, miró a la colección de conejitos, gatitos, cabras y cachorros que no eran para nada lindos y tiernos mientras lo miraban dentro de la jaula de la vid de uva. Apolo y Leto estaban colgados de un pilar boca abajo con mordazas con expresiones rojas doradas mientras intentaban liberarse de las cuerdas tejidas de bronce celestial que los mantenían en su lugar. Las dríadas, las ninfas y el personal de limpieza también estaban escondidos, lo que hacía que el área fuera más tranquila que un lugar con animales bebés e inmortales amordazados haciendo nosis. Sintiendo una lucha violenta, el dios miró al entrenador de héroes que luchaba mientras trataba de liberarse del agarre del Sr. D que lo sostenía en agua helada. Suspirando, el dios del vino lo dejó respirar.

"Aaaah... ah... ah... ¡Maldita sea D! ¡Ya estoy tranquilo!" Chiron gritó después de jadear antes de intentar y fallar en golpear al dios. Poniendo los ojos en blanco, el Sr. D escondió a Chiron de nuevo en el agua.

"¿No crees que vas demasiado lejos?" El Sr. D suspiró mientras miraba a su tía que estaba hojeando el libro. Junto a ella había una variedad de flechas plateadas, marcas de explosión y pequeñas llamas verdes de fuego griego. El nuevo recluta, Niki fi Bango o lo que sea, estaba al otro lado de la diosa asegurándose de que ella estaba entre él y el dios del vino. Hestia miró a su sobrino y repitió su pregunta. "¿No crees que vas a ser sobrino lejano?"

"Esto es leve para mí". El Sr. D dijo en un tono tranquilo, uniforme y cortés como si estuviera hablando del clima.

"¡Y deja de lloriquear!"

Bueno, más como quejarse del clima que había arruinado un miserable día perfectamente aceptable sin su esposa y sin vino.

"Sí, señora Hestia". Gruñendo, el Sr. D respiró hondo. "Pero sus reacciones fueron extremas y esos dos casi bombardearon el campamento con la energía de sus reacciones a ese capítulo. Luego, los cazadores casi arrasaron con el campamento ellos mismos con sus flechas y los gritos de los campistas aterrorizados y/o conmocionados".

"Una reacción aguda por tener que evitar que los furiosos cazadores disparen las flechas de Dionisio". El sonido de pasar una página apenas se escuchó sobre el coro de aullidos, maullidos, gritos ahogados y las burbujas que salían de Chiron mientras gritaba en el agua. Hestia y el Sr. D los ignoraron mientras pensaban en la reacción al capítulo...

O mejor dicho, no como cierto dios del cielo había notado cierta falta de semidioses y cuidadores en el campamento mestizo. Pero esa es una historia para otro momento. Mientras los campistas habían estado disfrutando de esta historia de cómo Artemisa estaba atrapada en un adolescente varón inmaduro, socialmente torpe y alocado, no se habían dado cuenta de que no eran los únicos que escuchaban y luego veían la historia.

"¡¿Qué diablos?! ¿Dónde está el próximo capítulo?" Altas sacudió el puño hacia la televisión desde su lugar en la silla de jardín. El cíclope levantó la vista desde detrás del dispositivo antes de volver a trabajar en el televisor que parecía pertenecer al catálogo de 1958. "¡Oye, malvado Skywalker! ¿¡Por qué tardas tanto!?"