𝐆𝐈𝐀𝐍𝐄𝐋𝐋𝐀
Terminamos de comer, pague y nos fuimos a la casa porque se estaba por largar a llover.
—Mami ¿Cuando vamos a ir a la casa del tío Bruno?—me pregunto.
—No se amor, seguramente cuando termines el jardín vos- le dije—acordate que tenés que ir al jardín.
—¿Y falta mucho para eso?—me preguntó.
—Faltan días Vi—dije, solo faltaban 15 días.
—¿Muchos o poquitos?—me preguntó.
—Mas o menos, faltan 15 días— dije—seguramente vayamos para navidad y año nuevo.
—¿Y cuando vamos a ir a ver a mi papá?—me preguntó.
Dios no puede ser tan preguntona como Enzo.
—No se Vida—dije- el está trabajando.
—¿En que trabaja?—me preguntó—¿Es difícil?
—El trabaja en una cancha—le dije.
—Ah—fue lo único que dijo.
Llegamos a la casa y ella se fue a guardar la nueva camiseta, tenía muchas al igual que buzos, pantalones y shorts que le había regalado Bruno y otros que yo le había comprado.
Vida era igual a Enzo en todo, menos en los ojos, esos los saco a mi. En fin, Vida vive con algo de River puesto sea un pantalón, un short o una camiseta, también es enojona, celosa, preguntona y muy picuda.
Siempre me pregunta por su papá y siempre le digo lo mismo, que el esta trabajando, yo se que un día de estos ella ya no me va a creer nada y va a querer que la lleve con Enzo y juro que todavía no estoy lista para ese momento.
Nosotras vivimos en Santa Fe, nos vinimos a vivir acá porque siempre me gustó y bueno cuando me enteré que estaba embarazada me vine para acá sin decirle a nadie, excepto a mi hermano, Agustina y a Estefanía. Acá nos hicimos muy amigas de Aixa, la hermana de Alex Vigo y bueno, vivimos casi prácticamente al lado.
—Mami llamemos al tío—dijo mi hija agarrando mi celular, entro al WhatsApp y le hizo una videollamada a Bruno y este le contesto.
—Hola mi princesa—dijo Bruno.
—Hola tío Bru—dijo mi hija—¿Y la tía Agus?
—Esta en la casa—dijo Bruno.
—¿Y vos donde estás?—le preguntó Vida, si así de chusma es.
—Voy yendo a la casa—dijo y se sintió como alguien le preguntaba algo—es mi sobrina.
—Mamá me dijo que cuando termine el jardín vamos a ir para alla—le dijo Vida feliz—vamos a ir a pasar navidad y año nuevo.
—Bueno entonces las espero—dijo mi hermano—¿Y tu mamá?
—Aca esta—dijo enfocándome Vida.
—Hola Brunito—lo salude.
—Hola Giane ¿Es verdad que van a venir?—me preguntó.
—Si, apenas Vida termine el jardín vamos a ir—le dije.
—Al fin, ya las extraño—dijo.
—Y nosotras a vos—le dije y los deje que hablaran tranquilos.
La voz que había escuchado me parecía familiar pero bueno, no me iba a comer la cabeza, deje de pensar en eso y me puse a ordenar un poco los juguetes de Vida.
(...)
𝐄𝐍𝐙𝐎
Era ella, era Gianella.
Después de casi 6 años había vuelto a escuchar su voz, y no solo eso también había visto a su hija que por cierto era muy linda y un poco parecida a ella.
La hija de ella y de...otro, con solo pensar en eso me pongo mal, nosotros siempre que estábamos juntos pensábamos en tener muchos hijos pero ella se fue, y todo se fue a la mierda.
—Hoy fuimos al shopping y le pedí a mamá que me comprará una camiseta—dijo la hija de Gianella.
—Supongo que de River—le dijo Zucu y ella asintió—¿De quien te compro?
—De Fernández—dijo y Bruno me miró.
Le había comprado una camiseta mía...
—En realidad yo la elegi—dijo la niña—la elegí porque tiene mi apellido.
—¿Qué?—dije y Bruno me miró nervioso.