YOU AND ME \\ Jimin y Jungkook \\ (국민)

CAPITULO 62

Jungkook abre los ojos mirando la espalda de Jimin y su cabello desordenado en la almohada donde descansa su cabeza.

Ya hace más de dos horas que ha estado tratando de dormir, pero la inquietud por saber el por qué su mayor le ha mentido no lo deja hacerlo.

Suspira volteándose en la cama quedando boca arriba con la mirada perdida en algún punto del techo.

"¿Se verán llegando a Seúl? ¿Por qué Hyung quiere verlo? ¿Por qué me ha mentido?"

Voltea a ver a su mayor nuevamente acercándose más a él abrazándolo por detrás. Jimin se remueve un poco tomando de manera inconsciente la mano de Jungkook pegándola a su cara entrelazando sus dedos.

Jungkook siente lo que hace su mayor y sonríe, sin embargo, esta se borra al instante recordando el porqué de su insomnio.

"Hyung es mi pareja" aprieta su mandíbula pegándose mas a su mayor escondiendo su cara en la parte trasera de su cuello.

Su posesividad y egoísmo es una de las cosas que sus hyung han tratado de controlarle desde que comenzaron a vivir todos juntos en aquel pequeño apartamento a principios de su carrera. No ha sido de lo más fácil, pero ha conseguido en la mayoría de las ocasiones que estas no sobrepasen los límites de lo aceptable.

Eso no quiere decir que no exista momentos en los que se deje llevar por ellas.

Jungkook cierra los ojos apretándolos fuertemente tratando de quitar todos los pensamientos negativos de su cabeza que lo han comenzado a torturar desde hace algunas horas.

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- ¡¿QUE HICISTE QUE?!

-TE LO DIJE MALDITO MENTIROSO, TE LO DIJE MILES DE VECES, PERO NI SIQUIERA ME ESCUCHABAS EN ESE ENTONCES- grita una voz femenina del otro lado del teléfono-ÉL ESTA VIVO. EL ESTUVO AQUÍ EN EL RESTAU...

- ¡USAGI! – Harrison le pega a la mesa haciendo que todo lo que se encuentre en ella se mueva violentamente- Usagi- pronuncia su nombre más bajo tragándose su coraje- aquel chico que miraste no es Hwan.

- ¡Yo conozco a mi hermano! – se escucha como ella comienza a llorar nuevamente- ¡él era mi hermano! ¡No puede haber dos personas iguales!

La chica cierra su mano en su pecho sujetando fuertemente su camisa recordando todas las cosas que le han sucedido en su vida y el dolor indescriptible que le causo la partida de su familia. Ella trata de engañarse a sí misma para que el dolor desaparezca o al menos disminuya.

Harrison aprieta su teléfono casi sintiendo que lo puede romper.

- Hwan... ya no está- suspira- se ha ido y debes de aceptarlo de una maldita vez- dice siendo él una de las primeras personas que menos aceptara su partida.

-Lo se- susurra para sí misma. Un nuevo sentimiento opaca completamente su tristeza- ¡TODO ES CULPA TUYA! ¡ES TU CULPA!

Harrison se queda inmóvil escuchando las palabras que salen de la boca de su antigua amiga y cuñada. Ya hace bastante tiempo que no escuchaba a alguien echarle la culpa de lo sucedido. Que alguien le recordara en voz alta lo horrible que es estar cerca suyo.

Todos los días esas palabras perforan su mente, pero solo llegan a ser pequeñas voces molestas que desaparecen en ocasiones con la bebida, sin embargo, ahora no es su mente quien se lo grita, y eso es aún peor.

- ¡OJALÁ JAMAS TE HUBIERA CONOCIDO! ¡OJALÁ JAMAS TE LO HUBIERA PRESENTADO! - desahoga todo lo que había estado reteniendo estos años- ¡PUDISTE HABERLO EVITADO, PERO PREFERISTE ENFRENTARTE A TU MALDITO PADRE! ¡TU PROVOCASTE QUE ESO SUCEDIERA! ¡TU LO MATASTE! - cuelga aventando el teléfono lejos mientras se deja caer al suelo frente a la puerta cerrada que da al cuarto de su hermano- perdona- llora desconsoladamente pegando su cabeza al suelo abrazándose así misma- Hwan, perdóname. No quería decirlo. No quería herirlo...- su llanto se logra escuchar por toda la desolada y fría casa en donde alguna vez habitaron tres personas más.