CAPITULO 57

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La alarma deja de sonar exactamente antes de las Siete con diez minutos. Jimin, ha detenido el incesante sonido de su teléfono y sus molestas vibraciones que golpeaban contra el pequeño mueble de madera oscura aun lado de su cama.

Durante varios minutos había dejado que la alarma sonara hasta que se detuviera por sí sola, pero al ser ya la quinta vez que lo despierta de golpe ha decidido ponerle fin a su preciado sueño levantándose para silenciarla y poder llegar a una hora decente a donde tiene planeado dirigirse.

Su cama calentada por su temperatura corporal, sus almohadas tan terriblemente cómodas y sus cobijas suaves al tacto hacen que el levantarse sea realmente difícil para él. Desea salir de la cama y comportarse como un adulto responsable, pero le es imposible pensar con claridad al estar tan cómodo en ella.

Jimin a regañadientes se sienta quitándose las gruesas cobijas de su torso con el celular en una de sus manos mirando alrededor con los ojos entrecerrados. El sol que entra por la ventana que está justo a su lado izquierdo hace que le sea algo complicado ver con claridad. Solo se tarda algunos segundos para que sus ojos se ajusten a la intensa luz.

El ahora chico de cabello rubio platinado mira su antigua habitación en la casa de sus padres observando cómo esta misma se ha mantenido exactamente igual desde la última vez que estuvo en ella hace más de tres años atrás, sin tomar en cuenta la cantidad de ropa extrañamente acumulada en su silla de escritorio que se encuentra en una esquina de su habitación.

Jimin en este momento odia y agradece al mismo tiempo que tiene que arreglar algunos documentos aquí en su ciudad natal. Lo que agradece demasiado es que si no hubiese tenido problemas con su documentación jamás habría podido visitar a sus padres y hermano a quienes no miraba ya hace algunos años. Por otro lado, el tedioso proceso de pasar varias horas en una aburrida oficina con un ambiente deprimente y un olor artificial que tapa el desayudo de las ocho, lo hace querer reconsiderar sus agradecimientos.

-Hm...- una voz ronca se hace notar entre las blancas cobijas.

Jimin siente los fuertes brazos de un dormido Jungkook abrazar sus piernas y cintura.

Con una sonrisa en su rostro Jimin lo voltea a ver acariciando su suave cabello el cual se ha mantenido café durante ya varios meses.

-Jungkook- dice su nombre con una voz suave- ya es hora de despertar.

Jimin ríe bajo observando al menor negar pegando su cara al lateral de su muslo derecho.

Jungkook lo ha acompañado a su pequeño y aburrido viaje de dos días. El menor igualmente ha tenido que arreglar algunos documentos, sin embargo, y para suerte de él, estos fueron arreglados el mismo día que llegaron a Busan en menos de una hora, dejándolo totalmente libre del cansancio mental.

Jimin no tuvo la misma suerte, él todavía tiene que salir a hacer algunas paradas en las partes más aburridas de Busan.

Ahora los dos se encuentran en el segundo día, así que mañana tendrán que regresar a Seúl. El grupo debe de prepararse para su viaje a Indonesia donde se presentarán junto con otros grupos en el MBC MUSIC CHAMPION IN MANILA.

El teléfono de Jimin nuevamente suena, pero esta vez anunciando la llegada de un mensaje.

Desbloquea su celular observando de quien se trata.

"Harrison" dice el nombre en su mente mientras una leve sonrisa se forma en sus labios.

HR: Hola ¿Ya despertaste?

JM: Hola Hyung, acabo de hacerlo.

HR: Pensé que estarías dormido y te perderías todas tus aburridas citas.

YOU AND ME \\ Jimin y Jungkook \\ (국민) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora