Inicio un constate procesó de una brillante deducción como si de un detective se tratase, adoptando una pose que le sería más llevadero el análisis que se le presentaba al joven de 14 años de edad, su juventud le hacía relucir, buen estudiante, buen amigo un gran hijo. ¿Qué más podría pedir? Nada en seguro que esa respuesta a mi interrogante llegó a tu pequeña cabecita. Pero no es así, aspiraba a una escritor, el mejor escritor de su generación, pero ¿Cómo? No era indiferente su saber que nadie apoyaría su dulce y añorado sueño, pues porque...todos decidieron por el lo que sería, frustrante, ¿No? Lo se, entender a la perfección su posesión, entender ese sentimiento que invadió su mente día y noche, sin pegar ojo en una sola noche, era próximo el día de su exámen de admisión a la terrorífica universidad, se odiaria a si mismo si fallaba, ¿Y si reprobaba? ¿Y si resultaba un completo inútil? ¿Y si...? Olvidenlo, jamás comprenderían esos pensamientos. Y saben porque, porque nunca sabrán lo que el sintió alguna vez.
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