Sebastián
Dos horas eso me faltaba, para terminar de arreglarme e irme, me veo al espejo detallando muy bien mi vestimenta una camisa blanca de botones un pantalón negro, y zapatos a juego perfecto.
Bajo hasta el comedor, agarro un pan con mantequilla y lo pongo a tostar, por otro lado, hago mi cafecito mañanero vital y comienzo a menear las caderas en forma de baile soy la estrella de momento, escucho que alguien carraspea su garganta a mis espaldas y me tenso, me volteo para confirmar que es el, y efectivamente es mi padre está parado justo al frente de mi con una expresión rígida –¿otra vez haciendo el papel de mujercita? Me dice con un tono de odio –sabes que para eso están las empleadas, sin embargo, estas aquí haciendo algo que no debes, vuelve a hablar el muy imbécil.
Le doy una pequeña sonrisa –me resulta asqueroso tu machismo y tu forma de rebajar a las mujeres, viejo asqueroso, le digo tomando mi tostada y saliendo de la cocina, el me mira con la cara toda roja de furia, me sigue y se quiere abalanzarse sobre mí, pero lo detengo agarrándole el puño que iba directo a mi rostro. –eres la peor decepción que pude haber tenido en la vida, me dice zafándose de mi agarre –y tú eres el padre que desearía no haber tenido nunca sin embargo esto es lo que toco!!, le digo agarrando mis cosas y saliendo de la casa.
Afuera me espera el chofer que se supone que me llevaría, decido ignorarlo –¿no piensa subir señor? Me habla, le hago un gesto que no con la cabeza y me voy a la parada de bus, lo bueno es que queda a dos cuadras de la urbanización, así que no tardó en llegar.
Faltaba una parada más para después llegar a mi destino, ya en la penúltima parada suben dos chicos, al parecer gemelos sin embargo uno tiene un lunar debajo de su ojo izquierdo, trago saliva cuando me sonríe, y volteo la cabeza para seguir mirando por la ventanilla.
Cuanto me toca bajar me doy cuenta de que asisten a la misma universidad que yo, una vez dentro solo me dispongo a buscar mi salón, cuando llego me dirijo a el ultimo asiento de atrás y por segunda vez en el día me pongo a mirar por la venta, ¡que me pasa hoy con las ventanas!!, noto que el chico del bus está hablando animadamente con un grupo de gente afuera en el patio, esta vez no está con su hermano, entonces el me ve, que bonitos ojos, le mantengo la mirada hasta que siento que alguien se sienta a mi lado
Una pequeña chica de piel morena con un rostro muy tierno, me saluda y le sonrió.
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hasta aquí el primer capitulo, muchas gracias por leer.
disculparan alguna mala ortografía, no somos muy buenas en esto pero prometemos mejorar, cualquier opinión constructiva es aceptada.
cuéntenos ¿Qué les pareció?
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UN CLICHE DE CUATRO AMORES
Teen FictionSebastián y Gaby; dos adolescentes que están empezando su vida Universitaria, ambos con nada en común, él lo ha tenido todo, pero a la ves nada... ella casi no ha tenido nada, pero según ella lo poco que tiene significa todo. El primer día de clas...