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Estaba mirando por la venta mientras me acordaba lo que había pasado antes de que pasara un año desde mi llegada.

Estaba caminando de la mano de Hana que me llevaba a la academia. Antes de que yo llegara, la dueña de este cuerpo ya iba pero no pudo volver porque estaba en el hospital a causa de una enfermedad.

Estaba algo nerviosa. ¿Estaría en el mismo salón del protagonista? No tenía ni la más remota idea pero tal vez con la suerte de las reencarnadas pensaba que tal vez si.

Llegamos hasta la puerta de la academia. Hana me dio un abrazo que yo correspondí.

Hima, pórtate bien, hazle caso a tu sensei, no quiero que me pongan queja ¿Si?— como toda madre me dijo lo que no tenía que hacer.

—Bueno— contesté y noté que ella buscaba con la mirada a alguien y al no encontrarlo dió un suspiro.

—Que raro. Le dije a Daiki que hoy volverías a la academia. Se puso feliz cuando le dije... — cuando Hana se levantó escuché una voz que me llamaba con un tono de entusiasmo.

—¡Hima!— miré a varias direcciones para dar con el responsable y ser abrazada por detrás.  —¡Que bueno que volviste! ¡Te extrañé!

Me soltó y me volteo para ver de quién se trataba, era un niño de mi misma edad, tenía una cabellera castaña oscura, piel tersa, sus ojos eran marrones, tenía una expresión alegre en el rostro, llevaba un buzo blanco con unos pantalones de color verde.

Daiki, Hima. Entren a la academia, no quiero que se les haga tarde— Hana besó mi frente y se despidió de nosotros.

—¡Vamos, Hima!— el niño tomó mi mano y empezó a correr, yo le seguí el paso y ambos llegamos a un salón dónde había un hombre con un chaleco chunnin organizando unos papeles en el escritorio.

Él, a notar nuestra presencia, saludó a Daiki y luego a mi.

—Oh, Himari. Me alegro que por fin te hayas recuperado. Daiki se sentía solo sin tu compañía— habló para luego mirar a Daiki, este solo desvío la mirada.

Solté una pequeña risita al ver su reacción. El castaño infló sus mofletes y me guío hacía los asientos.

Dejé de recordar para luego prestar atención a clases, hablaban de historia y yo ya sabía sobre eso.

Lo único que esperaba era que ya se acabara la clase para irme a casa. A diferencia de mi, Daiki estaba más atento a la clase ya que le interesaba mucho este tipo de cosas.

El sensei dio por terminada la clase. Di un suspiro de alivio y me levanté de mi asiento, esperé a que Daiki se levantara, nos despedimos del sensei y luego nos dirigimos hacia la salida.

Pude ver a los estudiantes de la clase de Iruka, se veían tan lindos. Vi a un pelinegro con una coleta baja con una vestimenta muy característico del clan Uchiha. Si mal no recuerdo el era... ¡Itachi Uchiha!

—Oye ¿Por qué tienes estrellitas en los ojos?— preguntó Daiki y observó en la dirección de mi punto fijo, al ya saber la respuesta me miró por unos largos segundos haciendo que dejara de mirar a Itachi y me fijara en Daiki.

—Ah, ¡Eres fanática de Itachi-san!— mencionó este ahora con unas estrellitas en sus ojos.

—¿Ya has hablado con él?— pregunté.

El cruzó sus brazos, en rostro se formó una sonrisa ladina y colocó su cabeza en alto —Si, porque tengo amigos en el clan Uchiha y me he encontrado con Itachi-san varias veces y nos hemos saludado. ¡Él es un tipo genial!

Vaya, que privilegio tenía Daiki. Yo tenía ganas de saludarle pero tenía penita, además de que él ni siquiera me conoce. Él y su hermano Sasuke se retiraron de la academia al igual que otros niños con sus padres.

Vi a Naruto chiquito que me parecía muy adorable, mi expresión cambió a uno de tristeza al verlo observar a los demás niños con sus familias.

Escuché unos pasos dirigirse hacia aquí. Era Kenta que venía con su típico uniforme de jounin.

—¡Kenta-san!— saludó Daiki corriendo hacia él.

Daiki, que gusto me da de volverte a ver— despeinó su cabello mientras reían.

Simplemente yo observaba esa escena con ternura, para Daiki, él era como su padre, ya que el suyo no pudo vivir más tiempo y conocerlo porque murió en el ataque del Kyubi.

Hima, aún no me has saludado. ¡Dale un abrazo a este padre!— se colocó en cuclillas y extendió sus brazos esperando.

En mi rostro se formó una pequeña sonrisa y fui hacia a Kenta para abrazarle y me correspondió. Después, Kenta hizo que Daiki se uniera para darnos un cálido abrazo.

Daiki, esta vez tu madre no podrá recogerte así que vienes con nosotros— mencionó Kenta al ya separarnos de él.

—¿Otra vez mamá tiene que hacer turno?— preguntó el castaño con algo de desánimo.

—Si, pero qué tal si mañana le llevamos Yakitori

Al escuchar la palabra Yakitori me emocioné, era mi comida favorita aparte del ramen.

—¡¿Ha... Mamá preparó Yakitori?!— pregunté con emoción, el se dió cuenta de su error y se rasco la nuca.

—Era sorpresa...— dijo con un tono nervioso. A veces Kenta no sabía guardar bien las sorpresas.

—Haré como si no supiera— contesté porque no quería ver la cara furiosa de Hana si se enterase.

Nos retiramos de la academia tomando las manos de Kenta y pasamos por el lado de Ichiraku Ramen, vivimos cerca del puesto así que dos veces a la semana vamos a comer ahí.

Al llegar, Hana nos recibió con alegría y nos dió un gran abrazo a ambos.

Hola madre/Hana-san— saludamos al unísono.

—¡Bienvenidos, mis queridos niños!— habló alegremente y nos dió un abrazo, luego se separó de nosotros y le dió un beso en la mejilla a Kenta. Pues a esta le daba pena besarlo frente a nosotros —¡Bienvenido, Kenta!

—¿Cómo has estado Hana? ¿Te fue bien con los clientes?— preguntó. Hana diseñaba ropa y además de eso, trabajaba en un bar como camarera.

—¡Me fue de maravilla! ¡Además se convirtieron en clientes fieles y me han hecho un montón de encargos!— respondió con mucha emoción —Ah, por cierto ¡Te tengo una sorpresa, Hima!

—¿Sorpresa?— hice como si  no supiera de que se trataba.

—Ven—  me hizo una seña con la mano y llegamos a la cocina donde allí estaban los deliciosos Yakitori, se me estaba haciendo agua en la boca con tan solo verlos.

Tomé una brocheta de pollo y quedé maravillada al darle el primer mordisco —¡Gracias madre!

—¡Me alegra que te haya gustado!— me dedicó una sonrisa para luego salir de la cocina.

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⏰ Última actualización: Apr 03, 2023 ⏰

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Reencarné como una UzumakiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora