Cuenta la leyenda que un nahual puede desprenderse de su piel y transformarse el nahual deja su forma humana por un tiempo determinado para adquirir la de un animal elegido algunos con el fin de dañar como el de la siguiente historia.
Nací crecí en una comunidad rural en la región de laguna de Sánchez en Santiago Nuevo León,mi padre en ese tiempo se dedicaba al pastoreo y a leñador,yo desde muy pequeño lo comencé a ayudar en la labor de cortar troncos y hacerlos leña para transformarlos en carbón y que mi madre y mis hermanos lo pudieran vender entre vecinos y en mercados cercanos,conforme nos empezó a ir mejor mi padre se hizo de un pequeño pedazo de tierra en donde tenía una parcela,estaba en medio del bósque donde todos los días había que déshierbar y cosechar de tal manera que mi papá me había encargádo párticularménte esa tarea por ser el más grande de sus hijos.
Ténía 15 años en ese momento y los acababa de cumplir cuando me sucedió un evento bastante extraño e inquietante.
A esa edad ya erá un hombre y de carácter formado en el trabajo duro y la responsabilidades que adquirí aún más joven,todos los días mi mamá se levantaba a las 5 de la mañana me preparaba,ensillaba mi caballo después de la bendición de mi madre y el itacate recorría 10 kilómetros entre arboladas y veredas empedradas rodeado de laderas rocosas y caminos interminables entre la sierra.
Muchos ejidatarios tenían pedazos de tierra cultivados y un acuerdo común entre todos de poder tener esas plantaciones en las cuales se sostenían muchas familias pero como muchas veces no era permitido tener estás se levantaban en lugares rémotós y alejados de la vista de curiosos y de personas del gobierno que pudieran reclamar el uso indebido de estas tierras.
De tal suerte que para llegár a las parcelas era a caballo o en burro,todos los días recorría esa distáncia y me llevaba aproximadamente 2 horas llegar al siteo en ese tiempo además tenía que levantar un cerco para evitar que muchos animales pasarán por el sitio y destruyerán los plántíos que con mucho esfuerzo habíamos levantado.
Ahí me la pasaba casi todo el día solo el domingo descansa va por lo que el sábado tenía que estar hasta muy noche avanzando lo más que se podía con el cerco.
Una de esas noches en qué regresaba a mi casa ya había oscurecido y pasaban las 7 pm ensille el caballo y regresé por una vereda que rodeaba el cerro para llegár más rápido a mi casa era un camino muy corto pero poco tránsitado había mucha maleza y árbolés además mi padre me había ádvértido que nunca tomara ese camino porque corría el riesgo de perderme o de caer en alguna de las muchas cañadas que había por todos lados y más siendo de noche al no conocer los caminos.
La urgéncia por llegar y la imprudencia hicierón olvidar las advertencias de mi padre,teniendo ansiedad de llegar pronto ya que esa noche iría a un baile con una joven a la que estaba cortejando,por suerte el camino estaba medio iluminado por la luna llena aún que llevaba una lámpara de petróleo iluminába muy apenas unos metros aún así iba con pasó lento para evitar caer en algún Barranco o perderme en el camino.
Rodeado de oscuridad y los sonidos del bósque de pronto entre en un sendero muy largo y oscuro apenas al caminar unos metros me di cuenta que algo no andaba bien me sentida observado escuchando el ruido de ramas moverse y gruñidos tenuez que me alentaron.
No sé cuánto tiempo estuve cabálgando por ese sendero hasta que mi cabállo relincho asustado comenzó a dar vueltas intentando huir de ese sitio por lo que mis esfuerzos fueron mayúsculos al tratar de someter al animál y de pronto salió de la nada un animal gruñendo poniéndome en alárta al principio pensé que era un oso o un puma péro al ver lo mejor me di cuenta de que era un perro enorme cuyo pelaje era tan espeso y negro que la luz de la luna y la lámpara no se pódían reflejar en el,era como una mancha oscura en la realidad lo único que podía distinguirse eran un par de ojos amarillentos que daba la impresión de sacar fuego y que se complementaban con el hocico vaviante del Can.
