MY BABY [𝑩𝑹𝑰𝑮𝑯𝑻𝑾𝑰𝑵]

13

Cuando llegamos a la casa de Bright, él me guía a su habitación.

"Está hecha un desorden"  me dice mientras recoge ropa que se encuentra tirada en el suelo y la deja encima de una silla. Luego acomoda su cama ,se sienta y da unas palmaditas en ella.

 "Ven, sientate".

Me acerco nervioso y me siento a lado de él.

"¿Por qué me has traído aquí?" le pregunto confundido. Él me mira un rato y después se ríe.

"Tranquilo, no pienso hacerte nada raro.

Sólo quiero enseñarte algo".

Bright busca algo debajo de su cama y saca una guitarra empolvada.

"Cuando era pequeño solía tocar esta guitarra, pero ya no la ocupo más".

Bright la limpia un poco y luego me la da.

"Puedes quedartela".

"¿De verdad? Gracias"  le digo emocionado.

Tomo la guitarra entre mis manos y la observo por un largo rato.

"No sé porque te emocionas, es solo una guitarra vieja"  lo escucho decir y le contesto con tímidez;

"Pero el hecho de que me la des tú me pone feliz".

Bright quien me estaba mirando, desvía sus ojos y luego de aclararse la garganta me dice "Dámela, te ayudaré a afinarla".

Le doy la guitarra y cuando termina me la regresa.

"Gracias".

"Bien, ahora quiero que toques algo para mí".

"Ehh, no sé que debería tocar".

"Lo que sea".

"Bien".

Uh, no estaba preparado para esto, así que sostengo nervioso la guitarra y coloco mis dedos sobre las cuerdas, inseguro.

Bright se empieza a quitar el uniforme y lo veo buscar entre aquella pila de ropa algo para ponerse.

Trago saliva al verlo semidesnudo, sentiéndome nervioso, raro.

"Te estoy esperando".

Dejo de mirarlo y regreso mi atención a aquella guitarra.

Y algo inseguro toco unos acordes de una canción que me gusta mucho y que he estado practicando estos últimos días durante las clases de música.

Cuando termino Bright me mira sorprendido, se acerca a mí y a unos centímetros de mi cara dice emocionado "Hey, lo hiciste bien".

Está muy cerca mío y puedo sentir su cálida respiración.

Mi corazón se acelera y siento que mis mejillas se calientan.

Miro sus labios, los cuales son muy bonitos; rosados y carnosos. Trago saliva y cuando él se acerca todavía más a mí inconscientemente cierro los ojos.

De repente se escucha un carro llegar, luego el sonido de la puerta al abrirse y por último una voz que desde abajo grita:

"Bright, ¿en dónde estás?".