Capítulo 7

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Caminaron juntos y en silencio por las calles. El castaño tenía una habilidad natural para hacerlo sentir cómodo y su carisma era innegable.

Entraron en una pequeña cafetería acogedora y se sentaron en una mesa junto a la ventana. El aroma del café llenaba el lugar, creando un ambiente relajante.

Minho observaba a Jisung mientras éste pedía las bebidas, maravillado por la forma en que el castaño interactuaba con el barista, irradiando amabilidad y simpatía.

— ¿Vendrán tus amigos? — preguntó Minho al menor, generando un poco de nerviosismo en este.

— No lo creo, están ocupados. Seremos solo nosotros dos — respondió.

El mayor sonrió para sí mismo, aliviado de no tener que lidiar con más personas y preguntas incómodas.

— Este lugar es muy tranquilo — añadió Minho, intentando mantener una conversación amena.

— Sí, lo es. Por eso es mi lugar favorito. Es pequeño y agradable, además hacen el mejor café. Me alegra que aún siga abierto. Pensé que desaparecería después de volver a la ciudad — comentó el castaño.

El mayor sonrió sin saber qué más comentar. Sentía como si su habilidad para socializar se hubiera desactivado, y ahora estaba en un momento incómodo tratando de encontrar un tema de conversación adecuado.

— No te preocupes, sé que te resulta difícil hablar conmigo. No tienes que esforzarte, te comprendo — intentó relajar el ambiente.

— Perdón, no quiero que te sientas incómodo conmigo — respondió el azabache, disculpándose.

— Para nada, al contrario, me siento muy cómodo contigo. Me gusta la tranquilidad que tenemos. Es reconfortante, casi como tomar un momento de reflexión. ¿No piensas lo mismo? — preguntó Jisung, buscando establecer una conexión más profunda.

— Lo intento — admitió el azabache, dejando de lado su inseguridad y prestando más atención a la hermosa vista por la ventana, que mostraba una ligera lluvia. El clima lluvioso le daba al paisaje un ambiente tranquilo. — Tienes razón, nadie debería odiar la lluvia. Ella limpia tus lágrimas con las suyas. En realidad, le debo mucho — reflexionó, recordando lo que el menor le había dicho anteriormente.

— Suena como un verso poético — comentó Jisung.

— Leí algunos libros esta mañana — admitió el azabache.

— ¿Lees? Luego me enseñas los libros que tienes. Vi algunos muy interesantes en tu estantería — sugirió Jisung con emoción.

— No has visto todos. Tengo muchos guardados en mi almacén — reveló el azabache.

— Lo ves, no necesitas forzarte a iniciar una conversación. Fluirá naturalmente — explicó Jisung. El azabache sonrió al darse cuenta de que era verdad. — Creo que vas mej—

— Ven a mi departamento — interrumpió rápidamente, alarmándose después por su directa invitación. — Quise decir, ¿te gustaría venir a mi departamento después de esto? Tengo algunos libros que me gustaría mostrarte — se explicó más calmado y con un ligero rubor en las mejillas.

— No esperaba esa invitación — sonrió Jisung, sorprendido.

— Lo siento. Si no puedes, lo entenderé — se disculpó el azabache.

— Claro que puedo. De hecho, ¿a qué estamos esperando? Terminé mi café hace varios minutos — levantó su taza, mostrando que ya no había contenido en ella.

El azabache volvió a sonreír inconscientemente. Hoy no escucharía a sus inseguridades, quería conocer más a Jisung y lo iba a hacer.

— ¡Amo este libro! — exclamó el menor, arrebatando de la estantería la obra de orgullo y prejuicio, que se distinguía fácilmente por su peculiar color.

El azabache observó atónito cómo Jisung sostenía en sus manos el mayor tesoro de su colección de libros. Estaba descubriendo tantas cosas en común con el menor que lamentaba no haberlo conocido antes.

— ¿Te gusta ese libro? Es uno de mis favoritos — comentó el azabache.

— Me encanta. Parece que tienes buenos gustos en la lectura — dijo el menor, sin dejar de curiosear todas las obras guardadas en la habitación. — Seguramente tú y Soorim leían todo el tiempo — agregó, notando el cambio de expresión en el mayor. Pronto se arrepintió de haberla mencionado. — Perdón, no qui—

— No, no te preocupes. Es solo que... a ella no le gustaba leer — admitió, recordando todas las veces que intentó despertar su interés por la lectura.

— Oh, eso explica. ¿Quién en su sano juicio se negaría a leer esta obra de arte? — explicó el menor, acariciando con suavidad las páginas del libro. — Desafortunadamente, tuve que dejar todos mis libros en mi antiguo departamento. Lamento mucho no tenerlos ahora.

— Puedes tomar cualquiera de estos, si quieres.

— ¿En serio? ¡Gracias! — exclamó el menor, abalanzándose sobre el mayor para abrazarlo. — Perdón, fue la emoción — admitió, algo avergonzado.

El mayor respondió con una sonrisa y acarició suavemente el cabello del menor. Este, sonrojado, miró hacia el suelo y luego se giró para seguir buscando más libros.

Ambos compartieron una tarde de lectura muy agradable, mientras el azabache comenzaba a acostumbrarse a la animada presencia del menor.

Pasaron horas sumergidos en los libros, compartiendo pasajes favoritos y discutiendo sobre los temas que más les apasionaban. El ambiente se llenaba de risas y complicidad a medida que se conocían mejor. El azabache se sentía cada vez más cómodo en compañía de Jisung.

Mientras hojeaba un libro de poesía, Jisung rompió el silencio con una pregunta inesperada.

— Minho, ¿alguna vez has escrito poesía?

El azabache levantó la mirada, sorprendido por la pregunta. Pocos sabían de su inclinación por la escritura, y menos aún conocían su afición por la poesía.

— Sí, de vez en cuando escribo algunos versos. No suelo compartirlo con mucha gente, pero me gusta plasmar mis pensamientos en palabras — respondió con sinceridad.

— ¡Eso es increíble! Deberías mostrarme tus poemas algún día. Me encanta la poesía y sería genial poder leer algo tuyo — expresó Jisung, entusiasmado.

El azabache sonrió, apreciando el interés genuino de Jisung en su pasión secreta.

A medida que conversaban, el azabache no podía evitar sentir que Jisung llenaba un vacío en su vida. Su presencia y la forma en que lo entendía sin juzgarlo le brindaba una sensación de aceptación y compañerismo que nunca había experimentado antes.



De la nada y BOOM, capitulo nuevo, XD.

NO SOY ELLA / MinsungDonde viven las historias. Descúbrelo ahora