Capítulo 1. DE FORMAS Y COLORES

25 2 0
                                    

El Bosque del Celestial se encuentra cerca del reino de Still, el lugar menos creyente del mundo mortal. Ningún humano puede entrar en el bosque debido a una barrera de sueños que hace que los humanos se vean desinteresados por entrar. Dentro del bosque se encuentra Elyon, la ciudad que los Dioses escogieron para que Los Enviados pudieran vivir y llevar a cabo las tareas que les fueron encomendadas. Estás tareas son proteger a los mortales de los seres de la oscuridad, regular la vida de criaturas mágicas y evitar conflictos entre las distintas razas de seres no mortales. Pronto se convertirían en una organización cuyo nombre sería El Heraldo.

En la puerta principal de Elyon se encontraban dos chicos de dieciséis años con trajes especiales para caballeros de la élite.

- Buenas tardes, necesito saber sus nombres y la razón por la cual desean entrar –dijo el guardia.

- Artemis y Valery Moonlight, venimos a ver a Lady Star –respondió Artemis.

- Es Reina Star para ti, brujito niño de papi –respondió el guardia de una manera grosera -. Te recordaba más pequeño.

- Es la pubertad Nero, déjanos ir a ver a Lady Star.

- Acompáñenme para anunciarlos –Nero abrió las puertas y empezó a caminar.

Caminaron hasta el centro de la ciudad donde había una gran torre de fachada blanca, que brillaba con la luz del sol. En esta torre los Enviados se encargan de asignar las misiones a sus guerreros. La puerta estaba hecha de metal pulido que resplandecían como la plata misma, encima de ella se encontraba la imagen de un hombre de cabello rojizo con una aureola dorada y a su lado se hallaba la imagen de una mujer de largo cabello blanco y tez muy blanca. A sus pies se encontraba la inscripción "per voluntatem solis et lunae". Dentro la torre se volvía mucho más grande debido a un hechizo de agrandamiento que hacía que se expandiera de forma infinita.

Nero se dirigió a la oficina de la directora del Heraldo.

- Reina Star, han venido los hermanos Moonlight y solicitan hablar con usted –le dijo Nero a la mujer en la oficina. Ella era alta, de alrededor de 28 años, sus ojos eran color azul marino y su cabello era color rosa pastel.

- Déjalos entrar –solicitó Star.

- Lady Star, es un gusto verla –dijo Valery quien rápidamente se había acostado en el sofá de la oficina.

- ¿Cuál es el reporte de la misión? –mencionó dirigiéndose a Artemis.

- El hombre escapó, pero...- su voz sonaba insegura.

- ¿Pero?

- Había un bebé en el punto central.

- ¿Un bebé? Es imposible. ¿Dónde está ese bebé?

- En el Dark Moon, lo llevamos para hacerle algunos estudios. No es humano, tiene ojos como los nuestros, pero la marca es amarilla.

- ¿A qué te refieres? –Star parecía desconcertada.

- Oh vaya, olvidamos quitar el disfraz –mencionó Artemis mientras se descubría el brazo. Una marca en forma de "X" arrugada empezó a desvanecerse mientras cambiaba su aspecto. Su cabello creció hasta el cuello y las puntas se tornaron en un tono verde menta, su cuerpo pasó de ser de un cuerpo desnutrido casi anémico a un cuerpo tonificado que hacía que su vestimenta de cuero se ajustara mostrando una forma más musculosa. Sus orejas eran puntiagudas y tenían un patrón de marcas en forma de flores. Pero lo más destacable de él fueron sus ojos, la mitad del iris de su ojo derecho era color verde menta como su cabello y su mirada mostraba más seguridad-. Mucho mejor -decía con una sonrisa algo macabra.

- No veo la necesidad de usar disfraces.

- Papá decía que cuando saliéramos de Still cambiáramos nuestro aspecto, pues alguien con nuestras... peculiaridades llamaría la atención de abusivos –dijo Valery quien ya había cambiado de aspecto. Su cabello creció hasta la mitad de su espalda, al igual que se volvía más ondulado. Algunos de sus mechones de cabello eran rosados y la mitad del iris de su ojo izquierdo era color rosa. Su cuerpo no cambio mucho, sólo sus orejas que también eran puntiagudas y tenían un diferente patrón de marcas de forma de flores y por alguna extraña razón su aspecto era más sexy-. O al menos eso dicen sus diarios. Merlín fue quien nos diseñó los disfraces para parecer humanos.

- Como sea, el punto es que ese bebé es como nosotros –dijo Artemis.

- Llévenme a Dark Moon, quiero a ver a ese bebé en persona –ordenó Star quien se dirigía a la salida.

A las afueras de Elyon, pero aún dentro de la barrera se hallaba Dark Moon, una fortaleza protegida por hechizos. Dentro de la fortaleza se encontraba una mansión donde vivían Valery y Artemis, ahí fueron educados por Merlín, una doncella al servicio del brujo que maldijo a los mellizos. Ella es capaz de controlar su propio tiempo, por lo que lo detuvo para siempre parecer joven. Merlín fue quien crio y educó a los mellizos para que pudieran controlar su magia.

- Me alegra que hayan regresado a salvo –dijo Merlín a los mellizos.

- Gracias Merlín, ¿Podrías hacer café? Iremos al laboratorio a ver al bebé –dijo Artemis.

- ¿Dejaste al bebé en el laboratorio? –dijo Valery molesta.

- Oh, no te preocupes Val, el bebé durmió toda la tarde –replicó Merlín-. Aunque los sensores de magia detectaron algo.

- Gracias, lo revisaremos.

Hijos De La LunaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora