Una vez estando en la torre del Heraldo entraron en la oficina de Star quien mantenía la mirada fija en una bola de cristal.
- Reina Star, los hermanos Moonlight se encuentran aquí como me lo ordenó -dijo Nero con la cabeza abajo.
- El bebé desapareció -Star dijo con firmeza.
- ¿Qué? -dijo Valery mientras se acercaba a la esfera de cristal, pero Star desactivó la visión que proyectaba la esfera.
- Poco después apareció esta nota -tomó el papel y se lo dio a Artemis.
- "Si quieren recuperar a su estrellita vengan a Camelot" -leyó en voz alta.
- Al parecer alguien lo secuestró.
- «Ese idiota me robó la idea» -pensó Artemis.
- Valery y Artemis Moonlight, por orden del Heraldo les doy la misión de recuperar al bebé de la Ciudadela de Camelot -dijo Star indicando la orden.
- ¿Por qué deberíamos hacerlo? -preguntó Artemis -. Tú misma lo dijiste, pertenece al Heraldo. Lo que le pase me importa una mierda.
- Más respeto a la reina imbécil -replicó Nero -. Reina Star, permítame ir por ese bebé, sinceramente creo que lo haré mejor que este brujito egocéntrico y su hermana hadita, no son más que un par de enviados de...-Artemis no lo dejó terminar. Usando su magia levantó a Nero del suelo y lo mantenía ahorcado, pero Valery tomó el brazo de Artemis y este dejo caer a Nero de golpe.
- Odio ese apodo -Artemis veía a Nero con odio -. Dejemos algo muy en claro, yo soy hijo de uno de los hechiceros que construyeron esta ciudad, fui educado por la bruja que fue capaz de controlar el tiempo mismo, mis habilidades con la espada son tan grandes como mi conocimiento, mis hechizos mentales son los mejores, además, mi hermana es una de las estrategas más inteligentes de todo el Heraldo, su magia es tan grande como la mía y el control de sus hechizos de realidad y la materia son los mejores de este universo, y honestamente es más valiente que tú, Así que no vuelvas a insultarla o te haré pedazos.
- Artemis, si consigues exitosamente esta misión te daré cien zafiros oscuros. No sé cual es el uso que pretendas darles, pero si ese es tu precio lo acepto.
- Bien, lo haremos -Artemis tenía una sonrisa coqueta.
- Pero Art, no has dormido -dijo Valery preocupada y en un tono bajo.
- Partiremos por la mañana, ¿Le parece mi reina? -dijo Artemis de forma sarcástica mirando a Nero quien lo veía con odio.
Una vez de vuelta en Dark Moon Artemis fue a su habitación y se recostó en su cama. Su habitación era color verde menta con luces mágicas alrededor de la pared, tenía un librero enorme que cubría casi una pared completa, mayormente eran libros sobre hechizos y conocimiento arcano, aunque también tenia algunos libros sobre ciencia ficción y romance escritos por humanos, le parecía gracioso como es que subestiman la magia y la fantasía, aunque en el fondo le entristecía leer que en las historias siempre mostraran todo lindo, sin maldiciones.
En la pared donde estaba la cama tenía algunas plantas desérticas y otras que requerían más cuidado. A lado de su cama tenía una mesita de noche done tenía algunas hojas con trazos y apuntes.
- ¿Cuándo fue la última vez que escribiste? -dijo una voz inocente de niña pequeña.
- Hace como un mes, tal vez más -respondió Artemis mientras hojeaba sus apuntes.
- ¿Por qué no vuelves a dibujar Art? Eras realmente bueno -esta vez la voz era de un niño.
- Era pésimo-respondió Artemis.
- Eso es verdad-dijo la niña.
- No sabía que aún hablabas con Luz y Alma -dijo Valery quien entraba en el cuarto.
- Vienen de vez en cuando, solo hacen bromas cada que tienen oportunidad -Artemis hizo un movimiento con su mano, su magia se activó mostrando un aura color verde menta -. Revélense.
En la habitación aparecieron dos entidades: Un hada con aspecto de niña que sostenía un bastón hecho de ramas de cerezo, llevaba un vestido blanco con detalles rojos y una tiara hecha del mismo material que el de su bastón. Tenía el pelo color castaño muy claro, sus ojos eran color lila y sus alas tenían brillos. La otra entidad era un pequeño duende con orejas puntiagudas, tenía un gorro puntiagudo que terminaba con un cascabel, su vestimenta era verde y sus ojos eran color verde limón.
- Hola Valery -dijeron ambos mirándola.
- ¿Cómo están?
- Seguimos siendo la compañía de Artemis, ya te imaginarás -dijo Alma.
- Creaste a Luz y Alma para que me hicieran compañía cuando no estuvieras cerca. Cuando teníamos siete años llegaron a Dark Moon tres cachorros a los que adoptamos y les dimos los nombres de Luz, Alma y Dark. Un día dos cachorros tuvieron un accidente y fallecieron, yo estaba muy triste. Merlín te enseñó a como extraer almas de un cuerpo sin vida y le pediste que te enseñara a crear entidades imaginarias. Merlín entró en mi mente y para darles forma y así nacieron mis amigos imaginarios. Yo era un niño en ese entonces, es lógico que pensara en cualquier tipo de ser mágico -dijo Artemis -. Pero ya crecí, ya no necesito amigos imaginarios Val.
- Pero si necesitas compañía, y mientras yo no este contigo ellos serán tu compañía
-Así que tendrás que soportar todas nuestras ocurrencias -dijo Luz mientras brincaba en la cama de Artemis.
- Sí así lo dices -replico Artemis
- Ya Art, a dormir. Mañana iremos a Camelot -le dijo Val mientras se dirigía a la puerta.
ESTÁS LEYENDO
Hijos De La Luna
FantasyDurante la época dónde la magia aún estaba presente en la tierra, un poderoso brujo secuestro a los hijos del rey Cristopher como venganza por humillarlo. Usando su propia vida el brujo lanzó una poderosa maldición a los pequeños. El príncipe sería...