Cuando entre en la habitación de Tony sabía lo que habría dentro. Me encontré a Liam abajo y me dijo que Leah estaría en la habitación.
Leah y yo no nos llevamos bien. Nunca lo hicimos, ella es guapa y todo eso. Pero su familia y la mía no se llevan bien, así que nosotros tampoco.
Sabía que cuando entrara en la habitación me encontraría a Leah medio desnuda o incluso ya follando con Tony.
Vuelvo a la realidad cuando Tony comienza a chillarme:
-ESPERO QUE TENGAS UNA BUENA RAZÓN PARA INTERRUMPIR EL MEJOR POLVO QUE IBA A ECHAR EN MI VIDA.-Primero: relájate; segundo: te vengo a buscar porque Stan está dando una fiesta y no acepto un no por respuesta.- le explico con tranquilidad.
Tony me mira mal y se limita a ponerse una camiseta y a salir por la puerta. No se que me pasa ni por qué he venido a buscar a mi mejor amigo, pero no podía ir a esa fiesta sabiendo que estaba en casa y que hoy Leah iba a estar por ahí. Me he enterado por los pasillos, Sarah iba gritando como loca que le dejara ir y Leah simplemente decía que no, así que he deducido que iría a casa de Tony.
Cuando llegamos a la fiesta saludamos a todos y algunos se quedan hablando de más con Tony. Yo de mientras me quedo bebiendo, una cerveza, dos, tres, cuatro... Pierdo la cuenta cuando se me acerca una rubia, no recuerdo muy bien cómo acabé besándola contra una pared y llevándola arriba, justo donde no se puede subir. Acabo follando con ella y volviendo a la fiesta en busca de Tony. En cuanto lo encuentro, cojo otra cerveza y le digo de irnos. Pero nos quedamos bailando con otras chicas y bebiendo...
Joder, mi cabeza. Siento que me ha pasado un camión por encima. ¿Qué pasó ayer? Mierda, solo recuerdo una rubia, cervezas, Tony... Joder, me duele todo, mejor me voy a dar una ducha.
No se cómo, conseguí levantarme y llegar al baño, ni me miro al espejo. Una vez me he duchado me dispongo a llamar a Tony, solo para molestar un poco.
-Hey tío, ¿tú también tienes la cabeza como el culo?- le pregunto a través del teléfono.
-Me cago en tus muertos Matt- gimotea al otro lado de la línea- Me jodiste la noche con Leah y encima ayer te hice de niñero hasta las cuatro de la mañana.
-Disculpeme señor "Responsable"- me rio- escuchame, ¿vamos al bar de siempre y desayunamos ahí? Stella nos lo esta regalando todo últimamente.
-No me jodas que te la has tirado.
-¿Qué? No, no se por que tipo me tomas- me comienzo a reír más.
-Ayer tenías a una morena y una rubia, una en cada brazo. Si no llego a llevarte a casa te las llevabas a la cama a las dos.- Me refresca la memoria Tony.
Me quedo hablando un poco más con Tony acordando que haríamos hoy, al final iremos a nuestro bar y vendrá Liam, su hermano pequeño. Quiero pensar que vendrá solo. Sé que Leah es su mejor amiga y no me extrañaría que ayer durmiera con él después de que me llevara a Tony de fiesta.
Me pongo una camiseta y unos vaqueros y salgo hacia el bar en coche. Cuando llego Tony y Liam ya están sentados y con un batido cada uno. Los saludo a los dos y me pido un batido cuando Stella viene a la mesa.
-Bueno Matt- comienza Liam- ¿ayer qué tal?, podrías haberme llevado ehh.- Liam es amigo mío también, básicamente vamos a clase juntos y nos sentamos al lado. A veces me lo llevo de fiesta y esas cosas. No tiene mi edad, repetí año como el hermano de Leah y vamos nosotros juntos a la clase.
-No podía Liam, tu hermano me mataría- miro de reojo a Tony sonriendo y él me devuelve la mirada serio.
-Liam, eres muy pequeño para ir a ese tipo de fiestas- mira a Liam y luego a mi- y tu muy irresponsable para llevarlo a esas fiestas.
Estuvimos un rato largo discutiendo lo que puede y no puede hacer Liam y tras acabarnos los batidos cada uno se fue a su casa. Donde a mí me esperaba mi madre para hablar de no sé qué de que esa noche tenía que salir y que me quedaría solo. Traducción de mi cerebro: fiesta en casa.
Pasé la tarde comprando bebidas y escribiendo en el grupo de fiestas que tenemos todo el barrio e instituto. Mi madre se fue sobre las cinco de la tarde y la fiesta comenzaría sobre las ocho, es decir en dos horas. Saqué barriles de cerveza, mucho alcohol que tenía por ahí guardado, vasos, el equipo de DJ que me regalaron por mi cumpleaños y cerré con llave todas las habitaciones de arriba. En mi casa sabían que estaba prohibido subir y usar esas habitaciones para follar o para hacer otras cosas. Y por supuesto, la droga estaba prohibida en mis fiestas.
Una hora y media más tarde comenzaron a venir gente vecina, así que puse el equipo en marcha y comenzó la fiesta. Poco a poco comenzó a llegar gente y entre esa gente distinguí a Cameron y a Tony, pero en ningún sitio vi a Liam. Supongo que llegaría más tarde.
Y tanto que llegó más tarde, pero el cabrón no venía solo, aparte de venir con todo el equipo de fútbol, tenía a una morena enganchada a su brazo. Y yo ese pelo lo conocía, igual que esa cara. La puta Leah Miller.
Liam había traído a la mismísima Leah. Yo lo mataba. Lo mato. ¿Por que trae con él a esa tía? ¡Y más a mi fiesta! Vale, tengo que calmarme. Voy directo a la cocina y me hago un RonCola. Mientras me lo bebo hablo un poco con la gente y alguna chica que se me cuelga en el cuello. Putas niñitas que necesitan atención. Pero, esta bastante buena, así que creo que me dejaré.
La noche iba bien, eran las doce de la noche y la fiesta estaba mucho más movida que antes. Estaba bailando con una chica morena tranquilamente. No le he visto la cara y no sé ni cómo se llama pero se sabe mover y yo me muevo al igual que ella.
En algún momento de la noche estaba besando a esa chica, tampoco debe saber quien soy, su boca sabe a alcohol y tiene pinta de que va más borracha que yo.
Llega un momento en el que cuando nos separamos decido mirarle a la cara. Y me encuentro cara a cara con Leah.
Me estaba besando con Leah.
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¿¡QUEEEEEEEE?!
QUE FUERTOTE GENTE
espero que os guste esta actualización después de meses sin actualizar.
Muchos besitiss
Aguiló🫶🏻
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Enemigos
Teen FictionMatthew Brown ha nacido para amargarme la vida. Pelo negro, alto, ojos verdes, y sobretodo, con unos abdominales que no pasan desapercibidos. Hay más, nuestros padres también se odian. Puede ser que nos odiamos gracias a nuestros padres. Pero nuest...