MIS ADORABLES VECINOS

· 𝐂𝐚𝐩. 𝟐: Ni al caso, son tres ·

Había llegado tarde tras mi cita así que ya no pude hablar con Sky sobre el encuentro con uno de nuestros vecinos, aunque me morí de curiosidad al ver aquellos dulces en la cocina, ya que la que solía comprarlos era yo y no era un día de celebración como para que Sky los hubiese traído. Me aguanté las ganas de despertarla y me metí en la cama, había sido una velada fantástica, había cenado con Franky y luego habíamos tomado una copa de forma tranquila en un velador, me había traído a casa y nos habíamos despedido. Tenia ganas de contárselo a Sky, fue divertido.

Al día siguiente sonó el despertador como siempre, y como era de esperar, lo aplacé 10 minutos más, mis ganas de trabajar eran nulas. Me senté en la cama y miré a mi alrededor, el cuarto era una pocilga así que decidí levantarme ya para poner un poco de orden y arreglarme para ir a trabajar. Era domingo y solo abríamos el bar por la mañana, nos solíamos turnar con Sky para hacer un domingo cada una, pero aquel era final de mes y debíamos hacer balance y cuentas a puerta cerrada.

Aparqué la moto afuera y entré en el bar saludando apenas a Sky en lo que entraba al almacén para dejar mi casco, aún iba algo dormida así que me tomé mi tiempo en ponerme el delantal y salir a hacerme un café.

-¿Se puede saber a qué hora llegaste? Normal que ahora no seas persona – Me exclamó Sky en lo que yo me iba preparando un café con leche con doble carga.

-Llegue sobre las tres mamá, pero no te preocupes que mi flamante marido me dejó en la puerta y fue educado, no se sobrepasó conmigo, no hizo ni un amago de besarme, joder ¡No hizo ni un amago de besarme! ..... Sky .... - Mis ojos se volvieron cristalinos a modo puchero falso, mirando a mi mejor amiga como un perrito abandonado, como me gustaba el drama.

-¿Y qué esperas? Ya te he dicho mil veces que Franky no cruzará esa linea hasta no estar seguro de que tu quieras cruzarla, de verdad Hino, lleváis así casi un año. - Sky fue hacía la puerta y empezó a cerrar el local aprovechando que no había nadie.

-¡Oye! ¡¿De quién eran esos pastelitos de la cocina!? - Exclamé al acordarme de ellos en lo que me sentaba y me preparaba el café, encendiendo el ordenador portátil del bar.

-¡¡No cambies de tema!! - Me grito Sky terminando de bajar la persiana y volviendo a la mesa en la que teníamos las cosas preparadas. Suspiró y se sentó a mi lado. - Pues nuestro vecino bajó a disculparse con esos pastelitos caseros y no, no hablo del que nos abrió la puerta, hablo del vividor follador -

-¿¡Queee!? ¿¡Conociste al gigoló!? ¡Cuenta! ¿Es guapo? ¡Cómo es! - Casi tiré el café de la emoción al escuchar que Sky conoció al que, según una de nuestras teorías, se prostituía, ya que no era normal la cantidad de veces que escuchábamos darle al tema.

-Guapo se queda corto, no hay palabra para definirlo Hino, de verdad. En el fondo creo que es buen chico, quizás deberíamos invitarlos aun té para conocerlos y hacer una tregua vecinal. - Sky debió de notar con mi mirada lo que pensaba sin tan siquiera decir palabra así que ambas acabamos riendo.

-¡Pues unos "tesesitos" se han dicho! ¿Les decimos cuando lleguemos a casa? Hoy sería buen día para ello, tenemos la tarde libre.– Le dije antes de darle un trago a mi café.

-Me parece bien, espero que ellos también estén libres. - Dicho eso nos pusimos con las cuentas y a terminar de hacer el balance de aquel mes en el bar, el cual había sido bastante positivo.

Tardamos un par de horas en volver a casa ya que también organizamos la semana, hicimos los pedidos y pusimos en orden las facturas y gastos del local, aún así los domingos eran uno de nuestros días favoritos junto los lunes, que eran nuestro descanso semanal.