Capitulo 3

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Capítulo 3

Esta cosa es aún más peligrosa que los Nomu. Eso es lo poco que logré analizar, y aún no está madura. Pensó Kyudai mientras observaba a través de una ventana a un xenomorfo dormido. Pero casi de inmediato se notó que este era mucho más grande que un xenomorfo normal. Medía casi 6 metros desde la cola hasta la cabeza y estaba parado totalmente erguido. De los pies a la cabeza, tenía 3 metros de altura. Donde debería estar su cabeza, había pequeños picos en forma de cresta, asemejándose a una pequeña corona. En lugar de tener 6 dedos en sus pies y manos, solo tenía 5, y su armadura exoesquelética parecía ser más gruesa y duradera.

“¿Cómo va, doctor?” dijo Áfo, acercándose a la ventana con ayuda de una silla de ruedas. Vestía una bata médica, y el rasgo más notorio era su cabeza, llena de cicatrices desde la boca hacia arriba, donde ya no había ojos, nariz ni cabello.

“Deberías estar en la cama”, dijo el hombre bigotudo, mirando al villano en silla de ruedas.

“Estoy lo suficientemente bien para ver el resultado del proyecto”, respondió Áfo con una sonrisa dentuda.

“Te conozco lo suficiente como para saber que no me harás caso. Entonces, Shigaraki, ¿qué piensas?” dijo Kyudai, mencionando el verdadero nombre de All For One.

“Es bastante grande”, dijo Shigaraki, mirando, o bueno, supuestamente mirando al xenomorfo dormido.

Los dos hombres observaron a la criatura durante un tiempo. El silencio del lugar fue interrumpido por la respiración pesada del xenomorfo.

“Despiértalo”, comentó el hombre cicatrizado con una sonrisa ansiosa por ver el resultado de su experimento.

El doctor asintió y se dirigió hacia un panel de control que estaba al lado de la vitrina. Pulsó un botón y una corriente de electricidad recorrió una cadena que estaba atada a una de las piernas del xenomorfo.

-_-_-_-_-_-..

Senji sintió una pulsada de dolor recorrer su cuerpo, lo que claramente lo despertó del dulce sueño que estaba teniendo.

Lo primero que vio fue que estaba en una habitación grande, revestida con baldosas blancas. Era como si estuviera en un baño, pero sin todo lo demás. Miró a su alrededor y se asustó cuando vio una cosa negra y alargada con una punta de lanza deslizándose por el suelo. La mera impresión hizo que el chico cayera de espaldas contra la pared, solo para recibir una sensación extraña de que su espalda no tocó la pared, sino algo más.

El chico, mirando hacia atrás, recibió una vista horrorosa: unos tubos negros surgían de su espalda. Al observar con más detenimiento la cosa alargada que había visto antes, se dio cuenta de que estaba conectada a su espalda, que también había cambiado.

“Puedes acercarte al espejo si quieres saber qué está sucediendo”, dijo una voz ansiosa a través de unos parlantes que Senji no había visto antes.

“¿Eres el hombre del templo, verdad? ¿Qué fue lo que me pasó?”, preguntó Senji en pánico. Pero el chico se detuvo en algo que no se había dado cuenta antes.

Cada vez que intentaba hablar, solo emitía gruñidos extraños desde su garganta, y su lengua se sentía extraña.

“Bueno, veo que el don de la comunicación telepática que te di está funcionando como debe ser. Solo debes refinar la intensidad con la que transmites tus pensamientos. Puedes dar jaqueca a alguien que no quiere tenerlas, aunque sería bueno para distraer a tus enemigos”, dijo Shigaraki a través de los comunicadores, llamando la atención de Senji, que estaba gateando hacia el enorme espejo horizontal.

Cuando Senji se acercó al espejo, vio al instante el reflejo de un monstruo. El chico retrocedió de miedo y tropezó con su cola, lo que provocó que cayera al suelo con un ruido sordo.

-_-_-_-_-_-.

Shigaraki observó al niño en estado de shock, sorprendido por su nuevo cuerpo.

“Debes estar sorprendido por tu cambio”, dijo Áfo con voz suave. Lo primero que dijo no era una mentira del todo: el villano no había previsto ser atacado por esos seres. Sin embargo, lo segundo no era completamente falso: tenía dones de curación y regeneración bastante poderosos. Aun así, no serían suficientes para curar al chico por completo. Como máximo, el chico podría mover sus brazos, ya que la columna vertebral y parte del abdomen se habían visto afectados por ese ataque de plasma. A pesar de todo, podría haber salvado al niño y preservar su humanidad. Pero bueno, el chico era necesario para sus próximos planes, no solo para matar al símbolo de la paz, sino para cambiar el mundo entero.

-_-_-_-_-_-.

Izuko Midoriya, un niño sin peculiaridad, estaba nervioso. Se había encontrado con un chico llamado Tenko Shimura, quien estaba en un estado lamentable: demacrado, con ropa llena de polvo y sangre, y una mirada traumatizada.

Tenko miró nerviosamente a su alrededor. Estaba en la casa del chico que lo había ayudado a salir de las frías calles, algo que agradecía enormemente.



El niño de cabello verde había llevado a su inesperado invitado a su casa. Desde su inocente perspectiva, estaba siendo como un héroe al salvar al otro niño de su tristeza.

Tenko Shimura observó con curiosidad la modesta casa de IzukoEra de dos pisos: en el primero estaban la sala, la cocina y el baño, mientras que en el segundo piso había tres habitaciones



“Mamá está trabajando en estos momentos, así que no podré presentártela hasta que ella llegue”, dijo Izuko, llamando la atención del peliceleste, quien observó cómo el otro niño intentaba dar una sonrisa al más puro estilo All Might pero fallaba horriblemente.

Tenko le ofreció una leve sonrisa al otro chico, el cual se relajó un poco.

“Bueno, ¿qué pasó para que terminaras en la calle?”, preguntó Izuko mientras caminaba hacia la cocina, sacaba una jarra de jugo de naranja de la nevera y llenaba dos vasos con jugo. Luego regresó a la sala; todo el proceso duró dos minutos, tiempo suficiente para que Tenko pensara en su respuesta.

“Es por mi quirk; tuve un mal despertar y las cosas se pusieron complicadas”, respondió el peliceleste recibiendo el vaso, asegurándose de que no todo   sus dedos lo tocara.

“¿Tu quirk apenas despertó? Pero tienes como 10 u 11 años, no se supone que los quirks despierten a los 4 años”, respondió Izuko con curiosidad mientras él y Tenko se sentaban en el mueble de la sala.

“Supongo que tuve un despertar tardío, pero eso no es el caso. Mi quirk hace que todo lo que toque con mis 5 dedos se descomponga de forma acelerada y se convierta en cenizas al final. Bueno, me asusté y las cosas se salieron de control, y con ello se fue el punto de guardado, así que tengo que empezar desde cero”, respondió Tenko rascándose el cuello con su mano libre.

El peliceleste solo recibió una cascada de murmullos por parte del peliverde, quien estaba haciendo anotaciones en una libreta que, quién sabe de dónde sacó. Sin embargo, Tenko sonrió levemente al escuchar que su quirk podría ser útil para misiones heroicas de rescate y otras cosas que hicieron que el peliceleste no se sintiera como un monstruo, como le gritó su padre antes de su muerte.

“Eh, oye Izuko, ¿estás aquí?”, preguntó Tenko moviendo el hombro del peliverde, asegurándose de que solo 4 de sus dedos hiciera contacto.

El peliverde se detuvo en seco y su rostro se puso tan rojo como una remolacha, que, junto con su cabello, el niño podía ser una imitación perfecta de dicho vegetal.



“Me puse a murmurar entre dientes, ¿verdad?”, tartamudeó Izuko avergonzado, mientras dejaba a un lado su libreta y rápidamente tomaba su jugo de naranja, terminándoselo de un trago.

“No importa, de todos modos te agradezco que pienses tan bien de mi quirk. No pedí que mi habilidad especial de avatar fuera tan desequilibrada”, dijo Tenko. Inconscientemente puso sus 5 dedos en el vaso, el cual con un crujido se hizo añicos y poco después polvo en la mano del peliceleste. Por suerte, el vaso estaba vacío del jugo de naranja.

“Oh, lo siento por eso”, comentó Tenko avergonzado mirando las cenizas.

“Ah, no importa. De todos modos, yo también he roto vasos por accidente”, se despidió Izuko, mirando de forma afilada las manos de Tenko e ignorando por ahora las extrañas referencias a videojuegos que hacía el peliceleste.

“Tengo una idea, ya vuelvo”, dijo Izuko corriendo hacia las escaleras y subiendo al segundo piso, dejando a un confundido Tenko, quien miró hacia el techo, escuchando cómo Izuko se movía rápidamente en la segunda planta.

*Crujido*.

El sonido de la puerta abriéndose llamó la atención del peliceleste justo a tiempo para ver a una hermosa mujer delgada, de cabello verde igual que Izuko, entrar a la casa mientras llevaba algunas bolsas de compras.

“Izu,  bebé, mamá ya llegó, ¿dónde estás?”, dijo la mujer con un tono de voz muy maternal.

La mujer se giró hacia la sala, donde pensaba encontrar a su hijo, hasta que se paralizó al ver a otro niño que no era su pequeño.

“Hola”, saludó el peliceleste de forma incómoda.

“Hola”, respondió torpemente la mujer devolviendo el saludo.

“Tenko, mira, ¿por qué no usas estos guantes? Le corté la parte donde debería ir el dedo meñique, así nunca tocarás nada con tus 5 dedos y todo estará bien. ¡Mamá! ¿Eh, ya llegaste tan pronto?”, comenzó a decir Izuko bajando las escaleras alegremente, hasta que casi se tropezó al ver a su mamá en la entrada de la casa.

-_-_-_-_-_-_.

“Resistencia al fuego, al frío, al ácido, regeneración acelerada, enorme fuerza que se puede igualar con la de un elefante, todo eso y apenas no hemos llegado a la punta del iceberg, y estoy 100% seguro de que todas estas mejoras de un xenomorfo común fueron culpa de Shigaraki”, pensó Kyudai mientras miraba una tableta llena de información. En estos momentos estaba dentro de otra sala más grande e higiénica, llena de aparatos de análisis y otras herramientas médicas, mientras en el medio de todo estaba Senji, sentado se podía decir, en la camilla, la cual se había hundido un poco por el peso del xenomorfo híbrido.

“Dime, doctor, ¿qué se supone que debo hacer? Mi hermana debe estar preocupada por mí”, preguntó Senji telepáticamente hacia el hombre bigotudo.

“¿Quieres mi más sincera opinión, o prefieres algo que no te duela tanto?”, respondió Kyudai mirando la pantalla de una computadora.



“Prefiero lo sincero”, dijo Senji con ansiedad, aún mirando su nuevo cuerpo inhumano.

“Si tu hermana realmente estuviera preocupada por ti, ella te habría sacado de las calles mucho antes de que esos yakuzas te atacaran. Lo que significa que no le importaste mucho”, respondió el hombre fríamente, girando su silla rotatoria hacia Senji, quien se había quedado estático en su lugar.

El xenomorfo comenzó a temblar de forma brusca, mientras soltaba varios gruñidos.

“¡No! Ella no sería capaz de eso”, se negó obstinadamente Senji, con molestia clara en su voz mental que, a pesar de su aspecto, aún sonaba como un niño.

“Mira, que te encontráramos fue pura suerte, y si estoy equivocado, que lo dudo mucho, ¿crees que ella te seguiría amando con tu aspecto actual?”, respondió el hombre mientras discretamente abría algunas compuertas, que revelaban diferentes criaturas humanoides con el cerebro expuesto, pero se quedaron en su lugar esperando órdenes.

Senji se detuvo en su estado angustiado y pensó mejor las cosas. Sintió por sus nuevos sentidos que el doctor no estaba mintiendo, lo que explicaba muchas cosas, como por qué su hermana no lo había ido a recoger en todos esos días que estuvo sufriendo en las calles. Además, ¿quién lo amaría ahora con este aspecto?

Senji dejó caer sus hombros y comenzó a llorar como el niño pequeño que alguna vez fue.

-_-_-_-_-_-.

Áfo cerró sus inexistentes ojos hacia una pantalla, en la cual se veía una grabación de varias cámaras de seguridad, las cuales estuvieron apuntando hacia el templo donde esas criaturas lo atacaron, hasta que detuvo la grabación en una imagen estática.

“¿Qué eres tú?”, pensó Shigaraki mientras la pantalla mostraba una enorme silueta de más de dos metros, la cual era visible gracias a las gotas de agua que le estaban cayendo a la figura en ese momento y los ojos brillantes. De resto, el ser era técnicamente invisible.

“Ellos iban a matarme directamente. ¿Acaso será algún equipo especial? ¿Pero quién los envió? ¿El gobierno? ¿El ejército? ¿Otra organización de villanos? ¿O quizás los héroes? Aunque dudo mucho que los últimos fueran culpables de esto, pero la tecnología que muestran aquí está más allá de lo que se puede hacer sin la ayuda de algún quirk. Debo cuidarme las espaldas de ahora en adelante”, pensó Shigaraki sin apartar su mirada de la pantalla.

Estados Unidos, ubicación desconocida.

“¿Estás seguro de que no había nada en esa enorme caja?”, preguntó un soldado estadounidense con orejas de conejo, el cual se estaba rascando la cabeza mientras veía un enorme contenedor metálico hecho trizas de adentro hacia afuera.

“No lo sé. Los documentos tienen más de 100 años. Ni siquiera sabíamos de esta base hasta que una alarma de las computadoras viejas de nuestra base aérea se activó”, respondió otro soldado que estaba revisando unos documentos viejos.


“Y saber que esta base estaba conectada con la muestra… ¿Qué piensas? ¿Algún afortunado cazarrecompensas encontró la base?”, preguntó el soldado con orejas de conejo.

“Tal vez, pero no encuentro nada que nos diga qué había en ese contenedor”, dijo el soldado con los documentos.

“No me gusta nada esto. Aquí hay un montón de cosas raras”, dijo el de orejas de conejo, alzando la vista para ver un enorme almacén oscuro lleno de contenedores.



“Oigan, no puedo comunicarme con el piloto del helicóptero. ¿Pueden ir a revisar qué pasó? Nuestro equipo de exploración encontró un hueco enorme en el costado del almacén de la base”, dijo un hombre por medio de unos auriculares que tenía el otro soldado.

“Aquí equipo azul. No encontramos nada más que un contenedor roto y documentos viejos. Informaremos a la base para que busque información de este almacén”, respondió el soldado, llamando la atención de sus compañeros.

“Confirmado”, dijo el hombre de la radio cerrando el canal de comunicación.

“Oigan chicos, vámonos de aquí. Esto se está poniendo aburrido y tenebroso”, dijo una soldado saliendo de un callejón de contenedores.

“Estoy de acuerdo. Esto de ir en bases abandonadas no es lo mío”, dijo el soldado con orejas de conejo, hasta que se detuvo cuando sus orejas se movieron en una dirección específica.

“¿Qué fue eso?”, Dijo este con una ceja alzada.

“¿Qué sucede?”, preguntó la mujer soldado mirando a su compañero Rabbit.

“Eso. Ya no escucho a los demás afuera”, dijo el soldado Conejo, prendiendo su propia radio.

“Oye, ¿por qué se dejaron de mover? ¿Encontraron algo?”, preguntó el soldado Rabbit, mientras sus otros dos compañeros se acercaban para escuchar.

“Aquí hay un monstruo”, respondió un soldado en un susurro, el miedo era claro en su voz.

“¿Eh? ¿A qué se refiere con eso?”, preguntó la soldado hasta que el sonido de los disparos se escuchó en la radio y poco después el eco de las ráfagas llegó a su posición.

“Ok, esto ya no es bueno. Comunícate con la base y pide permiso de uso de quirks”, dijo el soldado líder, el cual le quitó el seguro a su fusil.

“Aquí hay un monstruo”, dijo la voz anterior del soldado de la radio, solo que esta vez sonaba distorsionada y no provenía de la radio.

“¡Qué demonios!”, gritaron los tres soldados sorprendidos, girándose en la dirección de la voz, solo para ver una enorme figura caer encima de ellos.

Un ser de dos metros y medio se paró frente al contenedor roto. Detrás de la figura se veía el grupo de tres soldados muertos.

El ser usaba piezas de armadura de cuerpo casi completo, solo que tenía algunas partes descubiertas para facilitar la agilidad, pero estas partes estaban cubiertas por una malla, y dejaban ver que la criatura tenía una piel marrón.

En los antebrazos del ser había brazaletes que tenían cuchillas dobles retráctiles, mientras que el brazalete derecho tenía una mini computadora súper avanzada. Además, llevaba un cinturón con diferentes herramientas y armas.

Tenía una biomáscara que ocultaba el rostro de la criatura, pero aún así se podía ver que tenía una cabellera en forma de rastas.

El ser dio gruñidos que un humano no haría. Este se acercó al contenedor y, agachándose en el interior, la criatura sacó un vial con el cual recogió lo que parecía ser saliva. Luego, conectó el vial con un aparato que estaba en el brazalete del  antebrazo derecho, y justo después la máquina se encendió y mostró un lenguaje inhumano. El aparato desplegó un holograma de color rojo de una reina xenomorfo.

La criatura dio un gruñido y, usando su otra mano con garras, oprimió la mini computadora de su antebrazo derecho en diferentes sucesiones.

Del antebrazo surgió un nuevo holograma de otro ser similar, solo que tenía una biomáscara diferente.



“¿Qué encontraste?”, preguntó el Yautja del holograma.

“Una xenomorfo reina, pero solo está su rastro. Actualmente no sé dónde se encuentra”, respondió el Yautja, aún inclinado cerca del contenedor.

“¿Hay riesgo de una epidemia?”, volvió a preguntar el otro Yautja con seriedad.

“Eso es lo extraño. A este paso ya debería haber un gran nido, pero no”.

El Yautja fue interrumpido cuando su brazalete emitió un pitido que cambió el holograma del otro Yautja por el de la reina xenomorfo, el vientre de esta siendo resaltado por un triángulo rojo.

“¿Qué sucede?", preguntó el Yautja de la comunicación.




“No importa, esta xenomorfo reina es una mutante. No podrá reproducirse por sí sola”, respondió el Yautja, levantándose y saliendo del contenedor.

“¿Necesita un King xenomorfo, verdad?”, preguntó el otro Yautja.

“Sí, pero ya sabes que esa abominación solo se puede crear a través de un laboratorio. Por lo demás, no existe uno naturalmente. En conclusión, esta reina xenomorfo es inútil y no vale la pena capturarla ni sacrificar soldados en ello”, comentó el depredador poniéndose frente a los soldados humanos muertos.

“El elder no va a estar contento”, respondió el Yautja de la comunicación.

“Él comprenderá”, dijo el depredador sacando un vial azul de su cinturón. Destapando el vial, el Yautja vertió el líquido azul en los cuerpos, los cuales rápidamente comenzaron a disolverse, con ropa y todo.

“Nos reuniremos en la nave que está en la atmósfera del planeta. Luego partiremos a Prime. No tardes”, comentó finalmente el Yautja cortando la comunicación.

*-_-_-_-.

En Kyoto, Japón.

En una de las azoteas de esta ciudad de Japón, se veía a 4 depredadores observando el paisaje, mientras uno de ellos bajaba su brazo derecho.

“Nuevas noticias, nos vamos”, dijo el que parecía ser el líder.

“¿Y qué pasa con la misión y el humano que apesta a esas serpientes?”, preguntó otro Yautja, apartándose del borde del edificio.

“Scar ya se encargó de eliminar los restos de la nave perdida, y el humano… eso se hablará con el elder. Las sospechas de la reina son afirmativas, pero está defectuosa y no presentará un problema a corto plazo”, respondió el líder activando su camuflaje, mientras los otros tres se daban una mirada y rápidamente activaban su propio camuflaje, seguido de sus compañeros.


“4 años después.

Dos héroes fueron encontrados brutalmente asesinados en las afueras de Musatafu. La identidad de los dos héroes era Bolt Bolt y Golden Wolf. Estos dos héroes se suman a la enorme lista de asesinatos brutales que, gracias a las autopsias, se confirma que fueron obra una vez más del peligroso villano Nightmare. A continuación, unas palabras del héroe número dos, Endeavor”, dijo una presentadora de noticias, la cual fue interrumpida cuando el televisor fue apagado.

“Tsh’.  hablan y hablan de estos héroes muertos, pero no dicen que todos los héroes asesinados por Nightmare tenían antecedentes o sospechas de haber cometido crímenes. Se merecen lo que les pasó a estos supuestos héroes”, dijo un adolescente de 15 años llamado Tenko, el cual estaba sentado en el sofá de la familia Midoriya.

“Tenko Midoriya Shimura, ve y sube a organizar tu habitación, ya casi es mediodía”, dijo Inko Midoriya, la cual estaba en la cocina.

“Ya voy, madre”, respondió Tenko subiendo por las escaleras a su cuarto, pero se detuvo cuando vio a Izuko entrar a la casa, con su uniforme de colegio todo desorganizado y con algunas partes chamuscadas.

“Izu, ¿estás bien?”, preguntó Tenko bajando a revisar al peliverde, el cual se puso nervioso.

“B-bueno, yo… me…”, intentó decir Izuko, pero se calló cuando Tenko le dio una mirada seria.

“Fue Bakugo”, susurró el peliverde.

“Otra vez ese cabeza de Granada. Creo que se va a ser sacar de la partida del juego permanentemente”, dijo el peliceleste, acomodándose unos guantes de tela negra que tenía puesto, pero estos no tenían el pulgar, dejando ver el dedo pálido del ojo rojo.

“No, no hagas nada imprudente. Esta vez no fue tan malo”, intentó decir Izuko, pero se calló cuando Tenko lo agarró por los hombros.

“Mira, Izuko, ese imbécil se le olvidó el escarmiento que le di hace tres años y no dejaré que mi hermano menor sufra los caprichos de ese matón. Déjame encargarme, sí”, dijo Tenko, haciendo que Izuko mirara al suelo.

“Sé que no te podré detener, pero déjame acompañarte esta vez”, dijo el peliverde con un tono de voz derrotado.

*_-_-_-_-_-_.

“¿Por qué esta vez mataste a esos héroes?”, preguntó Áfo, el cual llevaba su clásico traje elegante, y estaba mirando en la dirección de varias pantallas, las cuales iluminaban el cuerpo del villano, revelando que el hombre desfigurado tenía un tubo de soporte de vida conectado en su cuello.

Un siseo molesto se escuchó a sus espaldas, y poco después una voz tétrica sonó en la cabeza de Shigaraki.




**Se lo merecían.**

“No has respondido a mi pregunta”, volvió a comentar Áfo, sin mirar al dueño de la voz.

“Iban a violar a una niña con cara de serpiente”, dijo la voz en la mente de Áfo.

“Ya veo, ya veo”, comentó Shigaraki de forma reflexiva.

“¿Cuándo vas a hacer tu movimiento? No crees que te estás tardando”. Se quejó el monstruo.

“Paciencia, joven Senji, paciencia. El mundo cambia, pero ese cambio aún no se debe realizar. Hay que esperar la oportunidad más apta”, dijo Áfo con una sonrisa.

“¡Graa! ¿Qué importa la paciencia? He estado en las sombras demasiado tiempo; quiero salir, quiero que ella me vea, quiero ver su cara cuando sepa quién soy", dijo Senji acercándose a la luz de las pantallas, mostrando que en estos 4 años no había cambiado en absoluto, solo que su esqueleto estaba lleno de rasguños o grietas.

“¿Sabes que mi némesis es el símbolo de la paz, verdad?”, preguntó Áfo a Senji.

“¿ Si Lo conozco? ¿Y quién no lo conoce?”, se burló Senji, azotando su cola contra el suelo.

“Bien, pues para derribar a un dios hay que hacer que sus adoradores pierdan la fe en él y así, cuando ese dios muera, nadie lo extrañará”, dijo Shigaraki con su sonrisa agrandándose.

“Puedo ser fuerte y todo eso, pero sabes que no le puedo ganar en estos momentos”, respondió Senji con molestia.

“Eso se encargará mi segundo al mando, Kurogiri. Tú, mientras tanto, te encargarás de algunas molestias recientes, llamadas el Ejército Revolucionario y los 8 Preceptos de la Muerte”, comentó Shigaraki con una sonrisa leve, sin necesidad de usar un quirk para saber que el xenomorfo estaba ansioso.

“Al fin”, dijo Senji de forma macabra.

**Fin del capítulo.**



Antes de irme, quiero aclarar que la conversación de los Yautjas se realizó en su lenguaje materno, solo que la presenté de esta manera para no perder detalles.

Hasta la próxima, en la cual ya se centrará más en el protagonista de este fic. Este fue más que todo un capítulo para sentar las bases de la historia y no dejar el resto del mundo de la historia abandonado.

**Fin.**

















Fanfic Novelas:monstruo maldito boku no hero academiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora