Capítulo Tres.Por suerte para Jungkook, ni él ni Jimin habían muerto por culpa de su abrazo.
Después de que Jimin se fuera a casa el día que se conocieron, volvió el día siguiente a dejar los deberes de Jungkook con el corazón saliendo de su pecho, asustado de que el pobre muchacho hubiera muerto por estar en contacto con él. Sin embargo, para su sorpresa, Jungkook estaba bastante bien. Jimin siguió yendo los días siguientes con la misma intriga, pero cuando la semana terminó y nada pasó, la duda de si realmente Jungkook moriría por entrar en contacto con alguien, se alojó en su cabeza, apenas dejándole pensar en otra cosa.
Al cabo de dos semanas de verse a diario esperando que algo pasara, terminaron volviéndose amigos. Pasado un mes desde la primera vez que se vieron, Jungkook había comenzado a considerar a Jimin como su mejor amigo, aunque realmente, era el único. Todo era muy extraño, según Jungkook. Ni siquiera había rastros de fiebre, dolor de cabeza o resfriado sobre ellos, mucho menos había alguna consecuencia física notable. No había nada, absolutamente nada. Sin duda alguna, la situación lo descolocó, pues Jungkook sentía que no entendía absolutamente nada sobre sí mismo en ese momento. Desde que era niño, había escuchado de sus padres que no podía acercarse a absolutamente nadie o moriría. Sin embargo, ahí estaba, sentado junto a Jimin, su nuevo amigo, un mes después de haberlo conocido. Lo había tocado y los dos estaban vivos.
Vamos, que Jungkook no lo había vuelto a abrazar entusiasmadamente como aquella vez, pero sí que compartían alguno que otro roce mientras estaban junto al otro y nada malo había pasado.
—¿Y si los dos estamos muertos en nuestra dimensión y hemos sido transportados a otro universo paralelo?
Jimin preguntó, sentado en el suelo de la sala de Jungkook, sus piernas en flor de loto mientras que veía a Jungkook del otro lado, con sus piernas estiradas en su dirección, escondiendo una tira de manga entre sus manos. La afición de ambos por los mangas sin duda alguna había servido para dar pie a su amistad, sin embargo, había más cosas que los mantenía unidos. Era absurdo, pero Jimin encontraba una calma impresionante junto a Jungkook y pese a no llevar mucho de conocerle, se sentía cómodo y en confianza con él, como si lo conociera de muchísimos años atrás.
—¿Y por qué hemos venido juntos a este mundo paralelo?
Jungkook preguntó en respuesta.
—¿Tal vez por qué morimos al mismo tiempo?
Jungkook, ante la respuesta de Jimin, hizo una mueca pensativa y luego asintió con la cabeza. Se acercó a Jimin hasta sentarse a su lado, copiando la misma posición de flor de loto con sus piernas.
—Tiene sentido —afirmó el pelinegro—. Tiene mucho sentido, de hecho.
Jimin suspiró, aquello no tenía sentido en absoluto. Pero era divertido imaginar que sí.
—¿Y si le preguntas a tus padres?
—Te lo he dicho, no tengo permitido hacer preguntas. Además... Olvídalo -Jungkook quiso cambiar el tema de conversación—. ¿Qué leeremos hoy?
Jimin frunció el ceño, le molestaba mucho que las personas comenzaran a decir algo y no lo terminaran.
—Jungkook ¿Además qué?
Jimin preguntó. Jungkook se encogió de hombros y con algo de timidez, deslizó su mano hasta llegar a la mano de Jimin, tomándola.
—Siento que sí les digo que he tenido contacto contigo, me alejaran de ti —Jungkook ejerció fuerza en el agarre, aunque no demasiada—. No quiero eso, no quiero dejar de pasar el rato contigo, me hace feliz verte. Estar aquí solo mientras mis padres trabajan, es aburrido.
Jimin asintió con la cabeza, no sabía que decir exactamente, además, estaba concentrando intentando controlar la sangre que subía a sus mejillas, aunque estaba casi seguro que Jungkook le había visto sonrojarse ya, pues no tardó mucho para que las mejillas del pelinegro se tiñeran de rosa también. Jungkook era demasiado impulsivo, a diferencia de Jimin, por lo que dejaba siempre salir algo que terminaba dejándole a los dos de esa manera.
—Me gusta cuando te sonrojas —volvió a hablar Jungkook—. Es bonito, todo en ti lo es.
Jimin sintió sus mejillas arder aún más y le dio un golpecito a Jungkook en el hombro.
—No digas ese tipo de cosas, es raro.
Jungkook asintió con la cabeza y no dijo mucho más esa tarde. Sabía que era extraño, pero no podía evitarlo. Le gustaba Jimin, le gustaba mucho. Había pasado apenas un mes, pero el verlo casi todos los días, había hecho que su corazón se encariñase rápidamente con el suyo. Además, Jimin tenía una personalidad de la cual era bastante difícil no enamorarse.
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UNTOUCHABLE 本 KOOKMIN MINI FIC
FanfictionJimin es un aficionado del manga y posee una gran admiración por uno de sus compañeros de clases, Jeon Jungkook, un estudiante misterioso que dibuja tiras de manga y nunca se ha visto en la escuela, ya que, padece de una patología bastante particula...