Lo que nunca dije

El secreto de vivir

Vivir es como ese libro a medias, ese diario que escribes cada día y ese aprendizaje continuo. 

Cuando crees saberlo todo, hay algo que te sorprende y te da una lección.

Cuando naces todo parece simple y bonito pero a medida que van pasado los años te das cuenta de que vivías en tu propia realidad inventada. De que la vida es mucho más que esa inocencia que has ido dejando atrás.

Te das cuenta de que nunca has aprendido lo suficiente como para estar seguro de que nada te va volver a romper en mil pedazos.

Tampoco vas a tener la respuesta a todos tus problemas, probablemente cometas muchos errores pero de eso va la vida. De aprender, levantarse y seguir tomando nota para que la próxima caída duela menos.

Se que es complicado aprender a base de golpes pero nadie dijo que fuese fácil, nadie nos aseguró tener un manual para ello.

Por difícil y extraño que parezca somos dueños de nuestro propio aprendizaje, de nosotros depende querer seguir avanzando para no quedarnos atascados en un mismo punto.

Con la poca experiencia que tengo he aprendido a quererme porque nadie lo hará tanto ni tan bien como yo. 

Nadie tapará mis heridas como lo hago yo.

Si algo he aprendido es a ser valiente, a saber arriesgarse en el momento exacto, a dar esa chispa a la vida.

Me han enseñado que quien te quiere te hace reír y no llorar. Quien te quiere apuesta por ti, por seguir a tu lado.

Con los años ves cosas que de pequeño dejabas pasar. Cosas que te parecían irrelevantes.

Ves como todo no es tan bonito como te lo pintan ni tan feo como te hacen ver. 

Aprendes que del negro pueden salir otros colores y que te puedes perder en la mirada de alguien. 

La vida es como esa partida de ajedrez, si no juegas no ganas. 
Si no arriesgas no sabes. 

Vive, equivócate pero sobre todo corrige y aprende de tus errores.