Lo que nunca dije

De todo a nada en un segundo

En el intento de serlo todo acabamos siendo nada.

Pasamos de ser almas gemelas a ser dos corazones que fingen no haberse conocido jamás.

En ese último abrazo se quedan todos los momentos vividos, todos los "te quieros" dichos con la mirada, todas risas provodacas y lágrimas derramadas.

Ese último abrazo que si lo hubiera sabido lo habría hecho con más fuerza, te habría abrazo tan fuerte que por un momento podría haber retenido todos esos momentos vividos y hacer que te quedaras conmigo.

Pero no fue así.
Ya no estás, te has ido.
Me has dejado rota.
Vacía.
Sin fuerzas.
Sin vida.

Atrás quedan todas nuestras ganas de hacer que salga bien, todas nuestras conversaciones hasta las tantas de la noche y todas esas pequeñas peleas por ver quien quiere más al otro.
Al parecer terminé ganando yo pero no es de la forma en la que quería hacerlo.
No sin tu sonrisa, sin tus besos, sin tus abrazos.
No sin ti.

Lejos quedan esos nervios de las primeras veces, su perfume en mi ropa, su sonrisa en mis labios o ese brillo en los ojos cuando nuestras miradas se conectaban.

Ya no hay rastro de esos "para siempre" que juraríamos cumplir a toda costa.
Todas las promesas que nos hicimos se han ido, como tú y no tienen intención de volver.
Solo quedan los recuerdos y los infinitos momentos que creamos.

Ahora lo único que se es que no hay peor dolor que dejar ir a quien más quieres.
Y no hay mayor acto de amor propio que valorarse y curar la herida que ha dejado.

Solo queda darte las gracias por haber sido mi otra mitad, mi pilar y el motivo por el que sonreír y vivir.
Pase lo que pase, se feliz y cuidate mucho. Yo también lo haré.
Lo prometo.

Ahora solo soy capaz de llorar cuando recuerdo nuestras fotos, nuestras canciones y nuestros lugares especiales.

Y se que llegará  el día que pueda ver la luz y vuelva a ser yo misma otra vez.

Tengo tanto miedo a no saber que será de mí.
Ahora que ya no estas siento que todo me recuerda a ese "nosotros" que construimos y todo se me viene encima y no sabes cuanto duele.

Me toca dejarte ir pero te llevas una parte de mi.
Una parte de mi corazón y de mi alma siempre estarán contigo.
Te sigo queriendo aunque tu ya no lo hagas.