𝑷𝑹𝑶́𝑳𝑶𝑮𝑶

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Llevaba una rutina que para todos los demás seria envidiable sin duda alguna, pero para él era un completo martirio el pasar de los días. Pese al éxito que logro cosechar después de años de estudio y esfuerzo. Su cuerpo simplemente había tomado el control sobre él, realizando las misas acciones que los días anteriores: Levantarse, ducharse, desayunar algo si es que le daba tiempo para hacerlo, y pasar el día entero encerrado en su oficina dentro del despacho que hace ya tres años había fundado junto con la ayuda de dos de sus mejores amigos y hoy en día socios.


-Hange.- la llamo desde su escritorio por medio de su teléfono celular en mano.- ¿Cancelaste mis citas de esta tarde?.- cuestiono sin dejar de revisar algunos documentos.-

-Cada día que pasa me tratas como a tu secretaria personal Levi.- respondió la castaña al otro lado de la línea.- Y no, no pude cancelar una de ellas.- añadió seriamente, esperando la negativa respuesta por parte del pelinegro.-

-¿Cómo es eso posible cuatro ojos?.- estuvo a punto de gritarle, pero logro contenerse un poco, aunque esa pequeña subida al tono de su voz basto para que algunas personas que caminaban por los pasillos pudieras escucharlo con claridad.- ¿Cómo paso? Te dije que inventaras una buena excusa para poder irme temprano hoy.- retiro los anteojos que llevaba puestos.-

-Te recuerdo que no soy la única "cuatro ojos" de por aquí enano.- respondió riendo.- Y respecto a la cita, intenté hablar con la chica, pero... parece que es de suma importancia, me ha insistido mucho y no pude evitar negarme a su petición de mantener la cita para hoy mismo.- concluyo mientras tecleaba en su ordenador.-

-¿Y no puedes atenderla tu o Erwin?.- volvió a cuestionar, comenzaba a alterarse nuevamente. Tan solo quería salir de allí y llegar a casa para disfrutar de una taza de te caliente mientras permanecía observando a la nada.-

-No.- le respondió.- Erwin tiene una reunión importante media hora antes de la cita y me ha pedido apoyo y no puedo decirle que no horas antes Levi.- esperaba que lograra convencerle tarde o temprano.-

El no respondió ante lo que había dicho la persona al otro lado de la línea telefónica, pero sí que se o estaba pensando. Esperaba no arrepentirse de su decisión y cedió ante la petición de su amiga.

-Esta bien, pero tendrás que recompensarlo consiguiendo a alguien para el puesto de secretaria.- chasqueo la lengua luego de responder.-

-¡Te lo prometo! Encontrare a alguien para el puesto.- grito efusivamente.-

El único problema era que esa cita que tanto había luchado por evadir al menos el día de hoy, era hasta dentro de dos largas horas. El tiempo se le haría eterno si simplemente se dedicaba a esperar a que esa hora llegase.

Así que salió caminando tranquilamente de su oficina y se dirigió hasta el lugar donde supuso que Hange se encontraba trabajando, pero grande fue su sorpresa al no encontrarla ahí.

Por lo que supuso que se había marchado con Erwin a afinar detalles de esa dichosa reunión, que hasta ese momento no recordaba de lo que iba a tratarse. Una vez lo hizo, agradeció internamente el haber actuado a tiempo diciéndoles a esos clientes que estaría sumamente ocupado y le sería imposible asistir.

Se acerco hasta el escritorio de la castaña en donde busco de entre varias carpetas encima de este, ahí colocaba cada uno de los expedientes que Hange se encargaba de agendar para el diariamente. Y una vez visualizo el que indicaba las 4:00 pm como hora indicada, lo tomo y salió con rumbo de regreso a su oficina.

Volvió a tomar asiento en su lugar y se colocó de nueva cuenta los lentes que solía usar día con día, tanto leer y estar frente a una computadora durante la carrera universitaria y su trabajo diario le habían pasado factura y se vio obligado a realizarse un examen de la vista y por consiguiente a usar aquellos lentes diariamente.

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⏰ Última actualización: Feb 28, 2022 ⏰

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| Bʀɪɴɢ ᴍᴇ ʙᴀᴄᴋ ᴛᴏ ʟɪғᴇ ᴀɴᴅ ʟᴏᴠᴇ |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora