EL PRINCIPE Y EL NERD ( YAOI/GAY ) TERMINADO ✔

Capítulo 27:Humillación

  Allen

Me desperté y lo primero que vi, fue a Kimel durmiendo a mi lado.

— Ash —susurré.

Porque lo primero en ver cuando despierto tiene que ser el, que cólera.

Me gustaría matarlo mientras duerme, pero soy consciente que me gana en fuerza, así que no puedo matarlo.

Mmm tengo que pensar en algo para vengarme de él y poder salir de está prisión.

Ya se me ocurrira algo, pero por mientras seguiré fingiendo que sigo débil.

Lo bueno que Kimel no sospecha nada. 

— ¿Despertaste? —escuché a Kimel hablar.

Mierda

— Hola —susurré.

— ¿Como estás? Tienes hambre o quieres algo —pregunto Kimel.

— Tu como crees —le mire con una mirada asesina y volviendo a acostarme.

Me cuesta mantener una conversación en paz con el, pero tengo tanta cólera, que no puedo fingir.

Tendré que esforzarme con mi actuación, si es que quiero que salga bien lo que planeo.

— Escúcha Allen, iré a la universidad para que no sospechen de nosotros y  guarda silencio hasta que regrese. Si me entero que intentaste escapar o hacer algo, ya sabes lo que te sucederá —dijo Kimel con sus voz muy seria y amenazante.

Como lo odio.

Ojalá un auto lo atropelle.

Mientras Kimel se alista para salir, sigo pensando en que hacer, tenia que ser un plan perfecto. Sabía que Kimel es muy inteligente y que tiene mucha fuerza.

Mmm

Mierda, acaso no tiene un punto débil.

Sigo pensando hasta que escucho una voz.

— Ya está listo el desayuno, ven para que comas —dijo Kimel con una mirada seria.

¡Que cólera! Si no voy seguro se enoja.

Tenia que pararme y ir a desayunar con el.

No quiero —susurré para mi.

Luego de unos minutos, me pare y me dirigí a la sala.

Vi una mesa con desayuno y me senté en la silla. Ya sentado observo lo que cocino.

— No está envenenado, come —dijo mirándome directo a los ojos.

— ¿Como se que no mientes?— pregunte dudoso.

— Si quisiera matarte, ya lo hubiera hecho hace rato, así que callate y come.

— No quiero.

— Allen llevas días sin comer, como se supone que te recuperes. Si quieres que te deje ir primero recuperate de las cicatrices.

— Claro no quieres dejarme ir en este estado, porque todos se darían cuenta de lo que me hiciste.

— ¡Callate y come! —grito molesto  Kimel.

— ¡Lo haré! Con tal de largarme de este lugar —exclame enojado.

Luego de la pequeña pelea con Kimel, se fue a estudiar y me dejó encerrado. No podré escapar.

Tenia que pensar en algo.

Deje el desayuno a medias y me fui a rebuscar las cosas de Kimel.

Busque por la sala, baño, cocina, y habitaciones y nada que cumpla mi objetivo.