UNA LOBA COMO MASCOTA - JENLISA

EN CELO

El lazo delgado de luz proveniente del faro de la calle, traspasa la ventana, la cortina y llega, llega en los puntos exactos, se desliza despacio por un mechón de su cabello, ilumina su frente, su parpado izquierdo delicado y fuertemente cerrado, con esas pestañas lisas y largas que desprenden una sombra sobre sus pómulos y luego mis ojos siguen viajando y siguiendo por ende, aquel trozo iluminado, su cuello detallado con cuidado por esas pequeñas venas que sobresalen por su pesada respiración, y se continua por la curva de sus pechos, su lechosa piel hace que me falle la respiración, que aprieta los puños, que mis piernas se muevan y mis pies se posicionen al pie de su cama, tomo una respiración muy honda, tanto que me duele el pecho, retengo el aire tanto como puedo, su olor es tan intoxicante, me embriaga, el hilo de luz deja ver dentro de toda esa oscuridad, la fina capa de disfraz húmedo que le hace brillar, se remueve entre sus sabanas y estoy quieta, muy muy quieta, no puedo pensar, no cuando me mira con esos ojos feroces, pero... ¡Un momento!, no solo es ella, por el cristalino reflejo de sus llameantes ojos me veo, soy yo, con esa mirada arrebatadora, que no pareciera yo, y sin embargo, ahí estoy, no soy dulce, ni buena, solo necesito de ella, y así continua, mirándome y sonriendo de lado, afectando mis latidos a cada pequeño paso que doy... Esos labios, quiero que queden entumidos, quiero herirlos y quiero que vea que puedo hacerlo.

––Lisa...

Susurra mi nombre, tan cerca de mi oído, no puedo, no debo, no está bien, Jennie ni siquiera...

––Jennie...–– Suelto con dificultad y escucho esa risa que me consume entera, su dedo índice delinea el hueso de mi mandíbula y deposita un beso, que tan pronto como siento, se desvanece, y mi autocontrol también, casi deshago mis puños y desentierro las uñas de mis palmas y entonces...

...

–– ¡DESPIERTA LALISA!

Jisoo se abalanza sobre Lisa, el quejido de la más pequeña evidencia que ha despertado, que su sueño ha sido arruinado y que hay un tercero...

––Oh, oh... Eso no es bueno –– Dice Jisoo

–– ¡Jennie! –– Grita Lisa, desconcertada, asustada, avergonzada. Y mueve la cabeza para todos lados. Pero solo ve a una tierna Jisoo sosteniendo una parte de las cobijas.

–– ¡Ay Jennie, Jennie, Jennie! –– Se burla Jisoo, que mira hacia su hermana con una pizca de diversión y segundos después pasan a reflejar compasión.

––Oye, Jennie no está, ha salido con Rosé y Rosé no me ha llevado –– Jisoo suspira muy alto, y se cruza de brazos, para continuar pestañando varias veces porque ya había dejado de llorar... Acción que capta la atención de Lisa, olvidándose del problema principal. Sabe que tienen una plática pendiente.

Fija su vista en esa cosa que le ha dicho Jennie que puede guiarla en la hora, todavía no sabe si es tarde, o temprano. Pero de cualquier modo, ya se ha levantado y se marcha rápidamente al baño, Jannie adora darle baños, pero últimamente ha sido muy difícil soportarlos. Se enjuaga el rostro, se cepilla los dientes, respira y se cambia el pijama por pants y una polera grande y floja, eso le hace sentir mejor. Cuando abandona el baño, Jisoo todavía sigue ahí de pie, esperando y balanceándose de un lado a otro.

–– ¿Tu... Escuchaste todo?, ¿Hable dormida?

––Soy mayor que tú, pase más inconvenientes que tu así que... ¿Quieres contarme? –– Lisa aparta la mirada y sus mejillas adquieren una tonalidad rosácea, pero asiente.

––Han dejado el desayuno hecho, vamos ya, ese endemoniado gato debe de estar rondando nuestra comida.

"Hum", Jisoo ya ha escuchado ese sonido antes, si bien ya había observado comportamientos en Lisa, esta última la pasaba mal con la sola presencia y mención de ese gato de nombre Elvis, nombre que le fue puesto por Rosé, quien pasaba largas horas junto con Jennie acariciándolo, Lisa corre escaleras abajo y encuentra sus platos, Jisoo la sigue de cerca, ambas sentándose en los taburetes.