Vampires (Niki)

Día tres

01:00 am

La chica de cabellos rubios que descansaba la cabeza sobre mi regazo abrió los ojos con lentitud. Aún era demasiado temprano como para que una simple mortal pudiese verme en aquella profunda oscuridad, pero Seo Daehyun ya no era una simple mortal ahora que había despertado era mi deber comuncarle sobre el cambio.

-T-tu eres Niki, e-el chico del primer día, ¿qué haces aquí?- observó el lugar en el que nos encontrábamos-¿Qué hacemos aquí?

-Escuchame Daehyun, necesito que me escuches hasta el final, ¿entendido?- la chica solo asintió mirando a todos lados, seguramente en busca de más personas- ¿Recuerdas qué ha pasado hace un rato?- la chica frunció el ceño hasta que una expresión de verdadero horror se creó en su rostro, rápidamente se llevó las manos al cuello, esperando sentir una herida en el-. Tranquila, no hay ninguna herida, ya ha sanado. Tampoco has muerto, sé que es difícil de procesar, pero, ¿sabes qué son los vampiros?- rápidamente asintió con la cabeza, no parecía del todo asustada con el hecho de estar viva cuando había caído de cabeza desde un cuarto piso hace apenas unas horas-. Bien, sé que te va a sorprender, pero existen, las criaturas sobrenaturales existen y aquí tengo la prueba- separé levemente mis labios permitiendo que Daehyun viese en primicia como mis blancos colmillos crecían hasta el punto de rozar el labio inferior.

-Comprendo... En cualquier otro caso me hubiese reído de ti, hubiese dicho que dejases de imaginar cosas pero ahora veo que es real, quiero decir, acabo de caer de un cuarto piso y lo único que tengo es una leve cicatriz en el cuello pero estoy viva. Solamente me queda creerte.

Agradecí a la mayor por confiar en mí, eso me facilitaba mucho las cosas, solo esperaba que no se pusiera nerviosa con siguiente que iba a decir.

-Daehyun, te he salvado gracias a un ritual que te ha convertido en mi cáliz- al mirarla a los ojos pude ver la confusión en su mirada, era comprensible-. Un cáliz es el compañero de vida de un vampiro, cuando conseguimos uno nos alimentamos sólo de él, estos solo pueden morir si su vampiro muere, la única excepción es que el propio cáliz mate a su vampiro, eso quiere decir que...

-A ver si he entendido- me cortó mientras se sujetaba la cabeza con las dos manos-. Ahora soy tu cáliz, lo que equivale a tu despensa privada.

-Dicho así suena muy mal pero sí, prácticamente eso es lo que eres a partir de ahora- alcé mis hombros al terminar de decir aquello, sonaba mal pero básicamente era así como funcionaba.

-Bien, pondré unas normas, ¿te parece?- asentí, no me importaba que pusiera normas, lo veía completamente normal-. Bien, solo podrás "alimentarte" por las noches, en mi habitación, antes de dormir- dijo haciendo comillas en la palabra "alimentarte"-. Bien, no puedes excederte con la sangre a menos de que sea esencial y tampoco quiero que me muerdas en un lugar muy vistoso, ¿estás bien con todo eso?- volví a asentir sin darle mucha importancia.

-Si ya está todo mejor deberías volver a tu habitación, podría ser extraño si te encuentran aquí conmigo.

Daehyun asintió repetidas veces con la cabeza antes de despedirse con una tímida sonrisa y salir corriendo en dirección a la entrada pero antes de que siquiera rozase el primer escalón de piedra ya la tenía sujeta en mis brazos.

-No puedes entrar por la puerta principal, será mejor que te deje en el balcón por el que has caído- con la mirada baja la chica dejó salir un leve "sí" antes de que yo me alejase unos metros de la escuela e inclinarme para saltar lo más alto que pude, llegando de sobras al balcón del cuarto piso-. Ahora sí, buenas noches.

La dejé bajar y observé su silueta perderse entre la oscuridad del edificio.