El Diario De Park Jimin ★𝒌𝒐𝒐𝒌𝒎𝒊𝒏★ Terminada.♡

Se rendirá?

-Ahh te arrepentirás Jeon- escuché decir a la chica mientras sus pasos se alejaba del lugar, pude sentir como aquel apuesto joven me seguía tomando de las manos, tenía que ocultar mi sonrisa pero Ahh me estaban ganando las ganas de hacerlo

-Chico bonito ya se fue, ya puedes abrir tus ojos- Me sorprendí por lo que me dijo, como sabía que estaba despierto? Tal vez me había visto con una mueca conteniendo mi sonrisa? Tal vez era un mago que ve detrás de las personas? Tranquilice mi mente, definitivamente había visto muchas series dramáticas y de fantasía

-Lo siento por meterme así de la nada, parecias incómodo- traté de excusarme pero lo mejor era decir la verdad después de todo eso era lo que había pasado

-lamento que hayas tenido que escuchar todo- se disculpo conmigo, me hacía sentir mal, su carita ahora tierna toda bonita era muy adorable pero sexy a la vez, me di cuenta que seguía sonriendo cuando mi semblante comenzó a doler un poco

-¿Cómo supiste que estaba fingiendo?- le pregunté curioso ya que la loca de hace unos momentos parece que no se había dado cuenta

-Chico encantador, soy médico, darme cuenta de tu respiración,movimientos y poder diferenciarte de una persona consciente e inconsciente es pan comido para nosotros- Lucía tan genial hablando en términos médicos aunque no entendía nada, pero aún así aceleró mi corazón una vez más, no se que enfermedad tengo pero a este paso moriré de sus ataques furtivos de genialidad

-Caiste muy fuerte?- el apuesto doctor seguía sosteniendo mi cintura, la parte donde hacía contacto comenzaba a calentarse un poco, trate de pensar en la biblia pero ese chico era demasiado para mí débil corazón

-No, solo me doble el tobillo un poco ...- Me di cuenta cuando me comenzó a doler, pero no me arrepentia de lo que había hecho

-Haber, compermiso- Me dijo el apuesto peli negro mientras me caragaba en sus fuertes brazos, disimuladamente me recoste en su pecho luego de tocar sutilmente sus musculos como podia existir alguien tan genial?

-¿Cuál es tu habitación chico bonito?- me pregunto mientras que una vez más la fuerza de mis párpados se fue complemente

Ah no una vez y enfrente de él me estoy desmayando... haciéndome recordar el motivo de mi huida en esos momentos...

-¿Cuál es el nombre del paciente?- se escucha una discusión en voz baja pero perceptible a mi lado

-Es Park Jimin doctor- le contestó una voz femenina era la doctora que estaba a mi cargo

-Es el del que estaré a cargo a partir de hoy cierto?- me cuidarán? ¿Por qué? Ahhh quiero abrir mis ojos pero no puedo

-Así es doctor son órdenes del jefe además fue recomendado y pedido por el padre del joven- Podía sentir una mirada, me imagino que estaban observando hacia mi lugar

-Esta bien no me molesta en lo absoluto, al contrario creo que será interesante el transcurso- me hicieron felices sus palabras, su bonita voz era tranquilizadora

-Si... aunque no será muy largo que digamos- soltó la enfermera con un tipo de lamento en su voz, la habitación se quedó en silencio dónde momentos después los pasos de la enfermera desaparecieron y cerraron la puerta, pero aún más importante como que no es muy largo?

¿Mi vida terminaría pronto? ¿Moriré? ¿Por qué? ¿Es verdad? ¿Cuánto tiempo me queda? ¿Realmente moriré tan joven? Sin ver a mis amigos una vez más? Sin ver a mis padres? Sin enamorarme? ¿Sin poder bailar en un gran escenario? Sin cumplir mis sueños? ¿Moriré? La idea me aterra no quiero morir, quiero vivir, trate de pensar que solo había malentendido a la doctora, quería que fuera así pero lamentablemente no lo fue

-Un año, será realmente poco tiempo- Dijo el doctor, mi corazón se hizo pequeño, me faltaba el aire ¿Por qué carajos no podía abrir mis ojos y decirles por qué no me habían dicho nada? ¿Por qué encerrarme en este hospital? ?para sumar más muertes? Comenzaba a molestarme y sentía las lágrimas salir de mis ojos

-¿Joven Jimin?- escuche la voz del médico tratando de calmarme, quería ver, quería abrir mis ojos pero por qué no podía? Podía sentir las lágrimas salir, podía sentirlas pero mi cuerpo no me escucha

-Traigan oxígeno!- la voz del doctor comenzaba a sonar ansiosa, pero ahora que importaba todo eso, que importaba su esfuerzo después de todo moriría pronto...

-El paciente pierde la conciencia- podía escuchar algo entrecortado la voz de la enfermera

-¿Señor Park se rendirá así de fácil ?- la voz masculina de aquel lindo chico trataba de darme ánimos, me sentí mal por hacerle pasar un mal rato a ese apuesto joven pero para que pelear ahora cuando tú esperanza de vida está por la línea floja? ¿Lo valía?

-Señor Jeon Lo perdemos!- la enfermera dijo el nombre de aquel chico de anoche, realmente es un dios, tan lindo, tan guapo, tan varonil, tal vez pueda darle una miradita antes de morir será la mejor vista que podría llevarme, al menos solo eso...

-Está recuperando la conciencia no dejen de dar electrochoques, restablezcan su oxígeno a 5 grados más e inserten medicina en la vena! - el doctor ordenó rápido y eficazmente, era muy bueno para ser joven, abrí mis ojos con un poco de dificultad observando el semblante serio de aquel peli Negro, mientras que con mi mano logre tener un leve roce con aquella tan cálida, parecía que mi cuerpo lo buscaba con todo su ser

-¡Lo está haciendo muy bien Joven Park!- la mano de aquel doctor tomó la mía con fuerza haciéndome pensar si realmente debía rendirme así de fácil... se que tengo un corto período de vida pero aún puedo vivir lo perdido no es así, mis lágrimas se secaron después de que cerraba mis ojos está vez solo para dormir...

-¡El paciente está estable, doctor!- fue lo último que escuche después de caerme dormido...

Una vez más soñaba con aquel lugar lleno de luces moradas, habían miles y miles de ellas, junto con unas sombras cálidas que me dan aliento, pero había una luz en especial que hacía latir mi corazón con toda su fuerza al encontrarme con ella, esa sombra tan especial, tan brillante, tan cálida, que supe de inmediato que es lo único que está bien en éste mundo es eso tan reluciente, eso que me abriga en sus brazos con tanta calidez