CAPITULO 1.

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Había una niña rubia, paseando y canturreando con su triciclo muy felizmente

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Había una niña rubia, paseando y canturreando con su triciclo muy felizmente. Hasta que una rueda se trabó en el césped del vecino.

Desesperada, empezó a pedalear para salir de ahí. De la puerta, salió el furioso anciano, de cuál todos le tenían miedo.

Arrebato el triciclo de la niña, quien salió llorando. El señor rompió una rueda y empezó a irse, pero antes volteo a ver a la ventana en dónde DJ y yo lo veíamos por el telescopio. Retrocedimos asustados.

— eso estuvo feo — dije, mientras sentía que un escalofrío recorría mi espalda.

— ¡DJ! — la mamá del chico llamaba desde el patio delantero.

— ¡llegaremos tarde!

— si, mamá. Ya voy.

Me acerque a anotar los movimientos de hoy, mientras DJ abría la puerta esperándome.

” 30 de octubre. Otro triciclo. ”

Termine de anotar y mire a DJ que estaba recargado en el marco de la puerta sonriéndome.

— te ves linda concretada — me confesó.

Rodeé los ojos con una sonrisa y bajamos corriendo las escaleras hasta llegar con la señora Walters.

— ¡mamá! Lo hizo de nuevo. Se llevó otro triciclo — le explicaba DJ.

— cariño, ya hablamos de esto. No puedes pasar todo el día en tu dormitorio espiando a un anciano con tu telescopio. Eso también va para ti, cielo — me señaló. Yo solo alce mis manos.

— pero mamá, algo anda mal en esa casa — seguía — ¡En serio!

Su voz se torno aguda, causándome una leve risa.

— ¿que fue eso? — dije entre risas.

DJ carraspeo y puso su voz más grave — en serio.

— su voz suena curiosa.

— a alguien lo alcanzó la pubertad — decía el papá — ”¿Que le está pasando a mi cuerpo?” ¿O no, hijo?

— Tal vez, deberías venir con nosotros. Tu también, Zara.

— oh no, los dos están ocupados. Tienen mucho que espiar y besarse.

— seh... Espera ¿¡Que!? — acote, captando lo que anteriormente dijo el papá de Dj.

— ¡no estamos espiando, ni besándonos! Bueno... — decía nervioso el castaño.

”bueno...” — rio él padre — Está bien, hijo. Cuando yo tenía tu edad hacia exactamente lo mismo. Claro que usaba binoculares y espiaba a las adorables gemelas Jensen. Claro que ninguna tan bella como tú hermosa madre — recalcó, sabiendo la presencia de su mujer.

𝗠𝗢𝗡𝗦𝗧𝗘𝗥 𝗛𝗢𝗨𝗦𝗘 ❙ DJ Walters. ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora