La aventura de Pan

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Pero curiosamente aquel libro que el chico había elegido nunca antes lo había visto Pan, por lo que no solo su vecino estaba curioso por saber lo que había en él, sino que ahora Pan estaba mucho más intrigada de lo que se hubiese ella misma imaginado, y pensaba en voz baja, de dónde rayos apareció ese libro, es la primera vez que lo veo.

-de qué trata este libro Pan?

-no tengo idea, es la primera vez que lo veo.

-y no se supone que es tu biblioteca personal.

-lo sé, pero te juro que es primera vez que veo ese libro.

-que raro no te parece.

Esa noche Pan fue a su biblioteca antes de dormir, y reviso casa libro que tenía, cada rincón, y no vio nada extraño, solo que ahora no podía estar tranquila porque su vecino se había llevado el libro extraño, y ahora ella deseaba con ansías tenerlo entre sus manos para leerlo.

-Pasaron seis días y su vecino no había regresado aún. Así que un sinfín de ideas se le pasaron a Pan por la cabeza. Desde que tal vez se lo había comido un sapo gigante, hasta que ese vecino suyo era un ladrón miserable y le había venido a quitar su tesoro, o sea el libro extraño. Pero todo lo que pensara o pasara por su mente no era para nada verdad ni real, lo cierto era que su vecino había estado encerrado en su casa porque había estado resfriado y en cama, por lo que su madre no lo dejo salir por un par de días. Y lo único que pudo hacer para entretenserse fue leer el libro de su nueva amiga, el cual para ser sinceros, era un verdadero acertijo, no se lograba entender nada, desde el inicio fue un libro inleíble, completamente diferente a todo lo que él había estado leyedo en su vida. Entonces Demia pensó, quizás esa chica si es una verdadera intelectual, ya que esta clase de libros es imposible que un niño logre entender, además pareciera que esta escrito en claves, auque igual logro diferenciar uno que otro signo y letra, pero no puedo entender lo que dice.

Dos días después cuando Pan daba ya por perdido su libro, apareció nuevamente su vecino, se veía más delgado que la última vez, y tenía unas grandes ojeras debajo de sus ojos, y por lo que se veía parecía que estaba más alto, hasta su voz sonaba distinto.

-Hola.

-Hola Demia

-disculpa por el retraso, pero estuve enfermo.

Pan al escuchar esas palabras se sintió mal, ya que ella sospechaba de que su vecino era un estafador y robador de libros.

-no te preocupes, que bueno que apareces.

-Me extrañaste?

-No a ti, sino a mi libro. ¿Y...que te pareció?

-La verdad es que por más que leía no logre entender nada.

-Tan complicado te pareció?

-Más que eso, mira. Demia se acercó a Pan y le enseño el libro, sobre todo le remarcó los signos y los códigos que el encontró.

-Fascinante, esto es fascinante. Exclamo Pan al ver el libro.