La aventura de Pan

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-De que hablas, esto es terrible, no pude entender nada de tu libro.

-No te das cuenta Demia. Este libro apareció por arte de magia en mi biblioteca, eso quiere decir que este libro es especial. Y además por lo que he estado pensando este libro apareció porque tu llegaste a mi hogar, o sea, el libro nos necesita a los dos para poder descifrarlo.

-Creo que te volviste loca. Respondió con desgano el chico

-Locas? Nada que ver. Escucha, si no puedes saber lo que dice, entonces es obvio que debemos buscar el significado de lo que dice, averigüemos que hay detrás de este viejo libro.

-te refieres a que juguemos a descubrir lo que dice en él.

-No es exactamente a jugar, sino más bien a buscar respuestas, ya que este libro, así como apareció, puede desaparecer en cualquier momento, por lo que es necesario mantenerlo vigilado y en un lugar seguro, que solo nosotros dos podamos saber.

-es como si fuésemos detectives.

-algo así.

Los niños quedaron tan emocionados por el suceso del libro que el día se les paso volando. Así que quedaron en que al día siguiente comenzaría el trabajo de averiguar lo que allí decía.

-Mamá, ¿alguna vez te paso algo mágico en tu vida?, algo que no tenga explicación pero que es sobrenatural.

-No, siempre tuve una vida normal.

-Es que, hay algo que paso.

-algo? Que cosa hija.

-Es un secreto, no puedo decirte nada por ahora, pero en su debido tiempo lo sabrás.

La madre de Pan quedó intrigada, pero luego pensó. Debe ser otra vez la imaginación de mi hija, se la pasa imaginando mundo e historias encantadas, y eso que ahora encontró a un amigo, lo más probable es que lo haya convencido para sumarse a las aventuras que tan bien se le dan cuando le da por fantasear.