Soulmate [ChanMin/ChanSeung]

☆ Dream's world ☆

Seungmin al abrir sus ojos admiró lo que tenía al frente el cual lo hizo sentir una alegría tan grande que la reflejaba en esa hermosa sonrisa y en esos ojos de cachorro que tenían más de todas las estrellas que podías contar en las noches más despegadas. Era un momento que anhelaba y ahora que lo tenía lo disfrutaría lo más que pudiera.

Frente a sus ojos había un hermoso lago el cual tenía flores a su alrededor, y con estás hacia aún más mágica la presencia de aquél chico de hombros más anchos que los suyos, esa hermosa piel lechosa la cual tenía un brillo único por el agua del lugar, y ese rubio cabello rizado, tan sedoso que amaba tocar por las noches a la hora de dormir. Todo esto logrando enamorar aún más al chico castaño que en este momento ya se estaba desnudando para entrar al lago y hacerle compañía a su amado.

Al llegar a él lo abrazo por la espalda, colocando sus propios brazos en la cintura contraría y su barbilla en el hombro izquierdo del más bajo. Esta era su posición favorita aún que al revés, pues en la mayoría de las ocasiones el mayor era el que abrazaba a su pequeño por detrás, para el era una muestra de protección que amaba y extrañaba con todo su ser.

Al estar en esa posición, Seungmin pudo sentir que su amado también estaba desnudo, algo que para muchos podría ser incómodo o podía crear un ambiente tensó, pero para ellos no, ellos podían estar horas de esa manera, contemplando y apreciando al otro, demostrandose su amor de una manera dulce, llegando a ser empalagosa, algo que el menor extrañaba desde hace tiempo.

Estuvieron minutos, tal vez horas de esa manera hasta que el mayor tomo la mano de Seungmin llevándolo a lo ondo, para así nadar hasta la profundidad y en ella besarse. Los besos del mayor eran lo mejor que había probado, aún recuerda el último y daría lo que fuera para que ese pequeño beso no fuese el último.

Por falta de aire del menor salieron a la superficie, viendo así que el sol ya se estaba ocultando y al observar el hermoso atardecer sabían que ya era momento.

Salieron del agua aún que no lo quisieran y aún ambos desnudos admiraron ese hermoso atardecer en lo que sus cuerpos se secaban con el aire de ese lugar. Seungmin recostado en el pecho fornido de Chan mientras esté acariciaba su cabello y cintura.

Ya estando oscuro, iluminados con la luz de la luna la cual parecía que se burlaba de ellos, se vistieron en silencio como todo el tiempo desde que el menor llegó.

Era un silencio cómodo al cual los dos estaban acostumbrados, era un silencio que apreciaban, llenos de recuerdos, un simple silencio que extrañaban tanto, qué podría dar su vida por ello, pero no podía, no debía.

Al ya estar vestidos sabían lo que iba a pasar a continuación y aún que ellos se negaban sabían que no había de otra, por ello tomaron sus manos y con la luz de esa bella luna se guiaron hasta llegar a ese imponente árbol a la mitad de la nada.

Y comenzó lo que menos querían.

La pesadilla de Seungmin volvía.

El cielo empezó a cambiar su color oscuro a un vino como si fuera sangre y esa luna brillante había desaparecido para dar paso a dos soles de los cuales se desprendían relámpagos dando a entender el final de su feliz momento. Seungmin al darse cuenta de que era el final dió un jalón a la mano de Bangchan para así quedar frente a él y sin más lo abrazo, un abrazo que quería que durará mucho más tiempo pero sabía que no tenía esa oportunidad.

Con lágrimas en los ojos miro de nuevo a su amado el cual tenía un rostro pacífico.

—Es hora de que me vaya—.

—No, por favor no, quédate, me prometiste que siempre estaríamos juntos— hablo el menor en medio del llanto, ni siquiera se había dado cuenta en qué momento había comenzando a llorar de esa manera.

—No importa que en esta vida no estemos juntos, en la otra lo estaremos y si no podemos lo intentaremos en muchas más, pero siempre estaremos juntos, siempre estaré contigo aún que no me veas, siempre te cuidare— hablo el mayor con voz calmada para después darle un beso en la frente al más alto con lo cual provocó más lágrimas de las que ya había derramado.

El menor se aferró aún más al mayor colocando su cara en el cuello contrario mientras que su mano la colocaba en el pecho del mayor y allí se dió cuenta que no se sentía nada, su corazón no latía, el no respiraba, el amor de su vida ya no estaba con él como lo prometió.

—Amor mío, me tengo que ir, por favor ya no llores, déjame ir, déjame descansar, ya no podemos hacer nada, el te necesita—.

—Y yo te necesito a tí—.

Chris le dió una sonrisa logrando así sacarle una sonrisa a su pequeño.

—Es hora, mi amor— el mayor dió otro beso en la frente y un casto beso en los labios que tanto amaba.

—Te amo—.

—Y yo a tí—.

~Allili.