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La humanidad era maravillosa para Nozomanai, la crueldad de tantas personas combinada con las sonrisas de otras, todas en una misma especie, distintas personas, distintas personalidades, todas coexistiendo en un balance perfecto, le encantaba eso, pero nunca se puso a pensar, ¿que pasaba con el resto? con las personas que no podían entrar en ese balance.
El peliblanco se encontraba ya cerrando su tienda, mientras hacía eso en la siguiente vereda vio a una hermosa señorita caminando con un perro, se le notaba algo desorientada, pensó que podía ser una turista, pero los turistas traían sus mascotas? aparte era bastante tarde como para estar afuera, de seguro era nueva en la ciudad, Nozo no le tomo mucha importancia y siguió en lo suyo, eso hasta que sintió como alguien le tocaba el brazo, con algo de confusión miro a la persona que hacia eso encontrándose con la señorita con un perro, ella se veía nerviosa y con pánico, este al no entender lo que decía decidió dejar que entrara a su tienda y que ella le explicara calmada ya que así sería más fácil.
Nozo escuchaba atentamente a la señorita, esta le explicaba como necesitaba ayuda entre lagrimas, el vendedor le dijo que mantuviera la calma y que llamaría a la policía (ya que Lexy le enseño que hacer cuando alguien estuviera en peligro y siempre había que llamar a la policía). Mientras marcaba el número escucho como algo pesado caía al suelo, rápidamente se asomo a ver que pasaba, un hombre grande junto con un bate en mano había roto su puerta y tenía algo rojo en las manos que no logro identificar que era, el menor de los Fukui se acerco un poco a este algo asustado, sabía porque estaba ahí ese tipo, estaba ahí por la señorita.
Tratando de mantener la calma le dijo al hombre que se fuera y si hacía eso no iba a llamar a la policía o peor, recurrir a la violencia, lamentablemente el hombre no escucho a Nozo y antes de que el antes mencionado pudiera hacer algo recibió una patada en el estomago y un golpe del bate en la cabeza, dejándolo inconsciente.
Luego de unas horas se desperto, trato de acordarse de todo lo que había pasado y cuando ya logro recordar todo era demasiado tarde, la señorita obviamente ya no estaba, solo estaba el perro asustado acostado al lado del peliblanco. Todo era un desastre, vidrios por todos lados, un poco de sangre en el suelo, cosas tiradas y animales asustados, rápidamente se paro y fue a revisar uno por uno a cada animal esperando que estos estuvieran bien, gracias al cielo ninguno fue herido.
No pudo evitar sentirse culpable y desde lo más profundo de su corazón esperaba a que la señorita se encontrará bien y volviera por su perrito, se notaba que la extrañaba, hasta entonces el iba a cuidar de este.
Ese día Nozo noto que tal vez la humanidad no era tan hermosa que pensaba y se dio cuenta a donde iban las personas que no encajaban, ellas eran desechadas o vivían ignoradas, que horrible destino.
Lo que Nozomanai no sabía es que el es una de esas personas.
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