1. "Un ultimo adiós"

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Querido Abuelo:

Te veo en una cama, acostado, sin brillo ya en tus ojos, con la mirada triste y las manos temblorosas. Recuerdos imborrables de una dolorosa vida. Ya no hay mas platos rotos, ni camas ajenas, ni gente ajena, solamente tu y yo en una misma habitación. Y el dolor en tu pecho cada vez es mas abrumador, aroma a algo desconocido, la luz te molesta y en uno de tus delirios consigues mirarme, sonríes y saludas. A veces, sólo a veces te animas a sonreír. Te miro desde la puerta, asustada, con el dolor en el pecho. Unos minutos después decido tomar tu mano y noto que tú estas más asustado que nadie y que mi dolor es sólo como una de tus sonrisas con la que intentas disimular tu verdadera preocupación. Estas tumbado en la cama yo estoy a tu lado dándote la mano y notando tu dolor. Te intentas inclinar, no puedes casi moverte, al final lo consigues. Me miras fijamente y después te acercas a mi oído y me susurras "un adiós nunca es un adiós si no me alejo de ti, recuerda siempre me llevaras en tu corazón, este donde este" Toses, yo sigo agarrada de tu mano, tengo miedo de perderte, de no poder hacer nada mas por ti. Tumbado en la cama pareces una simple niño que espera el regreso de sus padres, los cuales sabes que nunca volverán. Ya ni te reconozco, la preocupación se apodera de mí... Al de unas horas noto tu mano enfriarse, tengo miedo, tu lo notas e intentas tranquilizarme. Me dices que ya es tu hora, estoy atemorizada, me voy ha derrumbar, pero entonces pienso si tu puedes sonreír incluso sabiendo que es tu hora, yo también puedo. Te despides con una sonrisa de oreja a oreja y cierras los ojos, sigo aguantando mi sonrisa hasta que noto tu mano soltar la mía, se acabó, todo ha terminado, me derrumbo y entonces veo una nota y un collar en tu mano: Tranquila me voy a un lugar mejor en el que no sufriré por dolor, y recuerda aunque me haya ido siempre estaré en tu corazón. Lleva este colgante, te dará suerte y fuerza, y estate tranquila. Lloro, lloro de tristeza y a la vez de alegría, al saber que una persona que aun estando en sus ultimas horas ha gastado lo que le quedaba de vida en ayudar a los demás, eso me reconforta. Me seco las lágrimas y me levanto, guardo la nota y el colgante y llamo a la enfermera, todo ha terminado, se ha ido una gran persona en este mundo la cual recordare toda mi vida. Estés donde estés recuerda que te amo Abuelo, y que espero que donde estés ahora ya no sufras mas.

«Y la vida continuó, como las cosas que no tienen mucho sentido»

Fragmentos de una VidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora